La compraventa de casas y la firma de hipotecas vuelve a sufrir una caída en marzo, la segunda consecutiva. La adquisición de viviendas sufrió un descenso interanual del 5,7% hasta las 55.778 operaciones, según datos del INE. Enfriamiento que hace cada vez más necesario distinguirse y destacar dentro de toda la oferta existente.
Además, tal y como ha anunciado hoy el Banco Central Europeo (BCE), las perspectivas para la inversión en vivienda en la zona euro «son débiles» y podrían empeorar con el tiempo como consecuencia del endurecimiento de las condiciones de financiación a raíz de las subidas acometidas en los tipos de interés.
Pero ello, cuando se toma la decisión de poner en venta un inmueble es importante hacer un estudio exhaustivo del mercado con el objetivo de valorar el precio de forma ajustada y precisa, pero sin depreciar nuestra vivienda. “Es una acción esencial que nos permitirá ajustarnos a las demandas del mercado y, por tanto, no pasar desapercibidos por una mala elección del precio” afirma Xavier Aránega, socio de la Inmobiliaria Revel.
Precio: clave principal en el proceso de venta
De hecho, tras la aprobación de la Ley de la Vivienda, es esta cuestión una de los principales motivos que está llevando a muchos propietarios a decidirse por vender sus inmuebles frente al alquiler de larga temporada. Aránega sostiene que el precio es mayor influenciador en el proceso de venta, por lo que es importante marcar un precio correcto desde el inicio para evitar generar una barrera de entrada al potencial cliente.
“Los propietarios confunden lo que «necesitan» con el valor real de la vivienda, por lo que es crucial saber explicar bien este concepto para poder fijar un precio correcto de salida”, explica Aránega. Ajuste de precios que, según explica, suele oscilar entre un 5% y un 10% dependiendo del grado de interés de la compradora y la capacidad del vendedor para aguantar una oferta mayo o menor.
Adaptarse a las nuevas tendencias
Una tendencia cada vez más en alza es convertir una vivienda en dos pisos, o incluso en más, dada la situación del mercado inmobiliario y la demanda de inmuebles de menor tamaño para uso unipersonal. Suele hacerse en unifamiliares, casas de pueblo y en los pisos antiguos de gran tamaño que existen en los barrios señoriales de algunas ciudades españolas. “Los pisos en el pasado tenían una mayor superficie que los pisos que se construyen a día de hoy. Las familias se han reducido y hay demanda de pisos pequeños para gente que vive sola o en pareja, sin hijos”, comenta Jaime Salvá, arquitecto y director de la firma Jaime Salvá Arquitectura & Interiorismo.
“Dividir un piso grande en dos es una muy buena idea de negocio»
Así la segregación de viviendas de gran tamaño está despertando el interés de propietarios e inversores tanto para facilitar la venta como para incrementar ganancias. “Dividir un piso grande en dos es una muy buena idea de negocio, porque en igualdad de metros cuadrados, siempre tiene más valor dos unidades de vivienda que una única con la misma superficie”, añade Jaime.
El único problema es la dificultad a la hora de conseguir dividir una unidad de piso en dos unidades ya que los tramites no siempre resultan sencillos. Dependiendo de la normativa local, las condiciones exigidas pueden variar. “Hay que tener en cuenta que hacerlo implica crear una vivienda que no existía. Esta nueva vivienda tiene que cumplir todas las normativas a día de hoy, a pesar de que el edificio pueda ser antiguo. La mayoría de veces, este número de viviendas, ya está agotado, lo cual impide poder añadir una nueva”, explica Jaime.
La zona importa, pero no es crucial
La zona es importante pero no es el único factor determinante para vender la vivienda más rápido, “aunque es cierto que influye, hay muchos otros factores que pueden afectar el proceso de venta” sostiene Aránega. En resumen, las mejores zonas de las ciudades suelen tener más posibilidades estadísticas de vender un piso más rápido, pero no es una regla absoluta.
Sin embargo, la tendencia está cambiando, ciudades como Madrid o Barcelona estén experimentando un cambio de tendencia en la demanda de viviendas en alquiler. Así, los municipios más demandados para arrendamientos inmobiliarios en este primer trimestre se localizan en la periferia de las grandes ciudades como Madrid y Barcelona, perdiendo preminencia el centro de las grandes ciudades.