La toxicidad del plástico aumenta con el reciclaje, advierte Greenpeace

El reciclaje de plástico aumenta los niveles de toxicidad de este material y no debe considerarse como una solución a la contaminación global, ha advertido la organización defensora del medioambiente Greenpeace antes de la última ronda de negociaciones para un tratado internacional de plásticos.

«Los plásticos son inherentemente incompatibles con una economía circular», se lee en un informe publicado por Greenpeace que recopila una serie de investigaciones que muestran que los plásticos reciclados son más tóxicos que sus componentes vírgenes.

La descomposición de los plásticos para reciclar dispersa la contaminación de micro plásticos en el medio ambiente

En 2022, representantes de 173 países acordaron desarrollar un tratado legalmente vinculante que cubra el «ciclo de vida completo» de los plásticos (desde la producción hasta la eliminación) y que se negociará durante los próximos dos años.

humanos ingieren microplásticos

PLÁSTICOS NO CABEN EN ECONOMÍA CIRCULAR

La próxima semana se reunirán en París para conversaciones que ya han sido criticadas por excluir a las comunidades de los países en desarrollo perjudicadas por el vertido y la quema de desechos plásticos y a los recicladores marginales.

Sin esas voces, el temor es que las negociaciones se vean influenciadas por los intereses corporativos 

«La industria del plástico, incluidas las empresas de combustibles fósiles, petroquímicas y de bienes de consumo, continúa presentando el reciclaje de plástico como la solución a la crisis de contaminación por plástico», dijo Graham Forbes, quien dirige la campaña global de plásticos de Greenpeace USA.

Pero… «la toxicidad del plástico en realidad aumenta con el reciclaje. Los plásticos no tienen cabida en una economía circular y está claro que la única solución real para acabar con la contaminación por plástico es reducir masivamente la producción de plástico», asegura Forbes.

La doctora Therese Karlsson, asesora científica de la Red Internacional de Eliminación de Contaminantes (IPEN), ha declarado también que los plásticos se fabrican con productos químicos tóxicos y estos no desaparecen simplemente cuando se reciclan los plásticos. 

«La ciencia muestra claramente que el reciclaje de plástico es un esfuerzo tóxico con amenazas para nuestra salud y el medio ambiente a lo largo de todo el proceso de reciclaje», concluye Karlsson.

CONSUMIMOS UNA TARJETA DE PLÁSTICO POR SEMANA

Por si esta mala noticia no fuera poca, les cuento también que desde hace décadas estamos ingiriendo y respirando plástico a diario. Es un hecho ya verificado por estudios científicos.

Para ser exactos, consumimos el equivalente a una tarjeta de crédito plástica por semana, según el director del equipo de Química Analítica Aplicada de la Universidad de La Laguna (Tenerife), Javier Hernández Borges

Su afirmación es respaldada por un estudio del WWF (World Wildlife Fund), según el cual lo seres humanos estamos consumiendo micro plásticos a través de múltiples vías, incluida el agua que bebemos, los alimentos que comemos y el aire que respiramos. 

Por su parte, los investigadores que publicaron el estudio «El Consumo Humano de Micro plásticos» en la revista Environment, Science and Technology, liderado por el biólogo Kieran Cox (Universidad de Victoria), concluyó que en Estados Unidos las personas están consumiendo entre 74.000 y 121.000 partículas micro plásticas por año, dependiendo de su edad y sexo.

«Nuestro análisis se basó en los datos de 26 estudios distintos. Por lo que, al evaluar aproximadamente el 15% de la ingesta calórica de los estadounidenses, se reveló información importante sobre el consumo de microplásticos», declaró Cox en un texto de la Asociación Americana de Química.

MICRO PLÁSTICOS HASTA EN PLACENTAS HUMANAS

Se han hallado micro plásticos hasta en placentas humanas, como reportó Science Direct en enero de 2021, en el estudio Plasticenta, desarrollado por Antonio Ragusa, Alessandro Svelato, Criselda Santocroce y otros.

Este equipo evaluó seis placentas de mujeres que dieron su consentimiento para analizar sus embarazos fisiológicos con Microspectroscopía Raman

«En total, se encontraron 12 fragmentos micro plásticos, de forma esférica o irregular, en 4 placentas (…) Todos estaban pigmentados. Tres fueron identificados como polipropileno teñido, un polímero termoplástico, mientras que para los otros nueve solo fue posible identificar los pigmentos, que fueron utilizados para revestimientos artificiales, pinturas, adhesivos, yesos, pinturas para dedos, polímeros y cosméticos y productos de cuidado personal», precisaron

Así que el problema de los micro plásticos no es micro, sino macro, y representa un riesgo para la salud humana del que sabemos muy poco. La revista Science publicó una revisión de las incógnitas que rodean a estas micropartículas

EN EL AIRE DE ZARAGOZA LOS CAPTAN TAMBIÉN

La Universidad de La Laguna (ULL) de Tenerife tiene desde hace años a uno de los equipos científicos que está desarrollando investigaciones sobre micro plásticos en España y que pretende despejar dudas sobre los impactos en la salud de estos diminutos enemigos.

 «Cuando en 1972 los investigadores E. J. Carpenter y K. L. Smith alertaron en un artículo de la revista Science sobre la presencia de partículas de plástico de pequeño tamaño en medio del Atlántico Norte (Mar de los Sargazos), la comunidad científica no se mostró especialmente alarmada a pesar de lo insólito que resultaba encontrar estos diminutos fragmentos en un punto oceánico tan alejado de cualquier población», precisan.  

Richard Thompson, de la Universidad de Plymouth, fue el primero en denominarlos «microplásticos» en 2004

A raíz de su trabajo quedó establecido que se trata de partículas con un tamaño inferior a 5 milímetros, muchas de ellas nanométricas e imperceptibles a simple vista.

«En ese momento la comunidad científica despertó y desde entonces se ha producido un crecimiento exponencial de artículos sobre el asunto. Solo en 2019, hubo unos 800 trabajos centrados en el problema. Hay volúmenes de revistas completos dedicados al tema e, incluso, existe un congreso internacional llamado Micro, que desde 2016 se celebra cada dos años en Lanzarote», informa la ULL.

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Javier Hernández Borges, de la Universidad de La Laguna

Un estudio de la Universidad de Zaragoza acaba de encontrar también la presencia de fibras de polietileno, tereftalato, poliamida y poliestireno, suspendidas en el aire de la capital aragonesa, al igual que ocurre ya en Madrid y numerosas ciudades de todo el mundo.

Eso se desprende del estudio realizado sobre aerosoles atmosféricos en el año 2022 por investigadores del grupo Química y Medio Ambiente, que lidera Jesús Anzano, catedrático de Química Analítica, y que ahora publica la revista científica de Química Analítica Aplicada, Talanta.

«Aunque el aire de nuestra ciudad es relativamente limpio, tal como se desprende de los controles medioambientales del Gobierno de Aragón y Ayuntamiento de Zaragoza, queremos reflexionar en que existe un gran acúmulo de bolsas de plástico en zonas muy concretas de nuestra ciudad, que posteriormente se convertirán en micro plásticos, que respiraremos o que viajarán a largas distancias para contaminar otras zonas», señala Jesús Anzano, investigador principal del Grupo Química y Medio Ambiente.

MICRO PLÁSTICOS EN EL MAR

Algunos asocian también los procesos de reciclaje de plásticos pueden ser otro componente importante del micro plástico presente en el aire. Y el plástico que llega al mar, con el paso del tiempo, también se fragmenta y muchos peces y seres vivos marinos se alimentan de ellos también. Peces que luego llegan a las mesas de los platos que nos comemos.

Como los plásticos no son biodegradables, solo se desintegran en partes más pequeñas y por eso los microplásticos han podido inundar todos los entornos medioambientales

El equipo de Química Analítica Aplicada de la ULL se ha enfocado en los micro plásticos desde su fundación en 2018. Y no solo en las playas de Tenerife, sino en todas las islas Canarias y en otros sectores de España.

El efecto de los microplásticos ingeridos o inhalados sobre la salud humana es algo que todavía se está intentado averiguar, anota el químico. «Se ha visto que en algunos peces produce un cierto estrés oxidativo y en otros afecta al crecimiento, pero son datos que la comunidad científica todavía está analizando».

Además, ya se sabe que los micro plásticos, sobre todo en el medio marino, son capaces de retener contaminantes persistentes, como los bifenilos policlorados (que están prohibidos), los herbicidas organoclorados (la mayoría también prohibida) e incluso hidrocarburos aromáticos policíclicos, entre otros.

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LEGISLACIONES PROACTIVAS

A pesar de la falta de certezas científicas sobre los efectos tóxicos en la salud humana, algunos países han tomado ya medidas y hasta han legislado para prohibirlos. El Parlamento Europeo, por ejemplo, aprobó una estrategia dirigida a mejorar la gestión del plástico en la Unión Europea, en la que plantea que para 2030 todos los envases de plástico sean reciclables.

Los eurodiputados pidieron a la Comisión Europea que introdujera una prohibición a escala de la Unión para eliminar la agregación de micro plásticos de manera intencionada en productos como cosméticos y detergentes de manera inmediata.

También exigieron tomar medidas para minimizar la liberación de micro plásticos de textiles, neumáticos, pinturas y colillas de cigarrillos

El Parlamento respaldó una prohibición de la UE de ciertos productos plásticos de un solo uso, que constituyen el 70% de los desechos que llegan al mar y que tienen disponibles sustitutos no plásticos.

Asimismo, estos parlamentarios añadieron a la lista de artículos que deben prohibirse los productos de plástico oxo-degradables, que son plásticos convencionales que se descomponen fácilmente en pedazos pequeños debido a los aditivos y contribuyen a la alarmante contaminación micro plástica en los océanos. En 2015 también votaron a favor de una restricción de bolsas plásticas ligeras en la Unión Europea. En Estados Unidos y Japón se han avanzado también iniciativas similares.

Confiemos en que no sea demasiado tarde y que la capacidad de respuesta de nuestras comunidades científicas, la velocidad de nuestros innovadores tecnológicos para desarrollar nuevas capacidades y la voluntad política de los líderes mundiales que tienen el poder y pueden poner cota a la industria plástica, sea oportuna y permita sanar al planeta, salvarlo.

Marianela Palacios
Marianela Palacios
Periodista especializada en economía y finanzas con posgrados en Comercio Internacional y Ciencia Política.