En medio de la frondosa Sierra Nevada de Santa Ana se encuentra la Ciudad Pérdida. Esta urbe fue levantada por los indígenas Tayrona alrededor del año 650 d. C. Llegar a ella no es fácil, debido a que sus estructuras antiguas se hallan escondidas en la selva y se necesitan cuatro días para llegar a ellas. Algunos arqueólogos estiman que pudo haber tenido entre mil quinientos y dos mil habitantes.
Esta población está conformada por más de 250 terrazas distribuidas en ocho barrios que se comunicaban a través de una red de caminos empedrados y escaleras en laderas. Para las comunidades indígenas, descendientes de los tayronas, este es uno de los lugares sagrados dentro de los territorios ancestrales y tiene mucha importancia dentro del ámbito de la espiritualidad.