En 2022 Lidl logró apuntalar su posición como tercer operador del sector de distribución alimentaria por cuota de mercado en el país y registró unas ventas netas de 6.079 millones de euros, un 18% más que en 2021. Un incremento en las ventas que se explica por la evolución de la inflación, pero también por el crecimiento orgánico de su negocio en España mediante la apertura de nuevos establecimientos y un aumento del número de clientes como del gasto en las tiendas.
La cadena alemana ha sido una de las compañías a las que mejor le fue en 2022, ya que ha sido la cadena de supermercados que más creció en España. Así, Lidl ha crecido, en estos últimos 12 meses, cinco cifras, lo que ya posiciona a la compañía con un 6% de mercado de cuota en territorio español. Un aumento que también es gracias al gran número de clientes que se han declarado fieles a la marca y a sus productos.
Cada vez son muchos más los consumidores que se lanzan hacer la compra vía aplicación o página web del propio supermercado. En este caso Lidl ha aumentado un 8,5% sus ventas online en el último ejercicio fiscal hasta alcanzar los 1.900 millones de euros, frente a los 1.700 facturados en el año precedente. Actualmente, la cadena alemana cuenta con los servicios de la empresa de reparto GLS, que estos días está enfadando a muchos clientes que se están encontrando con varios problemas en sus pedidos.
LOS ENVÍOS DE GLS PREOCUPAN A LOS CLIENTES
GLS, la empresa de envíos de paquetes nacionales e internacionales y mensajería está en boca de todos este verano por los problemas y errores que está causando en sus repartos, en este caso más concretamente con los pedidos de Lidl. Son varios los clientes que están expresando su malestar con la empresa de reparto vía redes sociales.
«Lidl envía sus pedidos online por GLS. ¿Qué podría salir mal? No tienen ni idea de dónde anda el pedido ni porque no han pasado a entregarlo y mandan un mensaje de que no hay nadie…». Este cliente expresó su descontento tras estar esperando un pedido de Lidl, del cual no tenía información de en qué estado se encontraba y el propio cliente se vio en la obligación de enviar correos a la empresa de envíos ya que Lidl tampoco sabía nada.
«Es la primera vez que compro online y por la experiencia creo que va a ser la última»
La cadena de distribución alemana tras dos días de incertidumbre decidió responder al cliente, «Sentimos leer lo que nos comentas. Para poder ayudarte, necesitamos que nos indiques por mensaje privado tus datos de contacto (nombre completo y correo electrónico) y el número del pedido que empieza por SO o GO. Un saludo».
LOS PEDIDOS ONLINE DE LIDL
Una situación que GLS busca solucionar para que los clientes de Lidl no se vean perjudicados y no decidan dejar de hacer pedidos online. Unos consumidores que pueden tener miedo a comprar por internet y que no les llegue el pedido ya que ambas empresas se ‘laven las manos’ para no hacerse cargo del error y dejan la responsabilidad en el aire.
Si el cliente no sabe dónde se encuentra su pedido y no tiene un seguimiento es muy probable que la próxima vez opte por comprar en otra gran cadena de distribución siendo competencia de Lidl. El consumidor busca fiabilidad máxima para recibir sus compras online y la empresa de reparto no está cumpliendo con el objetivo.
Otro de los problemas más recurrentes son los fallos en la dirección de envío que el cliente si escribe bien pero el transportista defiende que el pedido no se ha entregado porque «no existe la dirección indicada». No toda la culpa es de la empresa de transporte, ya que la cadena alemana debería tener un seguimiento de los pedidos y estar siempre en contacto con el cliente y ser el intermediario entre el consumidor y la empresa de envíos.
La experiencia con ‘atención al cliente’ de Lidl también deja mucho que desear los clientes intentan reclamar y cuentan con una operadora que no tiene competencia y que, como cuenta un cliente a MERCA2, «se dedica a decir que pasa mi queja a un departamento oculto al que no te pueden remitir y además no te devuelven el dinero si el pedido se ha perdido o no llega a tus manos».