¿Alquilar o comprar? España país de propietarios

Según una de las mayores consultoras internacionales, Deloitte, Alemania es el país europeo con menos cultura de la propiedad, con un porcentaje menor del 50% frente al 54,3% que prefiere el alquiler. En el extremo opuesto, España es país de comprar vivienda y propietarios con solera y con una tasa del 80%, aunque hay países como Hungría o Eslovenia que superan el 95%.

¿Pero a qué se debe esta gran diferencia cultural y de vida? A día de hoy la lógica tiende a preferir el alquiler por encima de la compra, teniendo en cuenta la subida de los tipos de interés y la volatilidad del euríbor en los últimos meses. Unas condiciones poco dadas para adquirir un inmueble residencial.

En tan solo 10 años el porcentaje de inquilinos en España ha aumentado en un 20%

Sin embargo, y a pesar de todo, en España preferimos no alquilar, aunque las condiciones económicas nos fuercen a ello. Y no hay más que ver la tendencia alcista en los contratos de alquiler que, desde 2010 y hasta 2020, aumentaron un 20%, según apunta la Oficina de Estadística Europea Eurostat. Pero, según HousinGo by David de Gea, se trata más de una cuestión de posibilidades, no de preferencias: los jóvenes tienen mayores dificultades para acceder a una vivienda en propiedad por carecer del ahorro suficiente para realizar el desembolso inicial de las entradas de las hipotecas. 

Por tanto, el alquiler en España es más ‘forzoso’ que opcional, un mero trámite que, por norma general, tan solo dura unos años. No obstante, la situación económica y social actual parece ganar más adeptos. 

EL LADRILLO SIEMPRE HA SIDO VALOR REFUGIO

De un lado, el contexto macroeconómico no invita precisamente a invertir en un activo residencial. No solo influye la subida de los tipos de interés (hace un año al 0% y ahora rozando el 2,5%) y la inestabilidad del euríbor, también la subida de los precios en general y la crisis de suministros provocadas, por la guerra en Ucrania, son responsables de la pérdida de poder adquisitivo.

Por otro lado, la coyuntura social relacionada con lo laboral supone la necesidad de encontrar activos flexibles, y eso tan solo lo puede aportar el alquiler, que encaja con la incertidumbre por la inestabilidad laboral, pero también por la creciente movilidad geográfica. El añadido además, es la posibilidad de acceso a un mayor número de viviendas repartidas por diversas ubicaciones y diferentes precios en zonas donde, quizá, no abunde la oferta de venta de viviendas.

El inmueble residencial ha sido siempre un valor refugio para inversores en época de crisis

Con todo, desde HousinGo revelan que la gran desventaja en el alquiler es que no resulta una inversión rentable ni se convierte en un valor inmueble, por lo que la aportación para el inquilino es nula, al contrario sucede con la propiedad. En este sentido el bien inmueble en el futuro se podrá legar a otros familiares o vender como fuente de ingresos, por lo que se convierte en un valor refugio.

Así, la vivienda en propiedad puede suponer una inversión muy atractiva para aquellos que disponen de suficientes recursos, si la vivienda en cuestión está en una localización y tiene unas características que la harán rentable. También es una segunda residencia para aquellos que buscan una región con un clima más benigno o más segura para sus inversiones. 

COMPRAR UNA VIVIENDA A PRECIO DE 2006

La escalada de los precios de la vivienda es el principal argumento para preferir un contrato de alquiler que una hipoteca. A pesar del ligero enfriamiento que está notando el sector en este comienzo de 2023, los precios aún se sitúan en cifras demasiado altas.

Así, el valor de la vivienda de segunda mano subió en enero un 0,5% en relación al mes anterior y un 9% en tasa interanual, su mayor alza de los últimos nueve años, hasta alcanzar los 2.062 euros por metro cuadrado, según el último informe publicado por el portal inmobiliario Fotocasa. 

En los próximos meses se producirá un reajuste del precio de la vivienda 

Unos datos que ponen en alerta a todo el sector inmobiliario, puesto que se trata de cifras iguales a las del año 2006, justo cuando la burbuja inmobiliaria se encontraba en su punto más álgido antes de explotar en 2007.

Además, desde Fotocasa, indican que “nunca se había producido un aumento del precio de la vivienda tan abultado en un espacio tan corto de tiempo”. Aunque reconoce que «la demanda de compra ha resurgido y la sociedad vive un momento de ‘comprar ahora o nunca’ antes de que se endurecen todavía más las hipotecas», 

No obstante, las previsiones para el sector en los próximos meses es una desaceleración y un reajuste del precio de la vivienda que se moderará y volverá a una senda más estable.

Elena García
Elena García
Periodista especializada en contenido económico, de finanzas e inmobiliario.