Naturgy atrapa otro ‘premio gordo’ del BEI: 700 millones para digitalizar las redes

El Banco Europeo de Inversiones (BEI) sigue ‘malcriando’ a las grandes energéticas. En su último alarde de desprendimiento, se ha comprometido a inundar las cuentas de Naturgy con 700 millones de euros destinados a la digitalización de la red eléctrica y al refuerzo del sistema de suministro. El acuerdo, anunciado el miércoles 12 de octubre, engrosa la lista de empresas del sector a las que el BEI agracia con millonadas en pro de la descarbonización.

La compañía dispondrá así de recursos financieros adicionales para la digitalización de sus redes eléctricas y para mejorar su flexibilidad y eficiencia operativa. La modernización y mejora de la eficiencia de la red contribuirá también a los objetivos climáticos nacionales y de la Unión Europea (UE).

Asimismo, la financiación del BEI, de la que se ha firmado el primer tramo de 500 millones, contribuirá a la integración de las energías renovables en las redes de distribución, acelerando así la transición energética y la descarbonización del sector eléctrico español.

«La financiación del BEI contribuirá a que España avance hacia la descarbonización de la economía, al mismo tiempo que se refuerza la garantía de suministro para todos los ciudadanos»

Francisco Reynés, presidente de Naturgy

Más del 75% del total de las inversiones asociadas a la financiación acordada se llevará a cabo en regiones cuya renta per cápita es inferior al 75% de la media de la UE, como Castilla-La Mancha, Castilla y León o Galicia. Estas zonas se beneficiarán también de la creación de 5.000 puestos de trabajo durante la fase de aplicación.

El presidente de Naturgy, Francisco Reynés, destacó la relevancia del préstamo del BEI porque «contribuirá de forma muy significativa a que España avance hacia la descarbonización de la economía, al mismo tiempo que se refuerza la garantía de suministro para todos los ciudadanos». Reynés afirmó que «Naturgy ha hecho una apuesta irreversible por la transición energética, en la que la integración de la creciente potencia renovable es crucial para avanzar en los objetivos climáticos y de sostenibilidad del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC)».

UN BEI MÁS DADIVOSO QUE NUNCA

En los últimos meses, a la cúpula del BEI le quema el dinero en las manos cuando de planes de sostenibilidad energética se trata. A fines de septiembre, la entidad se unió a otros bancos -entre ellos el Santander- para inundar de liquidez los proyectos renovables de Bruc y Solaria. El montante que recibirán ambas empresas para el desarrollo de instalaciones eólicas y solares excede los 2.000 millones de euros.

Un par de semanas después, fue Cepsa la compañía con el boleto premiado: 150 ‘kilos’, cortesía del BEI, para equipar su red de estaciones de servicio con 1.800 cargadores ultrarrápidos de vehículos eléctricos. En aquella ocasión, el vicepresidente del BEI, Ricardo Mourinho Félix, sintetizó la febril actividad financiadora del banco afirmando que el préstamo concedido «es una muestra más del compromiso del BEI con la movilidad sostenible, en la que la electrificación y descarbonización del sector transporte por carretera juegan un papel fundamental».

El Banco Europeo de Inversiones (BEI) se define como «el brazo prestamista de la Unión Europea». Considerado como la mayor institución financiera multilateral del mundo, su función es conceder financiación para proyectos que contribuyan a lograr los objetivos comunitarios, tanto dentro como fuera de la Unión, constituyéndose como uno de los mayores proveedores de financiación climática a nivel global.

Este ‘banco de la UE’ no recibe fondos de los presupuestos comunitarios, sino que se financia en los mercados de capital, concediendo préstamos en condiciones favorables a proyectos cuyo planteamiento y objetivos ayuden a cumplir las metas pactadas por los países miembros. Cerca del 90% de los créditos se conceden en la UE.