jueves, 12 diciembre 2024

Laporta elude la transparencia en el Espai Barça tras la denuncia de Fiscalía

Joan Laporta, presidente del FC Barcelona, ha pedido a la agencia de calificación Kroll que borre literalmente todo rastro de sus informes publicados del Espai Barça. Hasta ahora, la medidora de riesgos había realizado hasta cuatro informes referidos a la reforma del Camp Nou y por el que el club busca desesperadamente 1.500 millones y la renovación de la deuda dentro de cinco años.

El 65% de la deuda irá a las arcas de la empresa turca Limak para levantar un nuevo estadio tras adjudicarse el concurso con cierta polémica. Y es que, a tan sólo 24 horas de abrir el plazo, el club retocó las condiciones del pliego para eliminar el requisito de haber realizado un estadio de primer nivel. El resto de compañías que acudieron al concurso, como FCC o Ferrovial, tenían solvencia acreditada en ese sentido, pero exigieron un precio más elevado que la constructora otomana.

Laporta no sólo no ha vetado la publicación de próximos informes, sino también de los difundidos hasta el momento

La agencia Kroll ha borrado de su web, «a petición del FC Barcelona», los informes, pero aún se pueden leer en buena parte por Internet, según realizó el jueves en un comunicado. No obstante, la propia medidora de riesgos aún tiene publicados varios comentarios en redes sociales. En MERCA2, de hecho, se pueden conocer los números de estos informes, así como en otras webs especializadas que tienen estos documentos.

El rastro del rating del Espai Barça aún persiste en Internet pese a la maniobra de Laporta
El rastro del rating del Espai Barça aún persiste en Internet pese a la maniobra de Laporta

KROLL SE PLIEGA A LA FALTA DE TRANSPARENCIA DE LAPORTA

Pero Laporta no sólo no ha vetado la publicación de próximos informes, sino también de los difundidos hasta el momento. Todo en un momento crítico para la supervivencia económica del club y en pleno estallido del Barçagate, un caso en el que se investiga si la entidad blaugrana ha pagado a José María Enríquez Negreira para «favorecer» en las competiciones oficiales.

De esta forma, Kroll escondería una rebaja del rating crediticio del Barça, nuevos informes e incluso subidas de la nota de la deuda. No se hará pública ninguna nota respecto al Espai Barça al ser una petición expresa del club y considerar ahora la información de «confidencial», una situación que podría deberse a la presión de los fondos interesados en el faraónico proyecto para que Laporta y su cúpula abonen unos intereses más elevados tras la decisión del Banco Central Europeo (BCE) de aumentar las tasas del euro.

Joan Laporta, presidente del FC Barcelona
Joan Laporta, presidente del FC Barcelona

El Barça se enfrenta a las restricciones propias de un mercado con importantes subidas de los tipos de interés. Los rendimientos a los inversores no serían tan favorables como sí se habría conseguido hace apenas dos años. Pero los continuos retrasos por la pandemia y la falta de una solidez económica han derivado en un escenario más complicado para el Barça.

LA DEUDA DEL BARÇA, A UN ESCALÓN DEL BONO BASURA

El último informe de la agencia se centró en una rebaja del ráting, de BBB+ a BBB, una nota que tuvo cada uno de los tramos de la deuda. Tal eran las exigencias de los bonos, que el FC Barcelona tuvo que recortar la emisión a 1.300 millones, con 200 millones en préstamos bancarios. Para ello, se está hablando con Bank of America para cubrir ese agujero. La negociación se centra también en el vencimiento de dicha deuda, que se rebaja en cinco años. La nota de la deuda se sitúa ahora un escalón por encima del denominado bono basura.

Hasta ahora, el club trata de encontrar intereses favorables, pero, según las fuentes consultadas por este medio, los inversores exigen cerca de un 7% anual, un pago prácticamente inasumible. Laporta y su equipo están tratando de rebajar los intereses, aún sin éxito. La situación es aún más convulsa con las quiebras bancarias que se han sucedido en los bancos de las startups y los fondos de capital riesgo, en los que entraría la deuda del FC Barcelona, no están por la labor de aflojar el dinero a cambio de una rentabilidad inferior a los tipos de interés en EE UU.

Ni la agencia ni el club han dado a conocer si se han modificado las condiciones o si se ha rebajado la nota de la deuda, un posible hecho dada la admisión a trámite de la querella contra Enríquez Negreira y de la denuncia de la Fiscalía, que pide la imputación del club, así como dos ex directivos y dos ex presidentes. En total, la entidad ha abonado 7,3 millones de euros desde 2003 a 2018 desde al menos siete empresas, una de ellas ligada a otro ex directivo de la entidad azulgrana para ocultar los pagos a los socios y desvincularse el nombre de Enríquez Negreira, rompiendo los estatutos y la transparencia.

UNA POLÉMICA DECISIÓN TRAS EL BARÇAGATE

El Consejo Superior de Deportes, La Liga, la Real Federación Española de Fútbol y el Real Madrid han movido sus cartas para personarse en el caso. La UEFA, por su parte, está al tanto de la denuncia y la querella, pero aún no ha tomado decisión alguna, aunque sí ha puesto como ejemplos los castigos impuestos hasta a ocho clubes en Italia, que fueron descendidos de categoría y desposeídos de sus títulos.

Laporta tiene hasta el próximo 31 de marzo para poder cerrar toda la financiación y poder iniciar las obras en el plazo previsto. No obstante, Kroll aseguró en su última calificación que las obras se demorarán un año más de lo previsto en el escenario base, tal y como informó MERCA2. La situación es crítica para el club, cuya deuda asciende ya a 1.200 millones y con las palancas apretando. La nueva obra serviría para hacer frente a esta financiación.

Al mismo tiempo, el club se ha hipotecado para poder obtener la financiación en las palancas y poder fichar de cara a nuevas temporadas. No obstante, no ha sido suficiente para inscribir a jugadores de la talla de Gabi. Mientras el Camp Nou se encuentra pastos de la demolición y las grúas, el Barça jugará en Montjuïc, una mudanza que tendrá un impacto superior al previsto, hasta los 96 millones de euros.


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