Las bajas temperaturas, las lluvias intensas, la formación de hielo, la acumulación de nieve y los vientos adversos son factores que hacen que la conducción en invierno sea incómoda y potencialmente peligrosa. La disminución de la luz natural, combinada con estas condiciones climáticas desafiantes, aumenta significativamente el riesgo de accidentes en las carreteras. Por lo tanto, es esencial estar debidamente preparado para enfrentar cualquier adversidad que pueda surgir durante el invierno.
6REVISAR EL SISTEMA ELÉCTRICO

Durante la conducción invernal, el sistema eléctrico del coche enfrenta mayores exigencias en comparación con otras estaciones del año. Esto se debe al mayor uso de luces, limpiaparabrisas y calefacción.
Estas funciones ejercen una carga adicional en la batería del automóvil, por lo que es crucial realizar una revisión exhaustiva de vez en cuando a lo largo de la estación fría. Esto implica verificar el estado de la batería, comprobar su nivel de carga, limpiar los bornes y asegurarse de que el alternador funcione correctamente.