Varias empresas del sector de la biotecnología o ‘biotech’ se han reunido para debatir qué se está haciendo desde estas empresas en lo referente a la resistencia a los antibióticos. En el encuentro, organizado por la Asociación Española de Empresas de Biotecnología (AseBio), se ha coincidido de forma generalizada en la necesidad de una mayor financiación, más programas de incentivos y una mayor implicación del Gobierno apoyando estos desarrollos además de anunciar su introducción en los sistemas de salud para incentivar la inversión de las grandes farmacéuticas, tal y como reclamó el CEO de Vaxdyn, Juan José Infante.
La biotecnología es un actor importante en la lucha contra la resistencia a los antibióticos. El sector ‘biotech’ aporta soluciones transversales que van desde el diagnóstico, investigación y tratamiento de las enfermedades infecciosas hasta el desarrollo de estrategias preventivas y terapéuticas innovadoras.
BIOTECH E INVERSIÓN
En el contexto de celebración de la Semana Mundial de Concienciación frente a la Resistencia a los Antibióticos, AseBio celebró este biodesayuno para prensa al que acudió MERCA2. Durante el mismo, los portavoces de las distintas empresas, algunas de ellas en ronda de financiación como es el caso de Vaxdyn, centrada en el desarrollo de vacunas preventivas, o de Mikrobiomik, que está trabajando en el primer medicamento biológico basado en microbiota intestinal, coincidieron que el reto principal en las biotech es la financiación y que es necesario que «se ponga dinero».
Sin embargo, todas resaltaron que obtener capital es bastante complicado sobre todo cuando se está hablando de procesos que pueden durar alrededor de 12 años, como suele ocurrir con la investigación de medicamentos. «: «Uno de nuestros inversores quiere poner dinero en nuestra compañía porque salvamos la vida a su padre».
En este marco, el portavoz de Vaxdyn aseguró que en el ámbito de la biotecnología son necesarios push y pull incentive. Además, insistió que los Estados deberían al mismo tiempo animar a invertir incorporando estos productos en los sistemas de salud. Además, indicó que ya hay algunas medidas en este sentido a nivel local como es el caso de Reino Unido o Suecia y en Estados Unidos se está también trabajando en este sentido.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado la resistencia a los antibióticos como una de las 10 principales amenazas sanitarias a las que se enfrenta la humanidad. Un desafío que cada año se cobra la vida de 700.000 personas en todo el mundo y que, en caso de no adoptar medidas urgentes, causará hasta 10 millones de fallecidos para el año 2040.
En este contexto y durante la citada jornada, la asociación de biotecnólogas presentó el ‘Mapa de capacidades de AseBio frente a la resistencia a los antibióticos’, una herramienta elaborada por el Grupo de Trabajo de Resistencia a los Antibióticos en la que se destaca el papel de tecnologías estratégicas frente a esta amenaza.
«La resistencia a los antibióticos es un problema de salud pública global que empeora cada año, a pesar de las reiteradas advertencias de la comunidad científica. Ante la rápida propagación de las bacterias altamente resistentes que amenazan no solo la salud de los pacientes, sino también los sistemas sanitarios y la economía, la industria biotecnológica aporta soluciones innovadoras y transversales», destacó el director general de AseBio, Ion Arocena.
El mapa ofrece una detallada fotografía de las capacidades del sector biotecnológico español frente a la amenaza global que supone la resistencia a los antimicrobianos. De acuerdo con este, 43 socios de AseBio realizan acciones directas dirigidas a combatir la resistencia a los antibióticos. La mayoría de estos se centran en salud humana, pero una cuarta parte focaliza sus actividades en salud animal o lo hace de forma transversal (sus innovaciones pueden aplicarse tanto en el ámbito de la salud humana como de la salud animal).
RESISTENCIA A LOS ANTIBIÓTICOS
La directora ejecutiva de Policy de MSD en España, Cristina Nadal, que intervino como moderadora en este encuentro, aseguró que «los nuevos datos estiman que para 2040 podemos llegar a los más de 10 millones de muertes en el mundo por infecciones resistentes a los antibióticos. Estos medicamentos están perdiendo eficacia a un ritmo impensable hace tan solo cinco años debido a un uso inadecuado. Con esta situación podríamos estar entrando en la era post antibiótica».
Según el estudio elaborado por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés), en 2013 el 30% de los pacientes ingresados en los hospitales europeos recibía tratamiento con antibióticos. La cifra se eleva hasta el 46% en el caso de España (quinta posición en consumo de antibióticos en el ámbito hospitalario). Hasta un tercio de las consultas que se atienden en Atención Primaria están relacionadas con enfermedades infecciosas, por lo que la prescripción en estas unidades de antibióticos supone hasta el 90% de su consumo.
Se estima que en Europa se ha pasado de 685.433 infeccionescausadas por bacterias multirresistentes en 2016 a 865.767 en 2019. El 71% de estas infecciones se han producido en el ámbito hospitalario. Una situación que se traduce en 35.000 muertes anuales en Europa de las que alrededor de 3.000 se producen en España y generan un gasto sanitario adicional de 150 millones de euros anuales.
«Para hacer frente a este problema es necesario un esfuerzo en I+D en la caracterización de nuevas moléculas con actividad antimicrobiana frente a estos patógenos multirresistentes que afectan tanto al hombre como a los animales, el medio ambiente puede ser reservorio de estos patógenos, y a la vez fuente de nuevas soluciones, por lo que el enfoque One Health se convierte en una estrategia necesaria para abordar la lucha contra la resistencia a los antimicrobianos», argumentó la directora de Innovación de Ingulados Research, Rosario Cerrato.
INVESTIGACIÓN
El mapa desarrollado por AseBio revela que, entre el total de organizaciones que trabajan en la lucha contra la resistencia a los antibióticos, tres realizan actividades formativas, 11 estudian mecanismos de resistencia, tres están desarrollando probióticos, 23 trabajan en la búsqueda de nuevos antimicrobianos, ocho trabajan en el desarrollo de vacunas y 20 socios centran sus actividades en el desarrollo de nuevos sistemas diagnósticos para la identificación temprana de infecciones bacterianas.
«Mientras seguimos avanzando en otros frentes ya sabemos que la protección de los más vulnerables con vacunas preventivas evitaría más de 1,2 millones de muertes por bacterias resistentes a antibióticos. Además, rescatarían 37 millones de días de incapacidad de las personas afectadas, cada año. Necesitamos comenzar a proteger a los bebés y a las personas de la tercera edad con enfermedades crónicas, que son los que más sufren esta crisis», expuso el CEO de Vaxdyn.
En este foro de debate, estuvo presente el investigador principal del Centro Nacional de Biotecnología (CNB) y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Daniel López, que explicó cuáles son las investigaciones que está realizando en este ámbito. Principalmente, se trata de análisis focalizados en la existencia de microdominios funcionales de membrana (FMM) en bacterias y su implicación en procesos celulares relacionados con la virulencia de los patógenos y la resistencia a los antibióticos.
«Estas investigaciones han demostrado que los FMM reclutan muchas proteínas implicadas en la virulencia y resistencia a antibióticos. Hemos desarrollado una batería de compuestos que perturban la organización de los FMM y con ello, inhabilitan las proteínas de resistencia los antibióticos», explicó.
«Estos compuestos resensitizan bacterias resistentes a antibióticos convencionales, permitiendo eliminar infecciones hasta ahora imposibles de eliminar, cuando son administrados en combinación con los antibióticos clásicos. Con esta estrategia, se combaten infecciones resistentes a los antibióticos y se hace reciclando antibióticos convencionales que de otra manera estarían desahuciados debido a la alta incidencia de resistencia en bacterias».
Por su parte Juan Basterra, CEO de Mikrobiomik, expuso en qué consiste MBK-01, el primer medicamento biológico basado en microbiota intestinal que ha finalizado la fase III para el tratamiento de la infección intestinal por Clostridioides difficile.
«MBK-01 será el primer antibiótico, no antibiótico, es decir, con un efecto similar, pero basado en el reseteo de una microbiota enferma, disbiótica, por una microbiota sana de un donante validado. El SoC (Standard Of Care) en la infección por Clostridioides difficile son los antibióticos y MBK-01 ha sido calificado por la EMA como una nueva sustancia activa, posicionándose como una alternativa antibiótica no antibiótica, en una enfermedad en la que el 25% de los pacientes vuelven a presentar la infección, es decir, recurren, por ineficacia antibiótica», concluyó.