Las falsificaciones de marcas de lujo como Loewe, Gucci, Bimba y Lola, entre otras representa un problema para las empresas productoras y comercializadoras de estas marcas de lujo que ven como esas imitaciones se traducen en pérdidas y no solo monetarias y de reputación, también en el capital humano.
Una actividad delictiva que, aunque las empresas y los gobiernos quieran hacer frente al problema, es imposible no afirmar que las falsificaciones están ganando la batalla, ya que hablamos de un mercado de lujo donde las personas son más conscientes de estar comprando falsificaciones. Con el afán de encontrar imitaciones a precios imbatibles pasamos por alto los vínculos que existen entre la mercancía falsificada y la delincuencia organizada.
LOS CONSUMIDORES CONSCIENTES DE LAS FALSIFICACIONES
La situación es grave y la escala en la que se mueve hacen necesaria, no sólo la persecución legal y policial, sino que se exige un cambio en la percepción social y un cambio de mentalidad de los consumidores que prime la calidad frente a la cantidad, revalorizando el trabajo y el talento. En el mercado de productos de lujo, los consumidores son conscientes de la falsedad de los bienes y son capaces de distinguir un producto original de su réplica por características como el precio, canales de distribución y la inferior calidad de la réplica.
Es importante resaltar que actualmente la calidad de los productos falsificados es cada vez mejor y se acerca a lo que se espera de su producto original. Esto se debe, en gran parte, a la incesante búsqueda de las empresas dueñas de las marcas de lujo por reducir costes, subcontratando la producción. Unas empresas externas que hacen un cambio ‘fantasma’ a sus series de producción para fabricar falsificaciones sin el consentimiento ni conocimiento de la marca.
Ante la probabilidad de que las empresas terceras hagan un cambio ‘fantasma’ y fabriquen imitaciones, es posible que el nivel de consciencia de los compradores respecto a la naturaleza del producto falsificado sea cada vez más bajo, haciendo que en algunos casos las personas compren falsificaciones a precios muy cercanos a los de los bienes originales, aumentando así unas transacciones en el mercado negro y afectando de manera totalmente negativa a la rentabilidad de las marcas originales de lujo.
FALSIFICACIONES DE LUJO POR MENOS DE 30 EUROS
La venta ilegal es un problema palpable en las calles de grandes ciudades como Madrid y Barcelona. En la capital han ocupado varias zonas de la red de Metro para tratar de vender sus productos a los viajeros. Si hablamos de la ciudad condal ocupan los paseos marítimos y las zonas más turísticas como Las Ramblas. Pero ahora el top manta ha pasado a ser el mercadillo de los pueblos donde conseguir un bolso Loewe por 25 euros es factible.
Como bien cuenta una usuaria de Tiktok @evamar ‘vais a flipar’ es lo que dice la cibernauta mientras enseña fotos y vídeos de productos falsificados como ropa interior de Calvin Klein, bolsos de marcas como Loewe o Christian Dior, camisetas de equipos de fútbol, deportivas de muchas marcas. Incluso de marcas que no era algo ‘normal’ ver falsificaciones y ahora ya existen esas imitaciones en mercadillos de marcas como Bimba y Lola o incluso de las Veja.
La usuaria de Tiktok dice textualmente ‘es una auténtica pasada’ e incita a sus seguidores y a los usuarios que vean el vídeo de que si el precio es de 30 euros o menos existe la opción de regatear. Sorprende que sabiendo que son falsificaciones quiera exponer este tipo de mercadillos para que se hagan conocidos y la gente compre imitaciones, sabiendo que está perjudicando a muchas marcas y a la reputación de estás.
El mercadillo del que habla la usuaria de tiktok está en Piles un pueblo que pertenece a Valencia, pero lo sorprendente es que en los comentarios son muchos los usuarios que responden diciendo que existen otros mercadillos de lujo en Barcelona, en Zaragoza y en Oropesa del Mar entre otros sitios. Una venta ilegal que no tiene ningún tipo de control y que deja desprotegidos a los posibles compradores que atenta contra la propiedad intelectual de los productos que ofrecía y provocaba graves daños económicos y competencia desleal fraudulenta con los negocios de las zonas en las que exponen su mercancía.
LAS RAZONES DE COMPRAR LUJO FALSIFICADO
Bien es cierto que las marcas de lujo son caras, pero comprar un bolso original de Loewe o Gucci te asegura que puedas cambiarlo, que si se estropea en el tiempo de garantía establecida puedan darte un nuevo, son materiales de calidad y son empresas que si velan por el capital humano y su trabajador. Porque las empresas terceras no siempre tienen el mismo contrato y convenio que la marca principal, es decir, estás empresas externas pueden poner sus propias leyes y normas.
El mercado de las marcas falsificadas basa su existencia en el deseo de los individuos por las marcas de bienes de lujo. Este hecho sugiere el primer acercamiento a las razones por la cuales las personas toman la decisión de comprar un bien falsificado. Y es que la calidad es un factor que, en la industria del lujo falsificado, pasa a un segundo plano, dejando ver que las personas suelen consumir este tipo de marcas en servicio de objetivos sociales.
Si bien es cierto que las falsificaciones cumplen de primera necesidad, los objetivos de un producto original, no cumplen el más importante que es la obtención de identidad y la experiencia de exclusividad
