miércoles, 11 diciembre 2024

La luz sube hoy un 165%, pero se queda en 61 € MW/h, gracias al ‘don del viento’

Este sábado 21 de octubre, el precio de la luz se triplicará para llegar a unos modestos 61, 24 euros por megavatio hora (€ MW/h). De este modo, el coste eléctrico se incorpora después de la tremenda costalada del viernes, cuando se empequeñeció hasta los 23,12 € MW/h, el mínimo desde abril, según los datos del Operador Ibérico del Mercado de la Energía (OMIE). En esta reciente carrera bajista, como veremos, la climatología tiene mucho que ver.

Por franjas horarias, el precio máximo, de 200 € MW/h, se registrará entre las 20.00 y 21.00 horas, mientras que el precio mínimo se dará entre las 13.00 y las 14.00 horas, con 10 euros/MWh.

EL CONVULSO CLIMA, RAÍZ DE LA MONTAÑA RUSA DEL COSTE DE LA LUZ

El pasado viernes, los precios eléctricos batieron otra marca en la desbocada cuesta abajo de esta semana: apenas 23 € MW/h cuando hace unos días rozaba los 150 € MW/h. Las últimas jornadas han sido una auténtica pendiente: Súbitamente, bajó desde los 141,05 € MW/h del lunes a los 108,23 € MW/h del martes; y el miércoles se cayó del terraplén hasta estrellarse en 60,74 € MW/h en promedio, un 44% menos. Tras remontar levísimamente el jueves, volvió a precipitarse hasta la insólita cifra registrada ayer.

Todo este aguacero de números parece obedecer a los inextricables designios del mercado, pero tienen una explicación mucho más sencilla. El muy antipático clima que hemos padecido, y que ha convertido a ciudades como Madrid en parques acuáticos, ha ‘dado cuerda’ a los molinos eólicos de tal manera que la generación resultante ha deshinchado unos precios de la luz atrapados en una suerte de ‘burbuja’.

Los vientos de ‘Babet’ y ‘Aline’ impulsaron la generación eólica, dando lugar a un ‘stock’ energético que, aunque adelgaza los precios, evidencia la inestabilidad del mercado

Los fuertes vientos de ‘Babet’, primero; y ‘Aline’, después, impulsaron la actividad de los aerogeneradores, dando lugar a un notable stock energético que, aunque deja la muy positiva nota del adelgazamiento de los precios, evidencia la inestabilidad de un mercado eléctrico demasiado vinculado a los vaivenes climáticos (y geopolíticos). Las borrascas han obligado a declarar la alerta roja en la CAM y en la cornisa cantábrica, pero también han dado al país un regalo: un tramo de producción energética abundante, barata y limpia.

Eso sí, en la carestía eléctrica que caracterizó a septiembre (el mes más oneroso desde febrero) y principios de octubre también intervinieron otros factores, como la desconexión de dos centrales nucleares por problemas técnicos (Cofrentes y Vandellós II) y el alza en el precio del gas. Esto último, no obstante, sigue sin ser suficiente para despertar de su coma a la llamada ‘excepción ibérica’.

LA LUZ, EL GAS Y LA EXCEPCIÓN IBÉRICA

En lo que va de octubre, la media del mercado eléctrico se sitúa en los 103,4 euros/MWh, frente a los 127,21 euros/MWh que registró el ‘pool’ en el mismo mes de 2022.

Al precio medio del ‘pool’ de la luz se sumaría la compensación a las gasistas, que tiene que ser abonada por los consumidores beneficiarios de la medida, los consumidores de la tarifa regulada (PVPC) o los que, a pesar de estar en el mercado libre, tienen una tarifa indexada, pero que se sitúa nuevamente en 0 euros/MWh, situación que se repite desde el pasado 27 de febrero.

La denominada ‘excepción ibérica’ se extendió hasta el próximo 31 de diciembre, tras el acuerdo alcanzado por España y Portugal con la Comisión Europea. Así, se prolongaba siete meses, hasta final de este año, y no se excluía que pudiera prorrogarse más tiempo si dicho marco también se aumentaba.

LA ‘EXCEPCIÓN IBÉRICA’ lleva sin tener efecto desde finales de febrero, debido a que el precio del gas natural se mantiene por debajo de los umbrales fijados para su aplicación

En concreto, el acuerdo no solamente representaba una extensión de la excepción ibérica que ya se aplicaba, sino que implicaba algunos ajustes para acomodarlo, como la referencia de precios, que hasta entonces se incrementaba en cinco euros al mes, y pasaba a ser más suave.

En el acuerdo original, el citado precio de referencia para el gas tenía un valor medio de 48,8 euros/MWh: era de 40 euros/MWh durante seis meses, elevándose 5 euros/MWh cada mes a partir de entonces. Se incrementa en 1,1 euros/MWh desde el pasado abril, para concluir en 65 euros/MWh.

Actualmente, el mecanismo lleva sin tener efecto sobre los procesos de casación marginal en los mercados mayoristas desde finales de febrero debido a que el precio del gas natural se mantiene por debajo de los umbrales fijados para su aplicación, pero, en caso necesario, la prórroga permitirá mantener un precio de la luz razonable, no tan dependiente de la evolución del gas natural.


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