Cuarzo Producciones se venga de Mediaset mediante el caso Arny

El acertadísimo recordatorio de HBO Max respecto al ‘caso Arny’, «último coletazo de la España de la caverna para asestarle un golpe a la homosexualidad» (Jesús Vázquez dixit), retrata el tipo de contenidos que se elaboraban en las televisiones en los años noventa.

Este proyecto estrenado este pasado viernes ahonda en el intento de asesinato civil que sufrieron Jesús Vázquez, Javier Gurruchaga o Jorge Cadaval, a los que varios delincuentes situaron sin pruebas en un pub sevillano (Arny) en el que se cometieron acciones pedófilas.

Vázquez, el único que se ha prestado a hablar ante las cámaras de la serie documental de tres capítulos, ‘Arny, historia de una infamia’, rememora con lamento que le intentó juzgar parte de la sociedad en vez de los magistrados.

VIAJE A LOS NOVENTA

Cuarzo Producciones firma este estupendo proyecto que se une de la fiebre revival de las plataformas con una serie documental homóloga a ‘El caso Alcàsser’ (Netflix), que ya buceó en una sórdida televisión noventera que deja en juego de niños a los ‘Sálvames’ de hoy en día.

‘Arny, historia de una infamia’, rememora con lamento que le intentó juzgar parte de la sociedad en vez de los magistrados

La España de 2022, por mucho que le duela a la quinta del 78, es infinitamente más humana que la de aquellos noventa, entre los GAL como vomitiva respuesta estatal a los atentados de ETA, la corrupción felipista, la anacrónica derecha política y mediática, la descarada cleptocracia de Zarzuela y el infierno que sufrían las minorías de todo tipo.

LA VENGANZA DE CUARZO

No han querido participar en ‘Arny, historia de una infamia’ ni Pepe Navarro ni Xavier Sardà, dos inconmensurables talentos que se malograron mientras pervertían el late show americano con ‘Esta noche cruzamos el Mississippi’ o ‘Crónicas Marcianas’, este último con menos sucesos que su antecesor, breve rival e inspirador. Cuarzo Producciones se encuentra detrás de esta serie que golpea en la línea de flotación de Mediaset, que con el ‘Mississippi’ apadrinado por Maurizio Carlotti comenzó a ganar millones que luego serían multiplicados por obra del ‘granhermano’ Paolo Vasile.

Esta factoría fundada en el año 2000 por Ana Rosa Quintana fue adquirida en 2009 por el gigante francés Banijay (controlado por LDH, cuyo segundo accionista es el también segundo de Atresmedia, D’Agostini), que en 2017 adquirió el 100% del capital tras un acuerdo con la reina de las mañanas.

No esperaba Banijay que Mediaset le fuese arrebatar en 2018 ‘El programa de Ana Rosa’, que pasó a manos de Unicorn Content (fundada inicialmente por la mano derecha de AR, Xelo Montesinos, que posteriormente hizo hueco en el accionariado a la editora de Telecinco y a la presentadora). Cuarzo, al menos, se consoló con algunos encargos menores en Mediaset (‘Viva la vida’ o ‘La isla de las tentaciones’).

El primero fue cancelado el pasado verano para poner en marcha espacios similares también facturados por Unicorn Content, primero ‘Ya es verano’ y posteriormente ‘Fiesta’. Y el único proyecto de Cuarzo en cartera de Mediaset, ‘La isla de las tentaciones’, podría tener los días contados después de que la productora esté preparando un formato similar para Netflix, ‘Falso amor’, cuya novedad radica en que se manipularán vídeos con inteligencia artificial para confundir a los participantes.

Esta pésima relación entre productora y cadena ha servido en plato frío esta sabrosa y saludable venganza emitida por HBO Max, que esta temporada ya atinó con el silencio que rodeaba a la monarquía en ‘Salvar al rey’ o en la corrupción pujolista en ‘La sagrada familia’.

SINOPSIS

A principios de 1996 salta a la luz la investigación sobre una trama de corrupción de menores en un pub de ambiente gay de Sevilla. Durante meses, nombres de acusados van sumándose a una larga lista, produciéndose una autentica caza de brujas y un gran revuelo mediático porque entre los casi 50 imputados se encuentran famosos como Jesús Vázquez, Jorge Cadaval, Javier Gurruchaga y el juez de menores de Sevilla, Manuel Rico Lara.

La investigación es llevada a cabo en gran parte bajo secreto de sumario para proteger la identidad de los 55 menores que acusan a los inculpados. El impacto del caso hace que los medios se vuelquen con la noticia y se produzca un juicio paralelo en la sociedad. Tras la celebración del juicio, 32 de los 49 imputados serán absueltos por la justicia y declarados inocentes, ¿pero qué intereses había en involucrar a estas personas en una trama tan sórdida?, ¿y quién paga el daño causado en la vida de estos ‘falsos culpables’?