Aunque mayo y junio finalmente han traído lluvias, los intensos aguaceros repentinos combinados con la falta actual de capacidad del suelo para absorber tan cantidad de agua han provocado fuertes inundaciones. El sector de la agricultura es uno de los más afectados ante un cambio climático que cada vez es más notorio.
Los sectores de frutas y hortalizas y vitivinícola constituyen un elemento esencial tanto en la actividad agraria nacional como en la provisión de bienes públicos en el medio rural, y su regulación viene fuertemente afectada por la normativa europea en la materia. La importante sequía que se está produciendo en España en los últimos meses está teniendo una incidencia negativa en dichos sectores por la falta de agua para los cultivos de secano y por las limitaciones, o incluso prohibiciones, de riego para los cultivos de regadío.
Hay que destacar que, desde el inicio del mes de mayo, y solo por pedrisco, se han comunicado siniestros en más de 110.000 hectáreas de hasta 47 provincias. Si sumamos los daños por lluvia, viento o inundaciones, la superficie siniestrada supera las 150.000 hectáreas. Según las cifras que ha publicado el Ministerio para la Transición Ecológica, los embalses en tan solo siete días han tenido un descenso de 393 hectómetros cúbicos, casi un punto menos -una bajada del 0,7%.
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), ha decidido iniciar un procedimiento de consulta pública de un real decreto por el que se van a desarrollar varias disposiciones de próximos reglamentos comunitarios. Un proyecto con unas medidas muy claras, enfocadas en el sector de frutas y hortalizas, también en el sector vitivinícola para que puedan responder a los problemas específicos causados por los fenómenos climáticos adversos y las perturbaciones de mercado. La ciudadanía podrá examinar el documento y formular alegaciones para el proyecto hasta el 24 de julio.
EL SECTOR DE LA AGRICULTURA Y LA ALIMENTACIÓN PIDE AYUDA
Con este real decreto se va a permitir aplicar con rapidez en el país las flexibilizaciones que posibilitarán varios reglamentos comunitarios de próxima aprobación. Serán beneficiarios los productores hortofrutícolas para las ayudas canalizadas y los viticultores, para las autorizaciones de viñedo y ayudas del programa de apoyo para la agricultura y la alimentación.
Tras estas situaciones de incertidumbre, España ha solicitado a la Comisión Europea la puesta en marcha de medidas urgentes para paliar los efectos de la sequía en los sectores de frutas y hortalizas y del vino, con el fin de que la sequía no siga poniendo en peligro el cumplimiento de los requisitos y obligaciones en la normativa de la Unión Europea, y que los productores se puedan seguir beneficiándose.
Los agricultores solo pueden usar sus propios recursos hídricos, que obviamente van a variar considerablemente, ya que pueden tener sus propios embalses donde recogen el agua de la lluvia o propios pozos. También cuentan con los recursos hídricos que proporcionan los organismos oficiales. El problema es que cuando se quedan sin ambos recursos no pueden regar, eso significa perder todo el cultivo o ver como se quedan con una cosecha considerablemente reducida. Ya no es solo a nivel alimentación para ellos es un problema a nivel economía, ya que dependen de sus cosechas para tener luego estos agricultores para comer y vivir.
EL MINISTERIO AVANZA EN LOS TRAMITES DE LOS REGLAMENTOS
La Comisión Europea quiere tramitar este proyecto normativo con urgencia por las peticiones que le han llegado de España. Una de las peticiones más repetidas para los programas operativos de las organizaciones de productores de frutas y hortalizas (OPFH), es la eliminación de restricciones en el uso de los fondos para prevención y gestión de crisis, el aumento hasta el 60% en el nivel de financiación comunitario y la introducción de facilidades para modificar sus programas operativos.
Para calcular el valor de la producción comercializada, podrán tener en cuento los cinco últimos años y eliminar de ellos el mejor y el peor, en vez de los tres últimos. Otro de los sectores que también ha estado afectado por la sequía y los cambios meteorológicos es el sector vitivinícola, donde hay bastantes zonas afectadas y la Comisión atiende la solicitud española en el Programa de Apoyo al Sector Vitivinícola, para las medidas de reestructuración y reconversión de viñedos.
En el Programa de Apoyo al Sector Vitivinícola los vinos que pueden beneficiarse de esta ayuda son aquellos con Denominación de Origen Protegida (DOP), con Indicación Geográfica Protegida o aquellos en los que se indique la variedad o variedades de uva de vinificación. La contribución de la Unión para esta medida no puede superar el 50% de los gastos subvencionables.
La CE ha autorizado flexibilizaciones para modificar sus objetivos y facilitar la ejecución de acciones individuales sin finalizar la operación completa. Estas flexibilizaciones ya se permitieron durante la crisis de la Covid-19, y el ministerio las retoma de nuevo para ayudar al sector vitivinícola.
