La crema de calabacín es una deliciosa receta que despierta la curiosidad de muchos sobre si se puede disfrutar tanto fría como caliente. La respuesta es ¡sí! Esta cremosa y reconfortante sopa puede servirse caliente durante los días más frescos, ofreciendo un plato reconfortante y lleno de sabor. Por otro lado, cuando el clima se vuelve más cálido, esta crema también puede disfrutarse fría, convirtiéndose en una opción refrescante y ligera para el verano. Sea cual sea tu preferencia, ya sea caliente para calentar el alma o fría para refrescar el paladar, la crema de calabacín siempre será una elección acertada para deleitar tus sentidos. A continuación te enseñamos cómo prepararla.
1Las propiedades del calabacín
El calabacín, una hortaliza versátil y nutritiva, posee numerosas propiedades beneficiosas para la salud. Con su bajo contenido calórico y alto contenido de agua, el calabacín es ideal para mantener una alimentación equilibrada y controlar el peso. Además, es una excelente fuente de fibra, lo que favorece el tránsito intestinal y promueve la salud digestiva. Rico en vitaminas A, C y del complejo B, el calabacín fortalece el sistema inmunológico y contribuye al mantenimiento de una piel sana. También contiene antioxidantes que ayudan a proteger las células del daño oxidativo. Incorporar calabacín a nuestra dieta nos brinda un sinfín de beneficios para mantenernos saludables y enérgicos.