¡Qué delicia es el jamón serrano! Esta joya de nuestra gastronomía se ha convertido en motivo de orgullo internacional, pero sobre todo es una presencia indispensable en miles de hogares. En lonchas, bocadillos o croquetas, el jamón gusta a todos por igual, aunque sigue habiendo un motivo de conflicto. Nos referimos por supuesto a la parte blanca, esa que gusta tanto como rechazo genera, así que vamos a responder de una vez por toda la pregunta clave, y es saber si es bueno comerse lo blanco del jamón serrano.
1LOS ORÍGENES DEL JAMÓN SERRANO
El jamón serrano, un exquisito manjar proveniente de la península ibérica, tiene sus raíces históricas arraigadas en las tradiciones culinarias de España. Su origen se remonta a tiempos ancestrales, cuando las tribus celtas ya practicaban técnicas de curado y preservación de la carne por salazón y secado al aire. Sin embargo, fue durante la época de dominio romano que se perfeccionó este proceso de curado y se comenzó a gestar lo que hoy conocemos como jamón serrano.
A lo largo de los siglos esta especialidad ha evolucionado, influenciada por diversas culturas, como la musulmana y judía durante la Edad Media. Durante el Renacimiento la técnica de curado al aire libre se refinó, estableciendo las bases para el método tradicional que caracteriza al auténtico jamón serrano. Posteriormente, durante el siglo XIX, la industrialización permitió su producción en mayor escala y su difusión a nivel nacional e internacional.
