Cerca de 35.000 personas mueren cada año en Europa como consecuencia de infecciones resistentes, aproximadamente 4.000 de ellas en España, tal y como revela el último Observatorio de Tendencias Cofares: ‘La Resistencia Antibacteriana, ¿una amenaza para la salud pública?’. Una iniciativa elaborada en el marco de la “Semana Mundial de Concienciación sobre la Resistencia a los Antimicrobianos”, impulsada por la Organización Mundial de la Salud, bajo el lema “Prevengamos juntos la resistencia a los antimicrobianos”, y que se celebra del 18 al 24 de noviembre.
Para desarrollar el Observatorio de Tendencias Cofares se ha analizado, por una parte, la evolución de la demanda en farmacias de medicamentos antibióticos en los últimos años, y una investigación documental y bibliográfica para avanzar en el conocimiento de las patologías donde más se prescribe este tipo de fármacos.
ODONTOLOGÍA
Entre sus principales conclusiones, el documento muestra una magnitud inapropiada en términos de prescripción de este tipo de fármacos en patologías comunes, tales como el dolor de muelas, las infecciones de tracto urinario y las infecciones invernales que afectan a la nariz, los oídos, y la garganta.
Asimismo, de los resultados obtenidos también se desprende que en odontología se prescriben en torno al 10% del total de los antibióticos consumidos, de los cuales, se estima que en el 70% de los casos estas prescripciones no se consideran adecuadas.
Un estudio con 878 participantes realizado con el propósito de cuantificar la magnitud de la prescripción de los antibióticos por parte de los dentistas en España reveló que es una práctica relativamente frecuente.
La mitad de los dentistas mostraron hábitos de prescripción de antibióticos inapropiados en más del 28,6% de las situaciones clínicas planteadas.
La calidad de la prescripción aumentaba cuando la resistencia antibacteriana se percibía como
un problema de salud pública, y disminuía en respuesta al miedo o a la búsqueda de un beneficio económico.
En cuanto a las situaciones clínicas, se observó una tasa de prescripción inapropiada superior al 50% en casos como:
- Pulpitis irreversible con periodontitis apical aguda.
- Necrosis pulpar con periodontitis apical aguda.
- Incisión y drenaje de inflamaciones intraorales localizadas.
- Gingivitis necrotizante.
TRACTO URINARIO
En paralelo, se observa que las infecciones del tracto urinario (ITU) son la segunda causa más frecuente de prescripción de antibióticos, después de las infecciones respiratorias. De hecho, una de cada cuatro mujeres recibe antibióticos inadecuados como tratamiento.
Una de cada cuatro mujeres con cistitis recibe antibióticos inadecuados como tratamiento. Cada año, 150 millones de personas reciben medicación para esta afección. En las mujeres, la cistitis se caracteriza por una inflamación de la vejiga causada por gérmenes como la Escherichia coli (E.coli).
Las infecciones del tracto urinario (ITU) son la segunda causa más frecuente de prescripción de antibióticos después de las infecciones respiratorias. Infecciones del tracto urinario La elevada frecuencia de esta infección urinaria da lugar al consumo regular de antibióticos, a veces en el mismo paciente. Por ejemplo, en Francia, la elección del antibiótico se guía por tres parámetros: la eficacia, la tolerabilidad y el impacto ecológico en la microbiota intestinal.
Los estudios más recientes han demostrado que una duración más breve de los antibióticos mejora los parámetros anteriores, sin comprometer la eficacia en el tratamiento de la infección. Estos resultados explican por qué la duración de los antibióticos recomendada para tratar una cistitis aguda simple es de 3 días, y no excede los 5 días (ya que periodos más prolongados causaban más efectos adversos).
Por este motivo, muchas recomendaciones internacionales tienden a reducir la duración de los tratamientos antibióticos utilizados con el fin de mitigar la resistencia antibacteriana. Para combatirla, hay que considerar la naturaleza del antibiótico y revisar regularmente las recomendaciones. Por ejemplo, el uso excesivo de fluoroquinolonas ha provocado una resistencia a estos fármacos en E. coli uropatógena. Esta resistencia es más alta en los países desarrollados (con un rango de resistencia del 55 al 85%), en comparación con los países en desarrollo (donde la resistencia se sitúa entre el 5 y el 30%).
INFECCIONES RESPIRATORIAS
En lo que respecta a las infecciones respiratorias, se concluye que la mayor parte de los síntomas de las enfermedades invernales pueden aliviarse con otros medicamentos que pueden adquirirse sin receta en la farmacia. De hecho, entre el 44% y el 98% de las prescripciones de antibióticos para las infecciones del tracto respiratorio se clasifican como inapropiadas.
Los antibióticos no son efectivos en el tratamiento de resfriados ni gripes. Su eficacia se limita a combatir infecciones bacterianas, por lo que no son adecuados para tratar infecciones
virales. Los antibióticos no tienen propiedades analgésicas y no alivian síntomas como el dolor o la fiebre.
Hasta el 80% de las infecciones invernales que afectan a la nariz, los oídos, la garganta y los pulmones son de origen vírico, incluyendo el resfriado común y la gripe. Esto significa que la administración de antibióticos no conducirá a su curación.
La mayor parte de los síntomas de las enfermedades invernales pueden aliviarse con otros medicamentos que pueden adquirirse sin receta en la farmacia, donde pueden recomendar y aconsejar sobre el mejor fármaco que administrar:
- Los analgésicos alivian el malestar, el dolor y la fiebre.
- Los antiinflamatorios, como las pastillas o aerosoles para la garganta, permiten tragar con más facilidad.
- Los expectorantes orales ayudan a expulsar las secreciones de las vías
- respiratorias.
- Los aerosoles y descongestivos nasales ayudan a respirar con más comodidad.
- Los antihistamínicos alivian los estornudos, el picor y la obstrucción nasal.
Muchas enfermedades invernales pueden tener los mismos síntomas, pero tal vez no requieran el mismo tratamiento. Solo un profesional sanitario puede determinar si una enfermedad invernal requiere tratamiento con antibióticos.
La toma de antibióticos para combatir los resfriados y la gripe no ofrece beneficios significativos. Además, los antibióticos pueden provocar desagradables reacciones adversas como diarrea, náuseas o erupción cutánea. Tomar antibióticos para combatir infecciones bacterianas leves, como rinosinusitis, dolor de garganta, bronquitis o dolor de oídos, a menudo resulta innecesario, ya que, en la mayoría de los casos, nuestro sistema inmunitario es capaz superar esas infecciones.
En este sentido, cobra especial importancia el papel del farmacéutico, quien puede recomendar y aconsejar sobre el mejor medicamento que administrar, evitando así un consumo excesivo de antibióticos.
DEMANDA EN LAS FARMACIAS
El análisis del Observatorio de Tendencias Cofares recoge que en los años previos a la irrupción de la pandemia de la COVID-19 existía un patrón estacional de la demanda de antibióticos, que contemplaba volúmenes significativos en seis de los doce meses del año y máximos absolutos y relativos en las estaciones de otoño e invierno.
Un patrón que se vio alterado en la temporada 2020-2021, al registrarse una significativa disminución de la demanda. Esto es consecuencia de la llegada de la pandemia y las correspondientes medidas de protección instauradas: el confinamiento domiciliario, la distancia social, el uso sistemático de la mascarilla y la higiene de manos.
Tras la relajación de estas restricciones, vuelve a aparecer a partir del otoño de 2021 un patrón similar al prepandémico, aunque sin alcanzar hasta la fecha los mismos niveles de demanda (Gráfico 1). Este comportamiento se observa a nivel nacional y se replica en la mayoría de las comunidades.
En lo que respecta a la demanda acumulada de medicamentos antibióticos se ha observado un aumento del 3% en volumen de unidades respecto a los niveles prepandemia. Las comunidades autónomas con más peso y crecimiento en la demanda de este tipo de fármacos son: Madrid (Peso 23%, +7%), Comunidad Valenciana (Peso 14%, +8%) y Andalucía (Peso 11%, +6%).
UN TRABAJO CONJUNTO SEGÚN COFARES
Según explican en el informe reducir la prescripción inapropiada de antibióticos es crucial para combatir la creciente amenaza global de la resistencia a los antimicrobianos. Para mejorar el seguimiento de las pautas, es fundamental comprender las barreras que obstaculizan este objetivo. Esta comprensión permitirá dirigir intervenciones efectivas, tanto para médicos como para pacientes, mejorando así la implementación de prácticas más adecuadas.
Paralelamente, es necesario que la comunidad científica diseñe nuevos antibióticos o enfoques terapéuticos innovadores para el tratamiento de las infecciones resistentes a los antibióticos, ya que los patógenos han evolucionado y han generado resistencia a múltiples antibióticos y su tratamiento se está volviendo problemático, aseguran desde Cofares.
PAPEL DE LOS FARMACÉUTICOS
Los programas de gestión de antibioterapia son estrategias multidisciplinares que mediante la coordinación de distintos agentes sanitarios buscan optimizar el potencial terapéutico de los antibióticos -al centrarse en prácticas basadas en la evidencia-, y minimizar la aparición y propagación de resistencias a los antimicrobianos. Por ello, los farmacéuticos, una vez más, pueden jugar desempeñar un papel crucial en dichos programas, tanto en el ámbito hospitalario como en el comunitario.
Los programas piloto en las farmacias comunitarias han dado resultados positivos en la promoción y educación de los pacientes sobre la administración de los tratamientos antibacterianos. Concretamente, han mostrado beneficios en la reducción de las expectativas de los pacientes a recibir antibióticos en infecciones autolimitadas y a su vez disminuyendo la presión sobre médicos de atención primaria en la prescripción. Además, han permitido recopilar datos relevantes acerca de las propias infecciones, los factores de riesgo, las alergias y los conocimientos que hay sobre los antibióticos entre la población general.
Las farmacias comunitarias están bien posicionadas para contribuir significativamente a la implementación de programas de información y prevención en el uso de antibióticos, ya que pueden participar activamente en la educación del paciente, promover el uso racional de antibióticos y proporcionar asesoramiento adecuado sobre la adherencia a la medicación y los posibles efectos adversos.
MEDIO AMBIENTE Y RESISTENCIA ANTIMICROBIANA
La principal causa de la diseminación de resistencias en el medioambiente es la actividad humana. Las resistencias circulan libremente a través de los distintos compartimentos, pero los ambientes que han sido modificados o de alguna manera influenciados por la acción humana son los que mayor impacto generan en la abundancia y diversificación de dichas resistencias, poniendo en riesgo el futuro de la medicina humana y animal.
La existencia de residuos de antibióticos en el suelo, agua, sedimentos y seres vivos tiene un papel determinante en la conservación, propagación y difusión de genes de resistencia en el entorno. Entender a fondo el comportamiento ambiental de los antibióticos resulta de gran utilidad en la batalla contra la resistencia a estos fármacos.