La compañía ha presentado resultados y, a tenor de las cifras, 2022 no ha sido su mejor año. Los beneficios de Merlin Properties cayeron durante 2022 un 48,6%, dejando a las arcas de la española 263 millones de euros. No obstante, tal caída se debe a la depreciación de los valores de la entidad, sobre todo, referida a los centros comerciales.
Así, según la propia Merlin Properties, “el impacto se tradujo en 250 millones de euros que se restan al beneficio operativo, frente a los cerca de 200 millones que añadió por este mismo conecto el año pasado”.
Merlin Properties ya tiene en marcha 4 datas center en la Península Ibérica, repartidos entre Barcelona, Madrid, Vitoria y Bilbao
Además, la entidad también ha notado un descenso en la valoración bruta de todas sus socimis, de tal manera que esta ha bajado un 1,5%, dejando el valor en poco más de 11.300 millones de euros. Cabe destacar que Merlin tiene repartida su cartera de valores entre los 6.387 millones de euros que aportan los activos de oficinas. En concreto, 2.135 millones de euros en centros comerciales y 1.400 millones de euros en centros logísticos.Este último es el único activo que se revalorizó en 2022 (0,6%).
MERLIN Y SU APUESTA POR LOS DATA CENTERS
Mirando a futuro, el vicepresidente de la compañía, Ismael Clemente, ha asegurado que “las inversiones para 2023 se situarán en un rango de entre 300 y 350 millones de euros, de los que 200 millones irán destinados a los data centers”.
Aunque los data centers no es una idea de ahora, Merlin ya anunció hace varios meses su intención de orientar la estrategia inversionista de la entidad hacía ese sector. De hecho fue en el mismo 2022 cuando la promotora inmobiliaria inició las obras de ejecución de nada más y nada menos que hasta 4 centros de datos, ubicados en Bilbao, Madrid, Barcelona y Lisboa (Portugal).
En este sentido, la conclusión referida al negocio de los data center es que “las obras de los centros Bilbao-Arasur, Madrid-Getafe y Barcelona PLZF siguen progresando y está previsto que se entreguen en la segunda mitad del año, con 3 megavatios (MW) disponibles en cada uno de ellos”.
El impacto de Merlin se tradujo en 250 millones de euros que se restan al beneficio operativo
En este punto, y relacionado con el sector logístico, las rentas crecieron un 8,6%, con unos contratos firmados en 2022 de superficie superior a los 294.000 metros cuadrados y con una ocupación de sus espacios del 97%.
Por su parte, en los centros comerciales la ocupación mejoró hasta el 95%, con unas ventas de sus inquilinos (tiendas) del 2,7% respecto a los niveles anteriores a la pandemia y una afluencia un 0,3% superior.
Volviendo a los resultados económicos del pasado año, y recién publicados, según ha informado la compañía, “el impacto se tradujo en 250 millones de euros que se restan al beneficio operativo, frente a los cerca de 200 millones que añadió por este mismo conecto el año pasado.”
El tropiezo de Merlin ha afectado a los resultados y al propio Ismael Clemente, que ganó “2,7 millones de euros en 2022 como consejero delegado de Merlin, un 61% menos que en 2021”.
LA RECUPERACIÓN DE MERLIN PARA 2023
Al contrario que otras entidades del sector, Merlin Properties prevé una recuperación a base de inversiones, como la que podría realizar en A Coruña e incluso en Madrid.
En el primer de los casos, la promotora podría serla próxima propietaria de El Corte Inglés de la ciudad gallega Marineda City, según informa el Confidencial, haciendo un favor también a la compañía retail, en situación límite y con una estrategia de desinversión que lleva a rajatabla desde hace años.
Merlin es el encargado de realizar la transformación del edificio de la Fnac en la calle Preciado de Madrid
No obstante ni la promotora ni la entidad distribuidora han confirmado las informaciones, aunque de ser ciertas podría tratarse de una de las grandes transacciones del mercado en lo que llevamos de año.
Por otro lado, Merlin tiene previsto iniciar a principios del segundo semestre las obras correspondientes a la transformación del antiguo edificio de Galerías Preciados en la calle Preciados de Madrid, ahora ocupado casi en su totalidad por la compañía francesa Fnac. Tras la transformación del inmueble, Fnac tan solo ocupará un par de plantas mientras que el resto se destinarán a nuevas zonas comerciales, gastronómicas y de ocio.
