EiDF, ¿un reguero de impagos a instaladores para abonar los pagarés?

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El caso de EiDF, suspendida de cotización desde el pasado 14 de abril, no deja de sorprender a propios y extraños. A los parques fotovoltaicos sin placas, como el Calzada de Oropesa, la joya de la corona de la compañía, cuya valoración supera los 1.700 millones de euros a la espera del informe definitivo de auditoría, se le suma ahora la instalación de placas solares fotovoltaicas «recicladas», «de segunda mano» e incluso con el «cambio de etiquetado» de las mismas.

Así lo han asegurado fuentes conocedoras de la instalación de dichas placas solares en decenas de parques fotovoltaicos, cubiertas y diversas obras a MERCA2. Las mismas fuentes acreditan que han trabajado con EiDF durante años y que su facturación dependía en un alto porcentaje de los pagos de la empresa comandada por Fernando Romero, como cabeza ejecutiva visible, y Óscar Antonio Romero, hermano del primero y al que se le conoce como el verdadero gestor de la firma.

LOS COLOCADORES DE PLACAS FOTOVOLTAICAS REDUCEN SU EXPOSICIÓN A EIDF

Según las declaraciones de las fuentes consultadas por este medio, la compañía aseguraba que eran placas nuevas, pero el equipo de instalación atestigua que se llegaba a colocar una pegatina encima del verdadero fabricante para tapar el origen. «Para este cambio se utilizaron pegatinas», según han asegurado.

La empresa no pagaba a los colocadores de las placas solares

Una de las empresas especializadas en la instalación de placas solares «rebajó la exposición a EiDF» en su facturación debido a una «serie de problemas con los Romero». «La empresa no pagaba a los colocadores de las placas solares», han asegurado las mismas fuentes.

Fernando Romero, presidente de EiDF, tocando la campana
Fernando Romero, presidente de EiDF, tocando la campana

«Tiene cientos de colocadores a los que se les debe dinero», han afirmado. Para evitar el pago, la empresa pone todo tipo de excusas, como una mala instalación de las placas, una ubicación errónea… «Me dejaste esta parte sin hacer» o «esta parte la he tenido que realizar otra empresa» eran dos de las frases más repetidas por los Romero para esquivar el pago de estas facturas.

EIDF NIEGA LA MAYOR

Desde EiDF niegan la mayor y asegura que en caso de haber discrepancias con algunas subcontratas sería «algún caso puntual». La empresa afirma que está afrontando los vencimientos de los pagarés y asegura que se están realizando los pagos corrientes, sin tener que acelerar las obras. «EiDF ha cubierto todas las emisiones de pagarés», han sostenido.

«En el caso de que hubiera discrepancias con algún contratista sería un caso puntual», han señalado. Según las fuentes de la compañía, «el 90% de las contratas trabajan con EiDF desde hace muchos años».

LOS COLOCADORES DE PLACAS EVITAN INTERPONER RECLAMACIONES A EIDF

El ‘modus operandi’ es coger obras por toda España, llamar a los colocadores de estos elementos fotovoltaicos y esquivar el pago de esta mano de obra. Cabe recordar que las empresas de instalación incurrirían en un presunto delito en caso de destrozar la obra ya realizada. «No cobran, pero tampoco hay reclamaciones para resarcir el impago», afirman las mismas fuentes.

Para pagar los pagarés el pasado 16 de mayo, la compañía puso en marcha un plan de urgencia para terminar obras retrasadas por un importe total de 6,5 millones de euros. Aquel día, la compañía comunicaba el pago de 7,5 millones para hacer frente a la deuda que vencía en esa fecha. «Se llamaron a decenas de colocadores e instaladores para poder cobrar esas obras y abonar las deudas», aseguran las mismas fuentes.

«EiDF tiene numerosas obras inacabadas», continúan las mismas fuentes, como ha ocurrido en el caso de Calzada de Oropesa (Toledo), la joya de la corona de la compañía. En ese parque, el más grande de la empresa, no hay una sola placa fotovoltaica y jamás se había instalado alguna, según aseguran varios testigos consultados por MERCA2.

Cabe señalar que EiDF tiene prohibida la emisión de pagarés y deuda hasta obtener el permiso para volver a cotizar en el parqué. En este sentido, la compañía emitió este tipo de deuda en el Mercado Alternativo de Renta Fija para poder financiarse por un importe de 34,4 millones, un montante al que está haciendo frente «a costa de dejar a deber pagos a los instaladores», según afirman las mismas fuentes consultadas. De esta forma, EiDF ha logrado sortear el primer pago importante de los pagarés.

ORDEN Y PETICIÓN PARA NO VENDER ACCIONES

La compañía EiDF aún no ha presentado sus cuentas tras la negativa de PwC a firmar los números correspondientes al ejercicio 2022. Desde hace mes y medio, la compañía ha comunicado el pago de estos pagarés y la compra de las empresas participadas por el fondo Sinia, una opción contemplada en el contrato.

Las fuentes, muy próximas a empresas que han trabajado con EiDF, muestran su preocupación también por las acciones que poseen de la cotizada. En este sentido, algunos de ellos han realizado inversiones importantes y tienen la «orden» o «petición» de los Romero para evitar la venta de acciones desde que las compraron a pesar de la fuerte subida registrada desde la salida a Bolsa, más de un 2.000%, hasta alcanzar esos 1.720 millones de euros.

PRECIOS INFLADOS

No obstante, la buena marcha contrastaba con los constantes cambios de auditores. El primero de ellos llegó unos meses después de tocar la campana. En diciembre de 2021, la oficina de Auren Auditores en Vigo «renunció» a EiDF. La compañía no explicó los motivos de la ruptura ni se dieron los motivos concretos por los por ello, pese a que el contrato era por tres años, hasta este mismo 2023. Ese mismo mes, Romero selló el acuerdo con Crowe, que realizó la auditoría correspondiente al ejercicio 2021 y una «limitada» a cierre del primer semestre de 2022, con una escasa profundidad, sin llegar siquiera al nivel de una «due dilligence».

Otras fuentes consultadas por este medio aseguraron que la valoración de EiDF en el momento de salir a Bolsa «estaba inflada». «Los tornillos con precio de un céntimo se valoraron en balance a un 1,04 y 1,25 euros», señalaron. Es decir, más de 100 veces más de su valor real. No es la única valoración hinchada.

«Todos los datos de la salida a Bolsa fueron falsos», afirman. Desde el almacén, hasta los stocks e incluso el número de empleados, «cuya cifra se multiplica por 10». Por el momento, EiDF aún no ha dado a conocer el resultado de la auditoría, que versa sobre empresas, socios y clientes vinculados a la compañía para esclarecer los puntos que se negó a firmar PwC.

Álvaro J. Medina
Álvaro J. Medina
Madrileño en Barcelona. Apasionado de la actualidad política, la Economía y empresas. He pasado por el grupo Intereconomía y Vozpópuli. Ahora, en MERCA2.es, INVERSIÓN.es y MONCLOA.com para seguir informando. "Si no lo puedes explicar, es que no lo sabes". Si tienes algo que contarme: alvaro.medina@merca2.es