El brunch se inventó para curar la resaca.

Como ocurre con muchas tradiciones, los orígenes del brunch son un tanto confusos. Muchos historiadores creen que la comida deriva de los desayunos estilo buffet de Inglaterra, mientras que otros relacionan su origen con los católicos que disfrutan de grandes comidas al mediodía después del ayuno previo a la misa. 

De todas formas, el brunch que conocemos hoy en día, no llegó a los Estados Unidos hasta la década de 1930, cuando se introdujo por primera vez en Chicago, que era el punto medio de los viajes en tren transcontinentales para las celebridades y los ricos.