Los bancos de todo el mundo mantienen todavía la incertidumbre que vivieron hace unas semanas tras el colapso de varias entidades norteamericanas como First Republic o Silicon Valley Bank (SVB) y en el caso de Europa, la compra de Credit Suisse por parte de su homólogo suizo UBS. Tras el terremoto financiero que sufrieron las bolsas y muy especialmente durante el mes de marzo, parece que volvió la calma pero algunos analistas no lo ven así.
Es el caso de lorian Späte, estratega de bonos senior, Generali Investments, ya que según su valoración, considera que: «A pesar de la normalización de algunos indicadores, sigue habiendo mucha tensión en el sistema. Aunque aparentemente es difícil hacer una previsión sobre el momento y el alcance de las futuras turbulencias, suponemos que las distorsiones tenderán a aumentar en las próximas semanas«
Añade asimismo que: «No ven sostenible el aumento de los rendimientos de la deuda pública y esperan un descenso moderado de los rendimientos en los próximos meses, en un contexto de expectativas excesivas de tipos de interés oficiales y de riesgos duraderos en el sector bancario».
SIN BAJADAS DE TIPOS DE INTERÉS
Lo dejó claro el pasado 4 de mayo el Banco Central Europeo de la mano de su presidenta, Christine Lagarde, al aumentar sus tipos de interés un cuarto de punto porcentual hasta el 3,75% y tras afirmar que «seguirán subiendo en la eurozona ante la fortaleza de la inflación en el sector servicios y el notable incremento de los salarios«.
Por su parte en Estados Unidos, donde el precio del dinero está aún más alto que en el viejo continente, concretamente en el 4,75% tras la última revisión del 22 de marzo, todo ello a pesar de que ya existía mucha incertidumbre por parte de los bancos medianos norteamericanos.
A esto se suma un problema que sigue pendiente de solucionar, el del techo de deuda. La Administración Biden y la oposición republicana no llegan a un acuerdo, aunque el presidente se ha mostrado optimista con el avance de las negociaciones. No obstante, más allá del corto plazo, el techo de deuda se ha convertido en un quebradero de cabeza para el país y promete seguir siéndolo en el largo plazo, lo que pone en tela de juicio su solvencia.
Dennis Shen, director de calificaciones del sector público y soberano de Scope Ratings considera que: «Los riesgos relacionados con el uso indebido del techo de la deuda, en medio de un aumento de la polarización política y del déficit federal en los próximos años, han comprometido la solvencia crediticia de Estados Unidos. El 5 de mayo, en Scope pusimos bajo revisión para una posible rebaja el rating AA de EE.UU».
«La posibilidad no desdeñable de impago temporal de la deuda durante episodios específicos y graves del límite de deuda constituye una vulnerabilidad única entre el grupo de países con altos ratings comparables con EE.UU», señala Shen.
MÁS BANCOS EN RIESGO DE QUIEBRA
Un análisis publicado el 13 de marzo reveló que «el 10% de los bancos tienen pérdidas no reconocidas mayores que las de Silicon Valley Bank«. El análisis revela además que casi 190 bancos, con activos por un total de 300 mil millones de dólares están en riesgo de deterioro si solo la mitad de sus depositantes no asegurados retiran sus fondos. Esto implica que el valor de mercado de los activos de un banco, después de contabilizar cualquier pérdida o depreciación, no sería suficiente para reembolsar todos los depósitos asegurados luego de estos reintegros.
Los autores del informe también enfatizaron que las recientes caídas en los valores de los activos bancarios han aumentado significativamente la vulnerabilidad del sistema bancario estadounidense a las huidas de los depositantes no asegurados.
Puede que todavía sea demasiado pronto para comprender plenamente las implicaciones de la reciente quiebra bancaria, que es la mayor desde la crisis financiera de 2008. Sin embargo, cada vez es más evidente que esta crisis es otro indicio de las fallos fundamentales del sistema financiero actual.
SITUACIÓN DE LOS BANCOS ESPAÑOLES
La situación de los bancos españoles hasta ahora parece razonablemente buena, no sólo por el nivel de beneficios que han presentado durante el primer trimestre de 2023, obteniendo unos resultados positivos de 5.696 millones de euros, un 13% más que en el mismo periodo de 2022. A pesar de ello, a medida que se deteriora el panorama macroeconómico, el Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de España recomiendan prudencia con respecto a las políticas de planificación del capital.
Las subidas de los tipos de interés está permitiendo engordar el margen de los bancos, ya que exigen más a los clientes por los préstamos y créditos pero siguen sin remunerar los depósitos como están haciendo sus homólogos europeos, que ofrecen productos cercanos al 3% con capital garantizado.