Poco a poco las empresas de energía se han sumado, o en cualquier caso se han visto obligadas a sumarse, a la revolución de las energías renovables. Lo cierto es que ha sido interesante ver como empresas como Repsol o Cepsa hacen las inversiones necesarias para, poco a poco y muy lentamente eso sí, alejarse de los combustibles fósiles y sumar otro tipo de fuentes de energía a su lista de funciones.
Por eso la nueva inversión de la empresa, que tras varios meses pone un calendario a su planta de biocombustibles de Huelva. Es un proyecto que tenía tiempo en el tintero para la empresa, y que finalmente ha sido adjudicado a Técnicas Reunidas. El contrato nos es pequeño, pues se trata de la elaboración de la ingeniería de la mayor planta de biocombustibles de segunda generación (2G) del sur de Europa, que la compañía va a poner en marcha junto a Bio-Oils en el Parque Energético La Rábida (Huelva).
La inversión de hasta tampoco es pequeña. Después de todo se trata de unos 1.000 millones de euros, un monto nada desdeñable y que muestra el compromiso de cara al público de la empresa en estas nuevas tecnologías.
La nueva planta, que utilizará desechos agrícolas y aceites usados de cocina como materia prima, contará con dos unidades de pretratamiento y tendrá una capacidad de producción flexible de 500.000 toneladas de diésel renovable y SAF (combustible sostenible para la aviación), destinada al transporte aéreo, marítimo y terrestre.
Técnicas Reunidas desarrollará la ingeniería, la gestión de compras y el apoyo a la gestión de la construcción de esta instalación, según han informado ambas compañías en sendos comunicados.
En concreto, el alcance de los trabajos adjudicados a Técnicas Reunidas incluye la unidad de combustibles renovables (RFU), la unidad de regeneración de aminas (ARU) y la unidad de aguas ácidas (SWS), así como lo relativo a las unidades de generación de servicios, las interconexiones, el parque de tanques de almacenamiento y las instalaciones de carga y descarga de barcos y cisternas.
Técnicas Reunidas asignará un equipo de más de 180 profesionales expertos y dedicará unas 500.000 horas de personal cualificado para realizar la ingeniería en todas sus fases y los servicios de compras de equipos y materiales del proyecto, con apoyo a la gestión de la construcción a requerimiento de Cepsa.
«. El proyecto se enmarca en la estrategia puesta en marcha por Técnicas Reunidas para el incremento de contratos por servicios», ha subrayado la directora de Tecnología de Técnicas Reunidas, Emilia Arias.
Por su parte, el director de Tecnología de Cepsa, José Manuel Martínez, ha detallado que estas instalaciones producirán 500.000 toneladas de diésel renovable y SAF de manera flexible para descarbonizar la aviación, el transporte marítimo y terrestre.
CEPSA SE SUMA AL CAMINO DE LA DESCARBONIZACIÓN
De esta forma, los combustibles sostenibles desarrollados en esta nueva planta evitarán la emisión de 1,5 millones de toneladas de CO2 anuales, lo que equivale al 30% de las emisiones de la provincia de Huelva.
La utilización de biocombustibles puede llegar a reducir hasta en un 90% las emisiones de CO2 respecto a los combustibles tradicionales, por lo que ambas empresas los consideran como «un elemento clave para habilitar una transición energética justa e impulsar la descarbonización del transporte», especialmente en sectores en los que la electrificación es compleja (carretera, marítimo y aéreo).
Entre otras iniciativas, Técnicas Reunidas ha realizado los servicios de ingeniería para una planta de biometano en Ámsterdam (Países Bajos) y está participando en otro proyecto de igual naturaleza en España.
De su lado, la construcción de esta nueva planta responde al objetivo de Cepsa de liderar la fabricación de biocombustibles 2G en España y Portugal. En 2030, la compañía contará con una capacidad de producción anual de 2,5 millones de toneladas de biocombustibles, de las que 800.000 toneladas serán de SAF, una cantidad de combustible sostenible de aviación suficiente como para sobrevolar 2.000 veces el planeta.
EL SAF CLAVE PARA LA EVOLUCIÓN DE LA AVIACIÓN.
Vale señalar que el tema de los biocombustibles es una de las claves para las aerolíneas en cuanto a su futuro como un medio de transporte que sirva para conectar grandes distancias. La realidad es que a diferencia de otros medios de transporte como los vehículos privados o incluso los trenes la electrificación directamente no es una opción para los aviones, por lo que buscar otras opciones se ha vuelto una prioridad.
Que las empresas españolas trabajen tan rápido en estas tecnologías es una buena noticia. Lo cierto es que la realidad de la industria energética está justamente en momento de transformación, por lo que sumarse a ella será clave para la supervivencia.