La depresión posparto es tratable, pero requiere una intervención temprana y un tratamiento profesional adecuado

  • Hasta un 20% de las madres experimentan sentimientos intensos de tristeza, ansiedad, irritabilidad y fatiga que pueden interferir con su capacidad para cuidar a su bebé y funcionar en su vida diaria.

La llegada de un bebé marca un punto de inflexión en la vida de una mujer, su pareja y su familia. A lo largo del embarazo, el parto y el puerperio, se producen importantes cambios hormonales, físicos y psicológicos que pueden generar un estado de vulnerabilidad en la salud mental de la madre.

Aunque el nacimiento de un bebé suele ser motivo de alegría, felicidad y entusiasmo para la mayoría de las mujeres, diversos estudios indican que un porcentaje de ellas experimenta alteraciones emocionales durante el posparto. En estas madres son comunes emociones como la tristeza, la angustia o la ansiedad que, de mantenerse en el tiempo, pueden progresar y derivar en trastornos más graves como la depresión.

Elena De Iracheta Ruiz es psicóloga clínica de la Unidad de la Mujer del Hospital Ruber Internacional, es experta en la prevención, diagnóstico y tratamiento de este tipo de trastornos del estado de ánimo durante el posparto. Ella explica que los cambios emocionales en el posparto suelen ser transitorios, pero afectan a muchas mujeres en las primeras semanas después del parto y en general impiden que la mujer goce de su maternidad. «Muchas veces crean sentimientos de culpa que impiden que la mujer sea capaz de expresar lo que le sucede, es un tema «tabú» en algunos entornos, en dónde está mal visto hablar de este tema porque se supone que la maternidad es sinónimo de felicidad», comenta.

Para la psicóloga es muy importante distinguir entre dos tipos de alteraciones o cambios de ánimo que se pueden presentar en el posparto. «Estos cambios pueden variar en intensidad y duración, y se pueden clasificar en dos categorías principales: maternity blues y depresión posparto«.

Elena De Iracheta Ruiz también es docente y coordinadora del Servicio de Apoyo psicológico de la Unidad posparto de Ruber Internacional.

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Maternity Blues, días azules o disforia posparto

Maternity blues, también conocido como baby blues, es un término utilizado para describir un conjunto de síntomas emocionales y físicos comunes que experimentan algunas mujeres después de dar a luz.

«Es un síndrome leve, normalmente transitorio, que puede presentarse entre el 20 y el 80% de las madres, suele aparecer de 2 a 4 días después del parto y desaparece sin secuelas en dos o tres semanas. Los síntomas más frecuentes son: insomnio, ansiedad, irritabilidad, cambios en el apetito y sentimientos de minusvalía«. Aunque es un trastorno común, no todas las mujeres lo experimentan y la intensidad de los síntomas puede variar.

Si bien no se conoce una causa específica del maternity blues, se cree que puede ser el resultado de una combinación de factores físicos, hormonales y emocionales que ocurren después del parto. Los cambios hormonales del posparto, la fatiga asociada al cuidado del recién nacido, los cambios en la relación de pareja y el estrés generado por la llegada del bebé son algunos de estos factores.

«Al momento del nacimiento de nuestro bebé no somos madres, aún somos mujeres embarazadas que iniciamos un camino en el nuevo rol de madre, algo que requiere tiempo y que, como todo cambio en la vida, genera un estrés que irá disminuyendo en la medida que nos vayamos adaptando«, explica la especialista.

Es importante tener en cuenta que maternity blues es una reacción común y normal después del parto y no es un signo de debilidad o falta de habilidad como madre. Sin embargo, debemos estar atentos a si los síntomas persisten o empeoran, y buscar ayuda profesional para determinar si se trata de depresión posparto.

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Qué es la depresión posparto

La depresión posparto es un trastorno del estado de ánimo más grave y persistente que el maternity blues. «Suele iniciarse 2-3 semanas después del parto con una incidencia entre el 5 y el 22%. Se caracteriza por una depresión melancólica en la que la madre no tiene ganas ni fuerzas para hacer actividades de la vida cotidiana, se siente incapaz de cuidar al bebé y experimenta sentimientos ambivalentes de amor-odio hacia el recién nacido. Esta condición requiere de tratamiento psicológico oportuno por parte de un profesional experto en la materia«.

También puede haber sentimientos de culpa, falta de autoestima y, en los casos más graves, pensamientos recurrentes de muerte o suicidio.

Es importante buscar ayuda profesional si se sospecha que se tiene depresión posparto. La terapia puede ser efectiva para tratar esta afección. El apoyo emocional y la ayuda práctica de la pareja, el entorno familiar y de amigos son útiles en el proceso de recuperación.

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Tratamiento de la depresión posparto

El psicólogo clínico es el profesional de la salud mental capacitado para diagnosticar la depresión posparto y diseñar un plan de tratamiento individualizado de terapia psicológica y posiblemente alguna medicación adecuada.

«Durante las sesiones en consulta hacemos una Terapia cognitivo conductual para reconducir el nuevo rol de madre, que se supone que es algo maravilloso y positivo, pero que en estas pacientes genera una angustia que tiene remedio y las acompañamos a superar. En este proceso las ayudamos a identificar y manejar los factores estresantes y le brindamos estrategias de afrontamiento para reducir la ansiedad y el estrés«.

La Terapia cognitivo conductual es un tipo de terapia de conversación que se enfoca en cambiar los patrones de pensamiento y comportamiento negativos que pueden contribuir a la depresión posparto. Esta terapia ayuda a las mujeres a aprender habilidades para manejar el estrés, controlar la ansiedad y la tristeza, y establecer metas realistas.

«Mediante herramientas de relajación, meditación y respiración ayudamos a las madres a reconducir esos pensamientos negativos y cambiar la forma en que se piensa y se siente en respuesta a las situaciones de estrés. El objetivo es reemplazar los pensamientos negativos con pensamientos positivos o neutrales«.

Identificar y reconducir los pensamientos negativos es un proceso que lleva tiempo y esfuerzo, pero puede ser muy efectivo para mejorar la salud mental y la depresión posparto. El apoyo emocional y la perspectiva de otra persona pueden ayudar a ver las cosas de una manera diferente.