Monasterio de San Juan de Gaztelugatxe, País Vasco: conoce la mítica isla de fuego con su monasterio en la cima

Uno de los monumentos históricos más antiguos de España, el Monasterio de San Juan de Gaztelugatxe, se encuentra en la maravillosa localidad de Bakio en la Costa Vasca. Este monasterio límite con el Océano Atlántico se remonta al siglo IX, siendo la última isla de este tipo en la costa norte de Europa. Sin embargo, el gran tesoro de esta isla no es tanto lo que hay en la isla, sino en lo que hay alrededor.

La isla de Gaztelugatxe ha existido desde mucho antes de que se construyera el Monasterio. Durante mucho tiempo, la isla ha sido testigo de la actividad humana, incluyendo periodos de cultura nórdica, cristiana y mucho más temporalmente. La mezcla de límites costeros, monumentos religiosos y paisajes naturales alimentan la magia de esta isla. Esta isla recién descubierta se ha convertido rápidamente en un destino turístico de primera y una experiencia única para los visitantes.

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Fundación e influencia cristiana

El Monasterio de San Juan de Gaztelugatxe se remonta al siglo IX, cuando un monje de nombre Johannis fue designado para construir el monasterio en nombre del rey Alfonso III. El monasterio fue una señal de la fuerte influencia cristiana en la isla. Durante el siglo XI, el monasterio fue destruido durante la Guerra de Independencia de Vizcaya contra Navarra. El monasterio fue reparado durante los siglos siguientes, convirtiéndose en un importante episcopado durante el Virreinato de Bizkaia.

Durante los siglos XIV y XV, el monasterio tuvo tiempo para prosperar y desarrollarse como lugar religioso. Se construyeron varios edificios adicionales, varias iglesias y numerosos refugios para monjes. Durante este periodo, también hubo una afluencia de turistas, que fueron atraídos por el encanto legendario del Monasterio de San Juan de Gaztelugatxe.

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Diego Servente
Diego Servente
Apasionado por la gráfica y la comunicación. Trato de explorar el por qué, el para qué, el dónde, el quién y el cómo de los hechos, ya que es un compromiso con la verdad. Y la verdad lo es todo.