domingo, 4 mayo 2025

Si tienes en casa alguna de estas luces, ve pensando en comprar unas nuevas ya que las han prohibido

La Unión Europea ha tomado recientemente una decisión que afecta a la mayoría de los hogares españoles. Desde el 25 de agosto, la comercialización de determinados tipos de luces quedará totalmente prohibida como parte de una medida por tratar de promover a eficiencia energética.

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Estas nuevas restricciones afectarán a ciertas clases de tubos fluorescentes y a las lámparas halógenas de pines. El motivo es que, frecuentemente, suelen presentar componentes tóxicos como mercurio, cadmio o plomo. La normativa aconseja sustituir estas luces por iluminación LED.

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Las luces LED: el futuro

Hace tiempo que llevamos oyendo hablar sobre las luces LED como el futuro de la iluminación ecológica y sostenible. Además de carecer de sustancias nocivas, resultan más económicas y menos dañinas para el medio ambiente, pues consumen menos energía y tienen una mayor vida útil.

Tienen una vida útil de entre 20.000 y 50.000 horas, frente a las 2.000 horas de las bombillas tradicionales. Esto hace que tengan que ser sustituidas con menos frecuencia, lo que se traduce en un importante ahorro energético y económico; además, son reciclables.

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Asimismo, este tipo de iluminación está presente prácticamente en cualquier establecimiento, abarcando todo tipo de productos: lámparas, bombillas, linternas, luces de vehículos o tiras LED, entre otros. Estas últimas se están convirtiendo en las mayores sustitutas de los clásicos fluorescentes.

También hay que tener en cuenta que incluyen todo tipo de diseños, intensidad y colores, lo que las hace ideales para decorar. Tanto es así que están logrando sustituir a las tradicionales luces de neón.

Otra indiscutible ventaja de las luces LED es la seguridad que aportan a nuestros hogares. Al alimentarse de corriente continua de baja tensión, minimiza enormemente el riesgo de accidentes domésticos por chispazos y electrocución, evitando por ejemplo las descargas. Asimismo, al producir poca emisión de calor ayudan a prevenir los incendios.

También son más resistentes que las bombillas tradicionales, pues no presentan filamento en su interior, por lo que soportan fuertes golpes sin llegar a romperse. Y siguiendo con los beneficios, las luces LED pueden ser utilizadas mediante la aplicación de baterías o de generadores secundarios, lo que las hace perfectas para iluminación de emergencia.

Otra ventaja es que emiten menos calor, siendo ideales para las épocas de calor. Sin embargo, no por ello producen una imagen menos nítida; es más, evitan inconvenientes como el molesto parpadeo. También suelen incluir la posibilidad de modular la intensidad y el tono de luz dependiendo de nuestros gustos y necesidades, algo menos frecuente en los métodos de iluminación tradicionales.

Como podemos ver, las nuevas restricciones de la Unión Europea nos harán perder algunas de las luces que llevan iluminando nuestros hogares durante décadas, pero las nuevas tecnologías más saludables y sostenibles ya han llegado para sustituirlas.

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