El Consejo y el Parlamento Europeo han llegado este lunes a un acuerdo provisional sobre la nueva Ley de Materias Primas Críticas, que busca diversificar las importaciones de materiales como el litio, el cobalto o el magnesio, entre otros, para garantizar que a partir de 2030 la Unión Europea (UE) no consigue más del 65% de ellos de un único tercer país como China.
El acuerdo provisional, que deberá ser aún refrendado por ambas instituciones, añade ahora el aluminio a las materias primas estratégicas, por lo que este listado suma ahora 17, además de las 34 materias primas críticas que incluía la propuesta de la Comisión Europea.
El texto considera que además del grafito natural, que ya está en la lista, el grafito sintético también será una materia prima estratégica durante un periodo de tres años, hasta que Bruselas haga la primera revisión.
El acuerdo permite también que aquellos proyectos capaces de producir materias primas innovadoras que sustituyan materias primas estratégicas en tecnologías relevantes puedan ser candidatos a convertirse en proyectos estratégicos, mientras que los Estados miembro tendrán la posibilidad de objetar si un proyecto se desarrollara en su territorio.
Asimismo, se mantienen los puntos de referencia del 10% para la extracción de materias primas y el 40% para el procesamiento, pero se aumenta la del reciclaje del 15% que propuso Bruselas a, al menos, un 25% del consumo anual de materias primas de la UE.
Los colegisladores proponen que 18 meses después de la entrada en vigor del reglamento, la Comisión presente un informe sobre el consumo estimado de cada materia prima crítica para las próximas tres décadas.