Si te encanta veranear en España y estás cansado de los típicos hoteles masificados o de las manidas casas de alquiler vacacionales, deberías echar un vistazo a lo que ofrece Vestige Collection, una nueva marca que engloba auténticas joyas arquitectónicas convertidas en hoteles de lujo asequibles.
Se trata de un nuevo concepto de hospedaje basado en permitir al viajero dormir en edificios emblemáticos del territorio español, los cuales tuvieron un rol primario e inmenso en el pasado y han sido recuperados y rehabilitados histórica, medioambiental y arquitectónicamente. Muchos de ellos, incluso, han sido considerados Bienes de Interés Cultural.
De esta forma, Vestige Collection preserva el patrimonio cultural de nuestro país y además lo pone a disposición de todos, permitiéndonos disfrutar de una nueva experiencia de hospedaje en enclaves únicos de nuestro país.
Alojarse en un palacio ahora es posible
Así, las decenas de joyas arquitectónicas que hay en desuso en los rincones más bellos de España tendrán su segunda oportunidad y todos podremos vivirlas de nuevo. Unas joyas que formaron parte de la historia y la cultura de nuestro país y que ahora están siendo rehabilitadas para convertirlas en hoteles y estates privados, con las técnicas más novedosas y respetuosas con el entorno en el que se encuentran.
Todo ello hace posible que podamos disfrutar de primera mano de auténticas maravillas como el Palacio de Figueras, una finca pensada para alojamiento privado situado en Asturias, o en dos propiedades lujosas y con encanto en la magnética isla de Menorca: Son Vell, un hotel ubicado en una finca de 180 hectáreas rodeada de rincones naturales de singular belleza, y Santa Ana, una encantadora casa de campo pensada para estate privado.
Tres auténticas maravillas de las que ahora podemos formar parte y que se suman a otros 12 hoteles y 13 estates privados que Vestige va a inaugurar en los próximos años en destinos especiales y recónditos de Asturias, Baleares, Extremadura, Galicia, País Vasco y Madrid.
Un arduo proceso de restauración
¿Y cuándo estarán disponibles todas estas 25 propiedades? Vestige no se pilla los dedos con fechas, ya que hay que tener en cuenta que cada proyecto de restauración, rehabilitación y adaptación lleva entre 5 y 8 años de duración. Obviamente, sería más sencillo adquirir propiedades sin valor histórico, hacer una reforma y listo, pero al tratarse de bienes culturales abandonados o en desuso, el proceso es muchísimo más complejo.
De hecho, en cada rehabilitación trabaja muchísima gente, desde historiadores, arquitectos y museístas —imprescindibles en este tipo de edificaciones—, a artesanos, paisajistas, interioristas, iluminadores y artistas, pasando por autoridades, instituciones, académicos y la propia población de la región la que se encuentra la propiedad.
Todos ellos contribuyen a que cada hotel y estate privado sea especial, diferente y único, gracias a años de dedicación y a la utilización de sistemas tradicionales de construcción y de materiales locales, lo que permite a artesanos experimentados restaurar y transformar las propiedades en auténticas maravillas para ponerlas al servicio de un tipo de cliente que busca sofisticación, lujo sereno y experiencias enriquecedoras.
