El 28M amenaza el futuro de las televisiones autonómicas de la Comunidad Valenciana e Islas Baleares

El cambio de ciclo político iniciado el 28M ha teñido España de azul y previsiblemente implicará movimientos en la cúpula de al menos seis televisiones autonómicas: Aragón TV, Televisión Canaria, Canal Extremadura, Telemadrid, IB3 (Islas Baleares) y À Punt (Comunidad Valenciana).

Estas dos últimas incluso están amenazadas por el cierre que pretende Vox, clave en que el Partido Popular recuperé dos autonomías que perdió en 2015 tras los numerosos casos de corrupción que protagonizó en el Mediterráneo.

Es cierto que la formación que lidera Santiago Abascal ya prometió cerrar Canal Sur tras el cambio político en Andalucía en 2018. Pero el dirigente ultraderechista desconocía que la viabilidad de la televisión autonómica estaba garantizada en el Estatuto de Autonomía.

CAMBIOS

Se presumen cambios en varias teles autonómicas tras las elecciones. Quizá no se noten demasiado en Aragón TV (11% de share en mayo), ya que PSOE y PP, en los varios cambios de color político que ha vivido la autonomía, han respetado la autonomía de este medio público.

Más problemas puede haber en la Televisión Canaria (5,9% de share) y el Canal Extremadura (5,9%), ya que las anteriores gestiones de Coalición Canaria y el Partido Popular, respectivamente, estuvieron marcadas por la manipulación y el escándalo.

El giro electoral conservador también afectará a Telemadrid (5,5% de share), que podría quitarle el cartel de interino a su presidente, el comisario político ‘popular’ José Antonio Sánchez.

AMENAZA DE CIERRE

La amenaza de cierre se cierne sobre dos televisiones autonómicas: la balear IB3 (5,4% de share) y la valenciana À Punt (3,2%). Y es que Vox ha prometido clausurar ambas señales con la intención de ‘ahorrar’.

El portavoz adjunto de Vox en Les Corts de la Comunidad Valenciana, José María Llanos, aseguró que su partido pretende «fomentar la iniciativa privada y la colaboración entre la administración y las empresas privadas que ya hoy en día pueden dar el servicio público».

Llanos había escrito anteriormente un tuit molesto por un reportaje sobre la Batalla de Almansa: «Hola À Punt. Sois un insulto a los valencianos. Un desperdicio del dinero de todos y una máquina de adoctrinamiento separatista. Aprovechad lo que os queda en el convento, que os vamos a cerrar».

«Las televisiones públicas en general, y en especial À Punt, es una televisión al servicio único y exclusivo del gobierno, de turno en este caso del gobierno del señor Ximo Puig», añadió el parlamentario de Vox.

Eso sí, Llanos posteriormente contextualizó su propósito: «En todo caso, como hemos dicho siempre y seguiremos diciendo, si tuviéramos el gobierno único y exclusivamente desde Vox, aplicaríamos directamente nuestro programa, que no ha cambiado desde el primer minuto. Si tenemos que gobernar con otros, pues evidentemente tendremos que llegar a los acuerdos que hagan falta».

El PP valenciano prometió que «no pretende cerrar ninguna televisión», que es algo que intentará la formación de Núñez Feijóo en Baleares a pesar del interés de Vox en cerrar IB3, que esta temporada ha emitido dos afilados retratos de la corrupción pretérita en las islas.

La televisión balear, para enfado de las formaciones conservadoras, emitió la serie de ocho capítulos ‘Sicília sense morts’, basado en el best seller de Guillem Frontera. A este thriller se le unió el documental de cuatro capítulos ‘Munar. Poder, corrupció, presó’ que versó sobre Maria Antònia Munar, expresidenta de Unió Mallorquina y ‘dueña’ de las islas durante décadas tras pactar con ambas trincheras ideológicas antes de ser encarcelada por corrupción.

El líder de Vox en Baleares, Jorge Campos, asegura que son «críticos con la continuidad de IB3 por su politización extrema y su sectarismo, y eso no es culpa de los trabajadores» y prometió dedicar los 40 millones de euros anuales invertidos en la radiotelevisión pública en estimular la producción y medios privados.