Reformas en Sacyr para reducir la deuda

Sacyr prepara el terreno para la salida de su consejero delegado, Manuel Manrique. Así mismo lo ha dejado entrever el propio Manrique en una conferencia con analistas, en la que ha aprovechado para señalar que, a partir de 2025, las funciones que ahora aglutina su figura recaerán en dos personas. Según informa El País, la intención de la constructora sería separar los poderes de la cúpula dentro de los mantras del buen gobierno corporativo adaptados por la empresa.

“Asumimos el compromiso de dividir la actual combinación de presidente y consejero en dos figuras separadas en 2025″, un año y medio, fecha en la cual el actual presidente, que todo apunta será reelegido en la próxima junta de accionistas, tendrá 71 años.

Esta renovación y reforma de la figura presidencial dentro de la compañía se suma al nombramiento de dos nuevas consejeras independientes anunciado por Sacyr la pasada semana. El consejo de administración propondrá en la próxima Junta General de Accionistas, prevista para el 15 de junio en segunda convocatoria, el nombramiento de Elena Monreal Alfageme y Adriana Hoyos Vega, constituyendo un consejo un 50% independiente y ampliando la presencia femenina en este, que actualmente cuenta con cuatro mujeres de los catorce puestos.

Además, el consejo de administración someterá a votación otras propuestas que tienen como objetivo seguir mejorando el gobierno corporativo de la sociedad como limitar el voto de calidad del presidente, reducir estatuariamente de 19 a 15 el número máximo de miembros del consejo y reforzar la figura del consejero coordinador, todo ello en línea para mejorar las prácticas internacionales.

Tal y como han informado fuentes del mercado a El País, este bloque de actuaciones estarían encaminadas a favorecer la entrada en el capital de fondos internacionales dentro del perfil de compañía global en el que la empresa quiere situarse. Actualmente la propiedad es eminentemente local: la familia del empresario Demetrio Carceller, a través de Disa, es accionista mayoritaria (14,59%), seguida de José Manuel Loureda, uno de los fundadores (7,37%) y del grupo del constructor José Moreno Beta Asociados (5%). La excepción sería Bank of America, que el 24 de abril afloró participaciones de otro 5%, actuando como depositario de inversiones estadounidenses.

La empresa mantiene un solido crecimiento el primer trimestre

Esta reforma dentro del ejecutivo se produce en un momento en el que la compañía refuerza su presencia en la Bolsa, donde capitaliza casi 2.000 millones de euros y se prevé el recorrido continúe al alza, impulsada por su estrategia de inversión en activos concesionales.

El EBITDA de la compañía alcanzó los 320 millones de euros, lo que representa un incremento del 32% respecto del mismo periodo de 2022. Las tres divisiones de Sacyr, Concesiones, Ingeniería e Infraestructuras y Servicios, contribuyen al crecimiento del EBITDA, que se ve impulsado por la entrada en operación de varios tramos de autopistas y la buena marcha operativa de los activos. La rentabilidad (margen de EBITDA) de la empresa se situó en el 24,8%, 4,5 puntos porcentuales más que en el primer trimestre de 2022.

Reducir la deuda a la vez que pierde inversión

La constructora ha lanzado un plan de desinversión para adelantar el cumplimiento de su objetivo de reducir su deuda que, a cierre del primer trimestre, se localiza en los 644 millones de euros. En este proceso se incluyen la desinversión de hasta el 100% de Sacyr Facilities y al menos, el 49% de Valoriza Medioambiente aunque, tal y como apunta la propia empresa, se reservan la posibilidad de analizar propuestas por un porcentaje superior, así como la continuación de la rotación de activos no estratégicos de concesiones.

Estos movimientos, según apuntan algunos analistas, podrían estar cifrados entre los 500 y 600 millones, que llevarían al saneamiento de la empresa pero también a su consecuente reducción y perdida de ingresos, entorno a los 850 millones en ingresos que actualmente aportan un resultado de explotación cerca de cien millones de euros. Del mismo modo, Sacyr reducirá a la mitad sus actuales 41.000 empleados.

Esta operación no incluirá otras filiales de servicios como Cafestore, adjudicatario de seis establecimientos gastronómicos en el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas por importe de más de 111 millones de euros; Sacyr Conservación (mantenimiento de carreteras, presas o aeropuertos) y Sacyr Green, que desarrolla proyectos de economía circular.

sacyr deuda Merca2.es

La española es la cuarta mayor firma concesional del mundo, con una cartera de 47.600 millones de ingresos futuros, tal y como apunta la revista Public Works Financing, con 57 activos en funcionamiento en países como España, Italia, Colombia, Chile, EE UU o Brasil.

Una oferta que se ampliará este 2023 con cuatro infraestructuras relevantes: las autopistas en Italia, Colombia y Paraguay, además del Ferrocarril Central de Uruguay. A esto se suman otras ocho adjudicaciones en su catálogo, pendientes de construcción y puesta en marcha. Actualmente, Sacyr cuenta con 69 activos, de los que 57 ya están en operación y12 se encuentran en fase de construcción.

Crecimiento continuado desde el 2022

Sacyr lanzó en octubre 2022 un plan de desinversiones con el que también adelantará a este año el cumplimiento del objetivo de reducir drásticamente la deuda neta con recurso. Capacidad de puesta en servicio de activos.

Detrás de los sólidos resultados de 2022 está la capacidad de Sacyr de poner en servicio nuevos activos concesionales. El año pasado entraron en operación seis infraestructuras muy relevantes: AVO I, Ruta 78 y el Aeropuerto El Tepual en Chile; Mar1 y Rumichaca-Pasto en Colombia y la autopista A3 en Italia.