¡Ojo con la multa que te puede poner la DGT por comer o beber al volante!

Las distracciones al volante son la causa del 30% de los accidentes en España, según informa la Dirección General de Tráfico (DGT). De hecho, consultar el teléfono móvil mientras se conduce, maquillarse o fumar se consideran infracciones y conllevan la imposición de una multa.

Lo que quizá muchos no sepan es que beber y comer al volante también puede considerarse una distracción. Aunque no está recogido como infracción en el Reglamento General de Circulación ni en el Reglamento General de Conductores, este detalle puede ser motivo de multa atendiendo a las normas de seguridad vial.

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Entre 80 y 200 euros de multa

Como decíamos, las distracciones en la carretera, se pagan. A veces el precio más caro, pues pueden conllevar accidentes de graves consecuencias. Pensemos que, a una velocidad de 60 kilómetros por hora, recorremos un total de 17 metros en un solo segundo, subiendo a 34 metros en caso de ir a 120 km/h.

Es decir, separar la vista de la carretera un segundo nos lleva a conducir largas distancias a ciegas. Y esto, a su vez, aumenta el peligro de sufrir choques, atropellos, salidas de la carretera y otros imprevistos. Hay que recordar también que la mayoría de incidentes ocurren en los tramos rectos, ya que en ellos solemos relajar nuestra atención y bajar la guardia.

Son muchas las causas por las que podemos dejar de atender a la carretera: leer un mensaje en el móvil, poner la radio, mirar al copiloto o al resto de pasajeros… Y por supuesto, comer y beber. Algo muy común en los viajes largos de verano, pues es totalmente normal que la sed nos invada en un momento dado y sucumbamos a la tentación de coger una botella de agua.

Si bien es fundamental mantenerse hidratado y nutrido en el viaje, también lo es evitar las distracciones. Por tanto, la DGT advierte que en lugar de beber y comer en el coche lo más recomendable es hacer paradas frecuentes. Se dice que lo ideal es cada dos horas aproximadamente, pero en realidad hay que parar cuantas veces sean necesarias, especialmente si llevamos mascotas o personas vulnerables como pasajeros.

Lo cierto es que muchos conductores desconocen que beber y comer al volante puede conllevar una multa, y es que en realidad, no existe ninguna norma registrada que prohíba expresamente esta acción. Sin embargo, si un agente de la autoridad nos ve comiendo o bebiendo al volante puede llegar a sancionarnos.

La explicación la encontramos en el artículo 18 de la Ley de Tráfico y Seguridad Vial, que aborda el tema de la atención al volante.

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Raquel Sanchez
Raquel Sanchez
Periodista y redactora especializada en cine y televisión.