Muchas personas, familias y niños quieren tener un perro como mascota. Sin embargo, antes de adquirir uno (mejor adoptarlo que comprarlo) hay que tener en cuenta que realmente lo cuidaremos bien, tendremos tiempo, espacio y sobre todo saber de razas para dilucidar la más adecuada a nuestra situación. Sin embargo, en muchos casos miramos más el aquí y ahora, el «enamorarse» de un perro sin importar la raza, o al menos sin importar entre las razas más conocidas. Sin duda el referente y la más conocida es el pastor alemán. Es el que más vemos, la elección por defecto y por ello puede parecer el perro perfecto en cualquier situación, pero no lo es. Así que es el momento de saber por qué.
1CÓMO ES UN PASTOR ALEMÁN
Cada raza tiene sus características físicas, sus instintos más o menos desarrollados y sus particularidades de comportamiento, forma de adiestrarles, habilidades especiales… Por eso hay que adaptar esa realidad a tu situación. Insistimos que es clave y por eso verás como en muchos caso no deberías tener un pastor alemán.
Esta raza de canes es de las más valoradas porque le vemos como muy servicial y cariñoso. Sin embargo, solo lo es con sus dueños, no es precisamente sociable. También tiene un gran tamaño aunque es muy inteligente y es fácil de entrenar. De ahí que sea la raza común en policía, servicios de rescate…