Los bancos, las entidades encargadas de salvaguardar nuestro dinero y la gestión de los gastos, son como un familiar incómodo: muchas veces molestan pero forman parte de nuestras vidas. Lo habitual es que funcionen a la perfección tanto para los depósitos y las nóminas como en el caso de la financiación o las pólizas de seguros; sin embargo a veces ocurren errores tan divertidos como lo sucedido a un ciudadano alemán, que sin comerlo ni beberlo recibió una transferencia de 40 millones de euros.
5LA REACCIÓN DE NBANK

Tan pronto como se conoció la noticia, NBank actuó con diligencia poniendo en marcha a todos sus agentes. Cabe señalar que semejante cantidad se destina a grandes operaciones como compra de activos, financiación empresarial y pactos internacionales. Había que poner remedio cuanto antes, también para salvaguardar el prestigio de NBank, que ya era objeto de chascarrillos por toda Alemania.