El postre por excelencia que triunfa en cualquier comida, restaurante o evento es sin duda la tarta de queso. Un básico que enamora a cualquiera y que conquista el estómago -y por ende, el corazón- de quien lo prueba.
ORIGEN
Según el conocimiento popular, el ‘cheescake’ en su versión más tradicional tendría su origen en Nueva York. Una historia poco verosímil para los verdaderos historiadores gastronómicos, que afirman que ya en la isla de Samos -en Grecia- la tarta de queso se cocinaba para que la disfrutaran los atletas olímpicos antes de las competiciones para estar llenos de energía y conseguir lo que se llamaría el ‘citius, altius, fortius’. Podría decirse que se trataba de una especie de dopaje del momento para incrementar las capacidades de los deportistas de la época.
Sin embargo, a pesar de que estos datos situasen el origen de la ‘cheescake’ por lo menos en el año 776 antes de Cristo, es cierto que el cocinero Arnold Reuben aseguró ser el inventor y padre de esta maravillo. Y sería entonces en el siglo XX cuando nacería realmente lo que se conoce hoy como manjar de queso.
Para conseguir una tarta de queso ideal al estilo de Nueva York, se necesitarán unos ingredientes básicos. La sencillez de esta receta permite que incluso sin mucha preparación, puedas llevar a cabo una cocina de calidad con unos simples ingredientes que incluso puede que ya tengas en casa. INGREDIENTES