El CNI no ve con malos ojos la operación de STC en Telefónica

El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) cree que el desembarco de la empresa saudí STC en Telefónica es «la opción menos mala de las tres posibilidades» detectadas por ellos para hacerse con el control de la estratégica multinacional española.

La operación ha cogido al CNI con el pie cambiado. No la vieron venir pese a que sí estaba monitorizando hace años en tiempo real las intenciones de inversión sobre Telefónica porque era evidente que iba a haber una operación más temprano que tarde con la compañía española. Esto era así desde hace por lo menos tres años, ya que la telco española por excelencia no podía continuar así, es decir, perdiendo su valor en bolsa constantemente.

Según fuentes de ‘La Casa’, había hasta tres operaciones, que ahora parecían estar ya bajo la mesa y no encima, para hacerse con el control de la multinacional. La que se refiere a la saudí STC, es claramente la que le parece menos mala a la inteligencia española. Fuentes del organismo reconocen que estaban preocupadas por la situación de la teleco y que monitorizaban los movimientos en torno a ella desde 2020.

EL CNI NO DETECTÓ A STC

Ya en el pasado habían detectado pretensiones sobre la telco por parte de Deutsche Bank, que se llegaron a ver con buenos ojos en la etapa de Mariano Rajoy en el Gobierno. El problema era que el gobierno alemán era accionista de la entidad financiera y el gobierno español no lo era de Telefónica. Posteriormente se detectó otra operación del implacable fondo Elliott, que ya en su momento se quedó con el control de Telecom Italia y múltiples empresas emblemáticas en toda Europa.

Telefónica se ha movido con audacia a nivel político para que se mantuviera activa la posibilidad de ejercitar la acción de oro

Telefónica se ha movido con audacia a nivel político en los últimos tiempos, para que se mantuviera activa la posibilidad de ejercitar la acción de oro y así durante el periodo de la pandemia los fondos que la pretendían no se salieran con la suya. Este era el caso del implacable fondo activista Elliott, que estaba interesado en quedarse con una participación relevante de Telefónica por «dos duros», como acabaron haciendo en Telecom Italia.

Elliott podría haberse gastado tranquilamente 3.000 millones de euros en una compañía como la española sin despeinarse. Estaba claro, según indican desde el CNI, que en Telefónica tenía que pasar algo, ya que el precio por acción no podía seguir cayendo y la empresa perdiendo su valor.

STC, empresa de Arabia Saudí
La empresa de la familia real saudí STC.

El principal problema que existe en España es que no hay muchos actores que puedan desembolsar una cantidad cercana a los 3.000 millones para sostener a Telefónica. No hay organizaciones que puedan tomar una participación de referencia, como han hecho en los últimos años BBVA y La Caixa y Criteria, perdiendo mucho dinero. Esta situación es complicada a nivel de la teleco y de Estado, de cara a defender a una compañía estratégica de operaciones que pueden ir en contra de los intereses de España.

Estas dos entidades financieras han preservado la españolidad de Telefónica, en diferentes etapas, pese a las pérdidas, bien por indicación política o por sentido de patriotismo, y dentro de los pocos que tenían capacidad económica para hacer, son los dos que dieron el paso y se mantiene. No hay nadie más. Somos un país pequeño que a nivel de capital, público ni privado, tiene complicaciones para mantener a salvo nuestras empresas estratégicas si vienen inversores externos sobrados de dinero. Si la cotización fuera mucho mayor, sería más sencillo.

El principal problema que existe en España es que no hay nadie que tenga 3.000 millones para sostener a Telefónica

En el caso de Criteria, por haberse mantenido en Telefónica, se le reconoce el mérito de aguantar durante años a pesar de perder dinero por el compromiso con nuestro país y el personal del presidente de Criteria y la Fundación Bancaria La Caixa, Isidre Fainé con Álvarez-Pallete. Ahora, fuentes del mercado indican que Fainé está decepcionado con Alvarez-Pallete porque este no le habría informado de la operación de STC y mientras él se ha mantenido perdiendo dinero con un valor por acción de cuatro euros, «ahora entran los árabes con el precio de 3,2 euros, y ganan dinero», comentan.

José María Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica
José María Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica

Con la posibilidad de ejercer el mecanismo de la «acción de oro» con la excusa de la pandemia, el Gobierno de España ha mantenido a salvo a Telefónica de posibles ataques. Con la Golden Share se evitaba que nadie pudiera comprarla. Sucede que esta práctica es contraria a la legislación europea y se va a acabar en tres meses. Esta protección gubernamental le ha servido al Partido Popular para asegurar que Pallete era demasiado cercano al Gobierno, que, según los populares, le había hecho el juego a Pedro Sánchez y tenían intención de hacer caer al directivo de la telco en cuanto llegaran al Gobierno tras las elecciones de julio. Sin embargo, Feijoo fracasó y, salvo sorpresa, Pedro Sánchez será presidente o habrá elecciones otra vez.

Ahora falta por ver qué opina el consejo de administración y el Gobierno, cuando se reúna y analice la operación. La empresa de la familia real saudí ha comprado el 9,9% de acciones y la multinacional española tendrá que determinar en su momento si la compra es amistosa o no.

La ministra de Trabajo en funciones, Yolanda Díaz, ha mostrado su oposición a que STC obtenga el 9,9% en Telefónica porque es un empresa estratégica para España.