El Banco Central Europeo (BCE) aprieta un poco más las tuercas a Europa, y por ende a España. Esto sucede porque la institución que preside Christine Lagarde ha decidido subir de nuevo los tipos, aunque menos de lo que esperaban en algunos ámbitos. Lo ha hecho en 0,25 puntos hasta el 3,75% y la facilidad de depósito en el 3,25%, la cota más elevada desde octubre de 2008.
ESTADO, EMPRESAS Y FAMILIAS
La clave es si seguirá subiendo los tipos para combatir una inflación que está aún muy lejos del objetivo de 2% del propio Banco Central Europeo. En este sentido, como destaca ‘El Economista’. “la mayoría de bancos centrales han alcanzado ya el tipo terminal (el tope de los tipos en este ciclo de subidas) o lo harán en las próximas semanas o meses. El BCE es, quizá, el que lleva un mayor retraso y, por tanto, podría seguir subiendo los tipos cuando el resto de institutos monetarios han llegado ya a su ‘cima’ o tipo terminal.
La subida de tipos va a complicar la vida a la economía española, a las empresas, a las familias y al propio Estado, que verá cómo se encarece el pago a los acreedores. Está por ver la repercusión en el empleo, que está muy fuerte en España y en la capacidad de pago de los particulares y las compañías.
Está por ver la repercusión en el empleo, y en la capacidad de pago DE LAS EMPRESAS Y LAS FAMILIAS QUE VIVEN EN ESPAÑA
El BCE ha elevado el precio del dinero en 3,5 puntos porcentuales (350 puntos básicos) desde que comenzó la carrera por subir tipos allá por julio de 2022. El movimiento no tiene parangón en la corta historia del euro: «Tiempos desesperados, requieren medidas desesperadas», que decía el economista Nouriel Roubini. Esta vez ha sido una inflación desbocada la que ha forzado a la banca central a implementar una subida de tipos histórica, cuando el BCE hace poco más de un año no preveía ni un solo alza de tipos.
LA APUESTA DE LOS ANALISTAS
Los analistas apostaban en su mayoría por una subida de 25 puntos básicos. Un ejemplo es lo que opinaban en AXA IM. «La subida de 50 puntos básicos está sobre la mesa, pero es, sin embargo, lo que obtendríamos si todos los datos publicados esta semana coincidieran en dibujar un panorama de presiones inflacionistas aún crecientes combinadas con una transmisión limitada del endurecimiento monetario acumulado y las turbulencias bancarias». Por ello, «creemos que 25 puntos básicos es el resultado probable, y nuestra base de referencia», explicó antes de la reunión del BCE el economista jefe en AXA IM, Gilles Moëc.
En este sentido, Moëc. apuntó que la decisión de la Reserva Federal de subir los tipos, «es otra fuente de incertidumbre. «El grado de moderación de Jay Powell sigue sin estar claro. Un Powell muy pesimista podría disparar aún más el euro. Mientras que el BCE en esta coyuntura probablemente esté bastante contento de ver cómo el tipo de cambio frena la inflación importada, una subida demasiado brutal podría convencer a la mayoría del Consejo de Gobierno del BCE de «suavizar la divergencia» con la Fed. «Esta es otra razón para creer que 25 puntos básicos debería ser el puerto de escala preferido, pero la incertidumbre abunda», indicó el economista.
La decisión de la Reserva Federal de subir los tipos era otra fuente de incertidumbre, según AXA IM
Otros analistas se equivocaron en sus previsones. Así, en Bank of America, el economista jefe para Europa, Rubén Segura-Cayuela, apostó por un incremento de los tipos de 50 puntos básicos. “Mientras la inflación subyacente esté en línea con lo que esperamos (o sea más fuerte) y los estándares y los flujos de préstamo no se deterioren más allá de lo que cabría esperar dados los fundamentos macroeconómicos, seguimos pensando que se producirá una subida de 50 puntos básicos. Esto vendría con un énfasis en la dependencia de los datos, una indicación de que todavía hay terreno que cubrir, y una señal clara, de nuevo, sobre la necesidad de un movimiento sostenido a la baja en la inflación subyacente para que hagan una pausa en el ciclo de subidas».
En nuestra opinión, esto significa que el 3,75% es un límite inferior para el tipo terminal, y que el BCE se detendrá en la reunión de septiembre”. “Si la inflación core se debilita más de lo esperado y/o hay señales más preocupantes sobre las normas de préstamo y los flujos, 25 pb es más probable. También hay consideraciones estratégicas en juego que podrían llevar a una subida de 25 puntos básicos”, dijo.
OPINIONES SOBRE LA INFLACIÓN
Sobre la inflación, Moëc comentó que «es probable que tenga una desaceleración muy frágil». «Siempre que la ralentización del IPC subyacente en abril venga acompañada (como esperamos) de un mayor endurecimiento del crédito, incluso una desaceleración pequeña y frágil sería probablemente coherente con que el Consejo de Gobierno se conformara con una subida de 25 puntos básicos», indicó en la previa de la cita del organismo que preside Christine Lagarde.
Sobre la inflación, Moëc, DE axa im, comentó que «es probable que tenga una desaceleración muy frágil»
Sin embargo, el economista advierte de que «a juzgar por la evolución de los últimos meses, una sorpresa al alza de la inflación es, en nuestra opinión, más probable que una mejora de la actividad crediticia». En este caso, Moëc indica que «las palomas probablemente querrían centrarse en lo que está por venir: la evolución del crédito demostraría que el endurecimiento monetario se está abriendo camino en la economía y que el BCE puede permitirse ser paciente y proceder con más cautela». En este punto, el economista apunta que «las palomas se han visto cada vez más desalentadas por la aparentemente imparable aceleración de los precios subyacentes y, basándonos en nuestra percepción del actual equilibrio de poder entre palomas y halcones, en esta configuración 50 puntos básicos probablemente ganarían la partida».