Las empresas españolas aumentaron un 17% su financiación en los mercados en el primer semestre del año, en comparación con el mismo periodo del pasado año, pese a la caída del 82% en las ofertas públicas de venta (OPV), según el informe anual presentado este jueves por la Asociación de Mercados Financieros de Europa (AFME) acerca del rendimiento de los mercados europeos durante la primera mitad del año.
En concreto, el estudio de AFME explica que ese resultado en el caso español ha estado motivado en gran parte por un aumento del 34% anualizado en la emisión de bonos corporativos, hasta los 6.000 millones de euros. Con todo, la emisión de bonos se mantiene por debajo de los niveles previos a la pandemia, con volúmenes inferiores en un 18% respecto a 2019 y en un 22% respecto a 2018.
De su lado, la emisión de nuevas acciones también ayudó, ya que por su parte creció un 12% gracias al incremento del 70% de las ampliaciones de capital, que compensó la caída de las ofertas públicas de venta (OPV), y es que éstas registraron un nivel «extremadamente bajo» de actividad en el primer semestre del año y disminuyeron el mencionado 82% -en total, se contabilizaron 23 millones de euros en estas operaciones-.
De hecho, AFME ha puesto de manifiesto que, de mantenerse estos niveles durante el segundo semestre, las OPV registrarán en el cómputo de 2023 el volumen anual más bajo de los últimos diez años.
En lo referente a los bonos de alto rendimiento (‘hihg yield’, en la jerga del sector), las emisiones se redujeron a la nada en la primera mitad de año -en el mismo periodo del pasado año se emitieron 1.100 millones de euros-, lo que supone un nivel mínimo desde 2009.
Dentro de la emisión de préstamos bancarios, el origen de éstos disminuyó un 7% anualizado entre enero y junio de 2023, con volúmenes todavía ligeramente inferiores a los niveles anteriores a la pandemia (un 4% menos respecto a 2019 y un 3% por debajo de los niveles de 2018).
ESPAÑA, QUINTO MAYOR EMISOR DE FINANCIACIÓN ESG
Los mercados de financiación ESG (criterios ambientales, sociales y de buen gobierno), que abarcan desde bonos sostenibles a bonos verdes, en el caso español llevaron al país a convertirse en el quinto mayor emisor de este tipo de bonos en la Unión Europea (UE) entre enero y junio –lo que representa al 6% de la financiación total comunitaria-, gracias al aumento anualizado del 16% en la emisión de bonos verdes.
Por perfil emisor, la mayoría de bonos verdes fueron emitidos por sociedades no financieras con 3.700 millones de euros, seguidas por entidades respaldadas por el gobierno con 1.500 millones y el sector público con 1.400 millones.
Cabe destacar que, entre los grandes emisores de bonos verdes, se situaron Telefónica e Iberdrola con 1.000 millones de euros cada uno, Banco Sabadell con 700 millones y la Comunidad de Madrid con 600 millones.
LA INVERSIÓN DEL CAPITAL RIESGO EN ESPAÑA CAE UN 44%
La inversión del capital riesgo cayó un 44% en España durante los seis primeros meses del año, una disminución más significativa que la observada en la UE, que disminuyó un 25%, o en Estados Unidos, que bajó un 33%.
De su lado, el sector financiero-tecnológico (‘fintech’, en la jerga del sector) español cedió un puesto, hasta situarse en el octavo, en el ranking comunitario que mide la capacidad de desarrollo, ya que, «aunque se registró una mejora en la generación de talento, no hubo cambios en el ecosistema regulatorio y se produjo un descenso del 53% en el grado de innovación», según AFME.
A pesar de esa coyuntura, el informe ha señalado que la inversión en el sector ‘fintech’ aumentó un 30% en términos anualizados, pese a la tendencia global descendente de la financiación tras haberse reducido al 55% la de la Unión Europea y al 29% en Estados Unidos.
CAÍDA DE CUATRO PUESTOS EN COMPETITIVIDAD
El informe ha apuntado que el ecosistema del mercado de capitales español se situó en el puesto 15 del índice de competitividad (que considera la disponibilidad de fondos de capital, liquidez de los mercados de renta variable y divisas, acceso a la financiación, digitalización y sostenibilidad, etc.), cuatro puestos por debajo del resultado de 2022.
La mejora más significativa de los últimos cinco años en España en cuanto a competitividad, de acuerdo a las valoraciones de AFME, se ha producido en la transición hacia una economía sostenible y en la construcción de un mercado de renta variable más líquido.
Por otra parte, los hogares españoles ocuparon el octavo lugar en cuanto a volumen de ahorros invertidos en los mercados de capitales, con el equivalente al 62% del Producto Interior Bruto (PIB) invertido en acciones cotizadas, bonos, fondos de inversión o productos de seguros y pensiones.
Esta tasa fue inferior a la media de la Unión Europea, pero similar a la de países como Austria, Finlandia, Luxemburgo y Malta, en tanto que a la cabeza se sitúan países como Dinamarca, con un 187% del PIB; Reino Unido, con un 182%, y Países Bajos, con un 174%.
España sí que ha destacado en cuanto a los instrumentos ELTIF (fondos de inversión a largo plazo europeos; en inglés, ‘European Long Term Investment Funds’), pues mantuvo la tercera posición en el ranking (por detrás de Italia y Francia) con 32 instrumentos comercializados a cierre del primer semestre de 2022, frente a los 26 del año 2022.
