jueves, 12 diciembre 2024

La mayoría de empleados desconocen las directrices de compra socialmente responsable de su lugar de trabajo

Un nuevo estudio de Amazon Business ha revelado que, aunque los empleados de las empresas están dispuestos a cambiar sus hábitos de compra para ayudar a alcanzar los objetivos de sostenibilidad de la compañía, esto no siempre se traduce en acciones en toda la organización.

Los resultados muestran que a casi la mitad (47%) de los empleados les gustaría que la compra de productos más sostenibles fuese un aspecto clave en su empresa, pero menos de un tercio (29%) tiene en cuenta la sostenibilidad a la hora de realizar las compras.

Esto se debe probablemente a que, aunque el 58% de los encuestados afirma que su empresa tiene directrices para realizar compras socialmente responsables, sólo el 30% sabe realmente en qué consisten. Y otro 41% no está seguro de que exista ninguna directriz al respecto, lo que significa que alrededor del 70% de los empleados desconoce qué directrices de compra socialmente responsable existen en su organización.

A pesar de la percepción de que las generaciones más jóvenes están más concienciadas con el medio ambiente que las mayores, la encuesta revela que los empleados de más de 35 años son tan propensos como los encuestados de la Generación Z a considerar que comprar productos más sostenibles debería ser un aspecto clave en el lugar de trabajo. Curiosamente, los mayores de 55 años son más propensos a tener siempre en cuenta la sostenibilidad a la hora de tomar decisiones de compra (31%), en comparación con los de entre 18 y 34 años (26%).

Del mismo modo, mientras que tanto los responsables de la toma de decisiones (79%) como el resto de la empresa (75%) tienen en cuenta la sostenibilidad, al menos ocasionalmente en sus decisiones de compra, son los empleados de mayor antigüedad los que más la tienen en cuenta (42%), en comparación con sus compañeros más junior (26%). Por lo tanto, cabe suponer que la ausencia de prácticas de compra más sostenibles se debe a la jerarquía empresarial y a la falta de poder de decisión, más que a la edad, ya que los empleados de menor antigüedad no están autorizados o equipados con la tecnología adecuada para impulsar el cambio en todos los niveles de la empresa.

Para ayudar a resolver este problema, los empleados que participaron en el estudio consideran que una mejor tecnología capaz de apoyar prácticas de compra más sostenibles mediante la orientación y la automatización (24%) y unas directrices empresariales sólidas en torno a las compras socialmente responsables (26%) les harían sentirse mejor preparados para tomar decisiones de compra más sostenibles en su empresa.

La mejora de la tecnología también podría ayudar a resolver algunos de los principales obstáculos a los que se enfrentan actualmente los empleados a la hora de comprar, como por ejemplo la facilidad para encontrar productos más sostenibles (25%) y saber hasta qué punto estos productos son realmente sostenibles (26%).

«Está claro que las compras son una parte crucial del camino de muchas organizaciones hacia una mayor responsabilidad social, por lo que es alentador ver un deseo genuino de los trabajadores, de todas las edades y niveles de la organización, de comprar de forma más sostenible. Sin embargo, los equipos directivos deben estudiar detenidamente cómo pueden capacitar mejor a sus trabajadores para traducir la intención en acción. Desde la digitalización de procesos y herramientas, hasta la mejora de la comunicación y la formación sobre objetivos y políticas, las compras socialmente responsables pueden mejorarse de forma rápida y sencilla. Con sólo unos pequeños pasos se transformarán los esfuerzos de la organización, capacitando a todo el mundo para marcar la diferencia en toda la empresa en términos de sostenibilidad» , afirma Christopher Kallscheid, director general de Amazon Business España.

En el estudio de mercado, realizado en colaboración con la empresa Opinium, Amazon Business ha encuestado a 5.000 empleados de empresas españolas, británicas, francesas, alemanas e italianas, de diversos sectores como el sector público, la educación, la automoción, el comercio minorista y los servicios financieros, sobre si son capaces de tomar decisiones de compra sostenibles en su lugar de trabajo.


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