No hay duda de que las manos son una de las partes del cuerpo en las que antes se percibe la pérdida del calor. Por eso, es fundamental protegerse con unos buenos guantes de trabajo cuando se realizan labores que impliquen permanecer en ambientes en los que la temperatura es una cuestión importante. Unos guantes que resisten el calor hasta los 500 grados y el frío hasta una temperatura de -40ºC.s. Estos guantes térmicos, que protegen tanto del calor como del frío harán que, además de sentirte cómodo y protegido, también tengas óptimas condiciones a la hora de trabajar con total seguridad. Eso sí, hay que tener ciertas cosas en cuenta a la hora de encontrar los más adecuados para tus necesidades.
¿Cuáles son las principales características de los guantes térmicos?
Estos guantes se fabrican con materiales capaces de aislar en temperaturas extremas, así mantienen la temperatura corporal aunque estén en contacto físico con superficies heladas o frías. Además, otro de los puntos en los que coinciden es por ofrecer la protección mecánica adecuada dependiendo del tipo de trabajo en el que esté implicado el profesional para proteger las manos de la abrasión, el corte, etc.
¿En qué tienes que fijarte antes de adquirir tus guantes térmicos?
Estos son los factores que debes tener en cuenta antes de decantarte por una clase de guante térmico en particular:
El material
Los materiales más habituales en guantes térmicos para proteger del calor y el frío son el kevlar, la piel, el tejido aluminizado, PVC y látex, entre otros. También pueden estar combinados. Por ejemplo, hay guantes de piel con forro de materiales técnicos como thinsulate, thermolite…
¿Cuál será la frecuencia de uso?
Evidentemente, la fatiga en la mano es recurrente en cualquier trabajo manual por lo que se debe evaluar muy bien qué guantes debe usar cada profesional. En el caso de ambientes extremos de temperatura por frío lo más habitual es recurrir a guantes con un nivel de protección lo más alto posible, que es de grado 4 según la norma EN 511:2006 de Protección contra el frío. .
¿Vas a estar expuesto a la humedad?
También es importante saber si el ambiente de trabajo será húmedo. En ese caso, lo ideal serán los guantes térmicos impermeables como, por ejemplo, los guantes de nitrilo. Los guantes térmicos de piel suelen ser hidrofugados. Y, por otro lado, los guantes térmicos pueden resistir un poco la presencia de humedad, pero no son impermeables.
¿Cuál es tu sector profesional?
Dependiendo de tu actividad laboral, necesitarás guantes con unas determinadas características y, por supuesto, que cumplan con una normativa concreta. Por ejemplo, unos guantes de trabajo que no sean inflamables, que sean capaces de evitar salpicaduras de algún material peligroso o que protejan de los cortes. Algunos de los guantes térmicos más habituales
Estos son algunos de los más utilizados:
Térmicos sin costura
Recomendados para transportistas de mercancía, agricultura, manipulación de alimentos congelados, carretilleros, cámaras frigoríficas, reponedores de zona fría, construcción o trabajos exteriores.
Impermeables
Resisten totalmente al frío y la humedad gracias a su dorso impermeable y se ajustan (generalmente a través de un velcro) para impedir que estos entren a la piel. Están especialmente diseñados para trabajos exteriores a bajas temperaturas.
Para frío extremo sin costuras
Protegen del frío a la vez que proporcionan total movilidad, pero ajustándose también (reduciendo la fatiga de la mano), logrando de ese modo un gran confort.
Como habrás visto, adquirir los mejores guantes térmicos para trabajar en ambientes en los que hay que lidiar con temperaturas extremas depende de varios factores. Esperamos haberte orientado para que los conozcas y puedas elegir aquellos que mejor se adaptan a tus necesidades profesionales.