El análisis llevado a cabo por la Comisión Europea para determinar que compañías suponen un alto riesgo para el desarrollo del 5G en Europa es secreto, así lo ha señalado un portavoz de la CE a la publicación alemana ‘Golem’: “Las evaluaciones de riesgo de los distintos Estados miembros tampoco pueden compartirse ni vincularse”, explicó.
El medio germano destaca que este responsable del organismo europeo no responde con “datos técnicos” a las preguntas sobre el análisis que clasifica a la tecnología de compañías como Huawei o ZTE más peligrosa que la de sus competidores europeos.
En el informe publicado recientemente por la Comisión Europea, que actualiza las recomendaciones o caja de herramientas (toolbox) para los países miembros, simplemente se hace referencia a criterios generales como que “un proveedor esté expuesto a interferencias de un país y legislación no perteneciente a la UE». ‘Golem’ recoge que el portavoz de la CE no respondió sobre qué leyes chinas suponen una amenaza para la integridad de las redes 5G europeas.
El medio además señala que “no hay pruebas concretas” en estos documentos de hasta qué punto estos vínculos existen realmente en las empresas ahora clasificadas como proveedores de alto riesgo y cómo se analizan.
En la misma línea se manifestó Huawei en un comunicado oficial al destacar que “los comentarios de la Comisión Europea no se basan en una evaluación verificada, transparente, objetiva y técnica de las redes 5G”. La evaluación discriminatoria del HRV (proveedor de alto riesgo) no se aplicará a ninguna compañía «sin un procedimiento justificado y una audiencia adecuada”.
Por su parte, ZTE indicó que estas recomendaciones “no parecen responder a ningún riesgo específico. Nuestros productos cumplen con todos los estándares técnicos y regulatorios en los Estados de la UE y no se ha presentado evidencia hasta la fecha que sugiera lo contrario”.
En este sentido, el ministro polaco de Digitalización, Janusz Cieszynski, calificó en la edición polaca de ‘Business Insider’ como “presión informal” sobre los proveedores las últimas recomendaciones de la CE. Se trata de un «comportamiento peligroso» porque la Comisión Europea abandona así su «marco jurídico claramente definido». Y abogó por análisis de riesgos que no mezclen «política y tecnología.