Contratos por diferencia: una guía completa

Los contratos por diferencia (CFDs) son un tipo de instrumento financiero que permite a los inversores especular sobre el movimiento de los precios de los activos subyacentes, que pueden ser materia prima, índices, como el US Tech 100 o acciones, entre otros. En esta guía completa, exploraremos cómo operar con CFDs y los diferentes activos en los que se pueden realizar estos contratos.

¿Cómo operar con contratos por diferencia (CFDs)?

Operar con CFDs implica predecir si el precio de un activo subyacente aumentará o disminuirá en el futuro. Es posible acceder a estos mercados a través de plataformas de trading en línea ofrecidas por brókers especializados.

Si el inversor cree que el precio subirá, abrirá una posición de compra (también conocida como «ir en largo»). Por otro lado, si cree que el precio caerá, abrirá una posición de venta (también conocida como «ir en corto»).

Una de las ventajas de operar con CFDs es que se puede apalancar la inversión, lo que significa que solo es necesario depositar una fracción del valor total de la posición. Esto también conlleva un gran riesgo.

¿Sobre qué activos se puede hacer contratos por diferencia (CFDs)?

Los CFDs se pueden utilizar para operar en una amplia variedad de activos subyacentes. Algunos de los activos más populares en los que se pueden hacer contratos por diferencia incluyen:

Acciones: Se puede operar con CFDs sobre acciones de empresas cotizadas en bolsa, como Apple, Amazon, Microsoft o índices bursátiles, como el IBEX 35, el S&P 500 o el FTSE 100.

Divisas: Especulando sobre el tipo de cambio entre diferentes monedas, como el euro, el dólar estadounidense o la libra esterlina.

Materias primas: Como el oro, el petróleo, el gas natural o el trigo.

Criptomonedas: Se permite operar en criptomonedas populares como Bitcoin, Ethereum o Ripple.

Por qué no son recomendables para todos los inversores

Los Contratos por Diferencias son productos de naturaleza compleja y no son adecuados para todos los inversionistas. Por ese motivo, es importante evitar erogaciones que pongan en juego la economía personal, ya que las pérdidas podrían superar sustancialmente la inversión inicial.

Se recomienda contemplar la posibilidad de operar con CFD solo si se cumple con los siguientes criterios: poseer una extensa experiencia en el comercio en mercados volátiles y tener un entendimiento total de su funcionamiento, incluyendo todos los riesgos y costos asociados.

Además, es clave tener conciencia del riesgo del apalancamiento, comprender que la posición podría cerrarse sin considerar la conformidad con dicha decisión y, finalmente, disponer del tiempo necesario para gestionar la inversión de manera activa.