Libelium, una pionera en IOT que demuestra que más vale maña que fuerza

Planeta Unicornio

Comenzaron a trabajar en el Internet de las Cosas cuando ese concepto aun ni siquiera estaba acuñado. Fueron uno de las primeras empresas en poner los cimientos para el IoT.

Libelium es una startup aragonesa que lleva en danza desde 2006 y que acaba de ser nominada al premio Future Unicorn Award de Digital Europe como único proyecto español junto a Red Points.

Para este galardón cada una de las 41 asociaciones comerciales nacionales de la red de Digital Europe nominó a las empresas de su país que consideraba cumplir los criterios de futuro unicornio. Lo hicieron sopesando su impacto social positivo en áreas como Artificial Inteligencia, Datos, Resiliencia Cibernética, Verde, Salud o Habilidades. La patronal AmeticC consideró que Libelium reunía dichos criterios en España.

EL ORIGEN

La compañía surgió hace 17 años como una spin-off de la Universidad de Zaragoza. Sus co-fundadores, David Gascón y Alicia Asín, que acababan de salir de la Escuela de Ingeniería Informática, quisieron explotar el gran potencial que veían en las redes sensoriales.

Los emprendedores apenas tenían redes de contactos ni contaban con muchas nociones de cómo montar una empresa. Comenzaron a recopilar información de viveros en la ciudad e investigar acerca de la tecnología y sus aplicaciones.

Los emprendedores apenas tenían redes de contactos ni contaban con muchas nociones de cómo montar una empresa

«Uno de los primeros proyectos fue en un entorno natural en los aledaños de Zaragoza. Se trataba de un prueba de concepto para la prevención de incendios siguiendo la regla 30/30/30. Si los sensores captaban que la temperatura era mayor de 30º, la velocidad del viendo mayor de 30 km/ y la humedad por debajo del 30%, el dispositivo, que entonces era una placa inspirada en la placa de Arduino, Waspmote, emitía una notificación de alarma», cuenta a MERCA2 la cofundadora y CEO de Libelium, Alicia Asín. «Más tarde, esa placa Waspmote se encapsuló dando lugar a la línea Plug & Sense!, presente en muchos de los proyectos que hemos realizado en Libelium», añade.

La mandamás reconoce que «hacíamos IoT antes de que existiera el término». Su objetivo era «interconectar partes de la realidad que no estaban conectadas con internet, hacer visible lo invisible». La startup tenía claro que «Internet no iba a ir solamente de personas interconectadas sino también de ‘conectar’ una casa, un monte, un campo, un río… Siempre tuvimos muy presentes las aplicaciones para construir un entorno más habitable y cuidado».

EL NEGOCIO

A día de hoy la empresa opera en tres verticales distintas y exporta a más de 120 países, centrándose en América Central y del Norte, así como en Europa. El Viejo Continente le supone más del 50% de los pedidos y el continente americano el 15%.

Libelium trabaja en las áreas de Sustainability, Smart Cities & Infrastructure y Agrifood. Proven de soluciones inteligentes para que empresas y ciudades sean más sostenibles y eficientes. En 2022 desarrollaron más de 500 proyectos, siendo la mayoría para Smart Cities.

El año pasado la compañía aragonesa se hizo con la startup murciana Hopu, centrada en la investigación y el desarrollo de protocolos de redes, seguridad y soluciones de Internet de las cosas.

Desde Libelium no niegan que están abiertos a más compras

Desde Libelium no niegan que están abiertos a más compras. De hecho, adelantan que tienen previsto realizar otra adquisición durante este 2023. Estas operaciones formarían parte del plan de crecimiento orgánico e inorgánico de la empresa iniciado tras las entrada en su capital de Axon Partners en 2022.

«Los próximos años van a ser los decisivos en el desarrollo del IoT. Actualmente está muy fragmentado y muchas empresas perecerán en el camino por fusiones, adquisiciones o bancarrota. Tenemos los pies en el suelo y queremos un crecimiento sostenible que nos afiance como líderes en el mercado», subraya Asín.

Desde la empresa maña no niegan que los primeros meses de la pandemia fueron muy duros. Afortunadamente pudieron seguir operativos desde casa, ya que «nuestra facturación era mayoritariamente internacional». Contaban con un programa piloto con varios empleados para empezar a implementar el teletrabajo así que, en este sentido, les pilló preparados. Desde entonces, esta fórmula se ha implantado en la cultura de la compañía.

LA PANDEMIA

Sin embargo, tuvieron algunos problemas que incidieron en sus productos. «Lo que más nos afectó fue la crisis de componentes, que retrasó la salida de pedidos hasta un año. Como era un problema a nivel global, los clientes se mostraron comprensivos, pero fue como dar un traspié en un escalón en el que das por hecho la subida», cuenta Asín.

La consejera delegada reconoce que las ayudas como los Fondos NextGen les han permitido recuperar algo de ese ritmo perdido, tanto por la pandemia como por la crisis de componentes.

LA FINANCIACIÓN

Durante sus primeros años Libelium se financió con recursos propios, sin necesidad de recurrir a créditos. Contaba con una empresa de ecommerce de componentes informáticos (entre los cuales se encontraba la mencionada placa de diseño propio Waspmote) llamada Cooking Hacks. Esta ‘pata’ iba dirigida a un perfil más maker y proporcionaba el capital necesario para financiar la investigación y desarrollo de soluciones profesionales de IoT.

Sin embargo, en su camino hacia la profesionalización Libelium se deshizo de este ecommerce, lo que le permitió también reducir referencias y recursos logísticos y enfocarse en proyectos más grandes para corporaciones y ciudades.

la firma de capital riesgo Axon Partners entró en el capital de Libelium En 2021

En diciembre de 2020 David Gascón salió de la compañía. En 2021 la firma de capital riesgo Axon Partners entró en el capital de Libelium mediante su sexto fondo de inversión directa Axon Innovation Growth IV (FAIG4). Con esta incorporación el accionariado quedó compuesto en un para 42% Alicia Asín, un 40% para Axon Partners, un para 15% Antonio Jara (antiguo CEO de Hopu, la empresa adquirida) y el resto para EIT Urban Mobility, que ya formaba parte del accionariado de la startup murciana.

LA META DE SER UNICORNIO

Para Libelium entrar pasar a formar parte del club de los unicornios es una especie de «sello de confianza dentro del mercado». No obstante, también lo perciben como un arma de doble filo, ya que «buscando ese crecimiento rápido propio de las empresas unicornio, algunas de ellas han perecido por el camino. Queremos crecer, conocemos el camino, estamos en la senda, pero queremos hacerlo a un ritmo orgánico y sostenible», adelanta la CEO de la compañía.

En cualquier caso, Asín afirma que con la nominación al premio Future Unicorn Award de Digital Europe sí que han «notado el impacto en la imagen de la empresa. Este tipo de nominaciones siempre generan mucho hype».

LA APUESTA POR LO LOCAL

Aunque últimamente están surgiendo ecosistemas interesantes en muchos puntos de la geografía española, durante mucho tiempo Madrid y Barcelona fueron los dos únicos polos donde se concentraban las startups en nuestro país, así como las grandes compañías tecnológicas.

Desde Libelium están a medio camino de ambas urbes y gozan de AVE para conectar con ellas, pero reconocen que no ha sido fácil emprender desde la capital aragonesa.

durante mucho tiempo Madrid y Barcelona fueron los dos únicos polos donde se concentraban las startups en España

«En 2006, si eras ingeniero informático y querías hacer algo distinto, tenías que irte a Madrid o Barcelona. Una de nuestras motivaciones eran las ganas de generar valor y empleabilidad de calidad en Zaragoza. Al final también tienes que intentar crear valor para tus trabajadores, y el mayor traslado en Zaragoza son 30 minutos: eso es calidad de vida», asegura Asín.

«La pandemia nos ha dado la razón aquí. La nueva generación está demandando otras cosas, más allá de la nómina, como son la libertad de horarios y de trabajar donde ellos quieran en cada momento. Eso va en la tendencia de la deslocalización», explica la emprendedora.

Así reconoce que han recibido ofertas de compra o ampliación de capital que les pedían moverse a Madrid, pero que no han aceptado. «Permanecer en Zaragoza también es un acto de rebeldía», apostilla.

han recibido ofertas de compra o ampliación de capital que les pedían moverse a Madrid

El impulso del teletrabajo que ha dejado la pandemia les ha facilitado captar el talento de otras ciudades. «Actualmente, además de toda la plantilla de Murcia, donde tenemos el laboratorio de certificaciones, tenemos en plantilla a gente de Madrid, Cádiz o Sevilla», señala. Su plantilla supera ya los 80 empleados.

LA ANECDOTA

En estos 17 años de trayectoria una de las anécdotas más curiosas que la CEO de la empresa recuerda es la visita de la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Economía Nadia Calviño a sus oficinas.

«No nos confirmaron su visita hasta el día de antes y teníamos a medio equipo en la Smart City Expo, en Barcelona. Todo el protocolo que requiere a una visita de este calibre nos trastocó un poco y parte del equipo tuvieron que venir en el día desde Barcelona para poder estar presentes. Al final, Calviño se mostró muy cordial y cercana y la visita fue todo un éxito», rememora.