La CEOE ha logrado poner en la agenda de las instituciones europeas las posibles necesidades y preocupaciones sobre el Reglamento de envases y residuos. Para ello ha reunido en Bruselas a las tres instituciones europeas, Parlamento, Comisión y Consejo-. En esta reunión la patronal española ha mostrado a las instituciones europeas la preocupación de las asociaciones empresariales españolas en relación con el Reglamento europeo de envases y residuos de envases, que actualmente se encuentra en un momento clave de su tramitación.
El encuentro organizado por CEOE se ha celebrado en el Parlamento Europeo, con la presencia de representantes de la Comisión Europea y la Presidencia española del Consejo, además de varios
europarlamentarios; el presidente y el vicepresidente de la Comisión de Economía Circular de CEOE; el presidente del grupo de trabajo de Medio Ambiente de la patronal europea Business Europe; y de las
organizaciones empresariales ASPAPEL, ASEDAS, Marcas de Restauración y ASAJA. Con esta presencia variada del arco productivo español se ha querido mostrar ejemplos sectoriales concretos de las repercusiones de este Reglamento de envases y residuos de envases en su actividad.
EVALUACIÓN DE LA NORMA
Durante la reunión de trabajo, los representantes empresariales trasladaron la necesidad de realizar una evaluación exhaustiva de la norma, que permita analizar la viabilidad de las medidas y determinar
cuál es la mejor opción en cada situación, desde una perspectiva ambiental, técnica, económica y social, sin poner en riesgo la seguridad del consumidor y dando a las empresas el tiempo suficiente para adaptarse, antes de imponer obligaciones extremadamente restrictivas.
La delegación desplazada a Bruselas, en representación de alrededor de una veintena de organizaciones empresariales relacionadas con la cadena de valor del envase, apuestan por el compromiso y la ambición de la Comisión Europea de seguir avanzando hacia la sostenibilidad de los envases, innovando en ecodiseño para mejorar su reciclabilidad, promoviendo la prevención del uso de envases y su reutilización, y aumentando el contenido de material reciclado en su composición, favoreciendo así el mercado de materias primas secundarias.
Para CEOE es fundamental proporcionar a las empresas previsibilidad, orientación a largo plazo y un margen de flexibilidad que posibilite el cumplimiento de los objetivos, así como tratar de minimizar las cargas burocráticas.
MÁS DE UN MILLÓN DE EMPRESAS DE TODA LA CADENA DE VALOR
Las asociaciones que han participado en el posicionamiento de CEOE ante el Parlamento Europeo representan a más de un millón de empresas, grandes y pequeñas, del sector primario, de las materias primas, fabricantes de envases, envasadores, comercio y distribución comercial y gestores de residuos.
El amplio espectro de la cadena de valor del envase incluye diseñadores, productores, fabricantes,
distribuidores, valorizadores y también Administración y consumidores. En el encuentro las organizaciones empresariales subrayaron que es importante tener presente que los envases están pensados para cumplir una serie de funciones relacionadas con el producto que contienen, como son proteger, transportar, alargar su vida útil, garantizar la seguridad e informar y, por tanto, son necesarios para el consumidor, para la sociedad y para el medio ambiente.
Con este punto de partida, insistieron en la importancia de fijar objetivos realistas, basados en un análisis de sostenibilidad y solo cuando se demuestre que tienen beneficios claros para el medio
ambiente y la sociedad.
Además, debe primar garantizar la integridad y el correcto funcionamiento del mercado único, evitando inseguridad jurídica para las empresas y distorsiones de mercado derivadas de la falta de neutralidad en cuanto a materiales de envasado o tecnologías.
por esto, CEOE hizo una llamada a la colaboración público-privada y solicitó a las instituciones europeas y a los representantes españoles que vayan de la mano de los sectores para alcanzar los ambiciosos objetivos marcados, al tiempo que se protege la competitividad de las empresas europeas.
Porque solo con la implicación de todos los actores -empresas, administraciones y consumidores- se podrá cerrar el círculo virtuoso de la economía circular, cuyo objetivo es aprovechar los materiales y convertir el residuo en recurso.