Por fin Curro averigua lo que lleva tiempo esperando y hará temblar los cimientos de ‘La Promesa’

Ayer comenzó una semana más en ‘La Promesa’. La serie estrella de TVE presenta, así, uno de los momentos más importantes para sus personajes. No hay mejor ejemplo que el de Manuel, que ha decidido romper con un matrimonio en el que se sentía atrapado y tratar de perseguir sus sueños en contra de la opinión de su madre.

Son muchas cosas las que han pasado últimamente en ‘La Promesa’. La ficción ya nos va preparando para el final de su segunda temporada, que llegará en diciembre. De esta forma vemos cómo algunos conflictos avanzan en camino de una solución mientras otros se enredan aún más.

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‘La Promesa’: resumen de lo que ha ocurrido en los últimos capítulos

La semana pasada pudimos disfrutar de unos episodios cargados de emociones para los protagonistas de ‘La Promesa’. Comenzamos por Catalina, quien se siente pletórica gracias a don Pelayo, con quien no sólo comparte un exitoso negocio de mermeladas, sino de quien se está enamorando cada vez más. Pero sabemos que el Conde de Añil pretende traicionarla, y es que el joven ha llegado a La Promesa por orden de la marquesa, quien está empeñada en destruir a su familia.

También veíamos a Jana tener que elegir entre Manuel y Abel; finalmente se decantó por el médico, consciente de que su relación con el señorito es prácticamente imposible.

Por otro lado, Lorenzo perdió sus terrenos de La Promesa en una timba de póquer que él mismo organizó. Ahora el 25% del palacio pertenece a Margarita, lo que enfurece a Cruz. Más aún después de saber que la mujer quiere que Catalina sea quien los gestiones.

También vimos cómo Manuel hacía un impactante descubrimiento. Recibió una carta de la Guardia Civil que le prohibía volar, pero descubrió que su mujer, Jimena, estaba detrás de la misma. Esto propició una fuerte discusión entre ambos y aumentó aún más la desconfianza del matrimonio. Y es que Manuel ha recuperado su pasión por los aviones tras perder a su bebé, y no piensa renunciar a ella.

Por su parte, Cruz se propuso celebrar una fiesta de disfraces en La Promesa para calmar los ánimos, una buena idea si no fuera porque está usando dinero robado, extraído del primer pago del negocio de mermeladas de su sobrina Catalina y don Pelayo.

Una fiesta que, por otro lado, está siendo decepcionante para Lope, ya que no le permiten participar en el menú. Tan fuerte fue su ira que acabó criticando a Simona y Candela, algo por lo que Pía tuvo que pararle los pies. El evento también está resultando muy estresante para Mauro, pues supone Rómulo le ha otorgado la responsabilidad de dirigir los preparativos para la ocasión. Además, parece que el mayordomo está pensando marcharse del palacio.

En cuanto a la misteriosa desaparición de Ramona, ha seguido siendo un misterio para todos, aunque Jana continúa pensando que la marquesa es la culpable. Además, la anciana presenta lagunas de memoria. Asimismo, Pía está tratando de normalizar su vida tras haber entregado a su bebé, Dieguito, a la mujer del molinero, Beni.

También hemos podido ver a Petra y Fernando discutir continuamente, pero ha ocurrido algo que los ha unido: la muerte de su padre. Ambos han tenido que ausentarse unos días del palacio para darle sepultura. Asimismo, presenciamos el regreso de Promesa un viejo conocido: el sargento Funes, que acudió al palacio en busca de Feliciano.

Pero si hay algo que ha caracterizado a los últimos episodios de ‘La Promesa’ ha sido la ruptura de Manuel con Jimena. Harto de aguantar sus mentiras, ha decidido poner fin a su matrimonio tras descubrir que su esposa está detrás de la falsa carta de la Guardia Civil que le impedía volar. Así, vimos cómo la presionaba para que regresara a casa de sus padres a pesar de la oposición de los marqueses. Y eso que todavía no sabe que la mujer fingió un embarazo y un aborto sólo por mantenerle a su lado.

Paralelamente a esto, Simona recibió una nueva carta de su hijo, pero en esta ocasión era muy diferente a las anteriores. Entretanto, Catalina le pidió a Alonso ayuda para gestionar los terrenos de La Promesa que su tía Margarita le arrebató a Lorenzo, pero Alonso se negó en rotundo.

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