Optimismo en Wall Street, apertura china y gas español en Alemania

Wall Street y el resto de mercados reciben el mes de enero con más optimismo del que se preveía cuando despedimos el año. Los datos de empleo en Estados Unidos publicados el pasado viernes muestran que la fortaleza del mercado laboral en la primera economía del planeta se mantiene a pesar de las subidas de tipos y, aunque el sector servicios está experimentando una contracción mayor de la esperada, se vuelve a hablar de «aterrizaje suave» confiando en que la inflación remita, lo cual permitiría a la Reserva Federal detener el endurecimiento de la política monetaria este año, para volver a flexibilizarla en 2024.

WALL STREET ESPERA BROTES VERDES

No es la carta a los Reyes Magos, sino el mensaje que se expone en los principales círculos financieros, difundido por la banca de inversión y recogida por la agencia Bloomberg, que colabora en este intento de alejar el pesimismo de unos inversores que no terminan de fiarse ni de la banca central ni de las gestoras que administran el ahorro global. Iremos viendo a lo largo del año si esta especie de brotes verdes son reales, o si se trata de un espejismo más en este juego de humo y espejos en el que se ha convertido la economía mundial.

Las actas de la FED publicadas la semana pasada siguen mostrando el miedo de los aprendices de brujo monetarios a que los mercados sigan confiando en un pivote fantasma cuya presencia se mantiene en los despachos de los grandes fondos de inversión. Jerome Powell y el resto de gobernadores del banco central temen que en los próximos meses Wall Street recupere parte del terreno perdido en 2023 y que esto empuje a los hogares a aumentar su gasto en consumo, lo cual supondría un rotundo fracaso en el intento de destruir la demanda con las subidas de tipos.

Wall Street
Wall Street confía en las bajadas de tipos de la FED (AP).

Este es el debate que en el anterior artículo exponíamos como elemento central de este 2023 que ahora comienza: los errores (y mentiras) de la Reserva Federal han hundido su credibilidad y los inversores siguen pensando que habrá marcha atrás.

RECORTES DE TIPOS

Las actas indican que este año no se producirán las esperadas bajadas de las tasas de referencia –situadas en el 4,5%, su mayor nivel desde 2007– pero en Wall Street ya se empieza a hablar de 2024 como año para la vuelta de la flexibilidad monetaria e incluso hay bancos, como ING, que esperan un recorte de 25 puntos básicos en la última reunión del FMOC del presente ejercicio. 

Lo cierto es que, como señala José Luis Cárpatos, el último dato de ISM de servicios de EE.UU. «lo cambia todo». Ninguno de los 50 analistas consultados por Bloomberg esperaba una cifra tan mala en un indicador que es clave para determinar en qué punto del ciclo económico nos encontramos. No se puede olvidar que el mecanismo empleado para calcular el PIB da una excesiva importancia a la demanda interna, con unos servicios que en el caso del país norteamericano suponen el 80% de la actividad. 

CÁRPATOS (SERENITY MARKETS): «QUE NO HABRÁ RECORTE DE TIPOS EN 2023 NO SE LO CREE NI EL QUE ASÓ LA MANTECA»

Para el director de Serenity Markets, este dato de ISM «cambia muchas cosas y que reafirma la teoría de que el pivote está en el 5%. La FED pronto olerá a chamusquina y se asustará. Lo de que no habrá rebaja tipos en 2023, empieza a no creerlo ni el que asó la manteca». 

Y es que en estos momentos la única variable que sigue empujando a la FED a seguir subiendo tipos es el empleo. En diciembre la tasa de paro bajó al 3,5% y además se produjo un aumento salarial inferior al del mes precedente. Una positiva evolución que hace a muchos pensar que el sistema de medición del desempleo podría no ser adecuado por no reflejar la realidad de la evolución económica.

CHINA: ADIÓS AL «COVID CERO»

El otro gran foco está puesto en China, que ha reabierto completamente sus fronteras después de tres años de mantenimiento de la denominada «política de Covid Cero» que tanto ha afectado a las cadenas de suministro globales. La decisión de Xi Jing Ping de eliminar las restricciones –amparándose en una supuesta ola de protestas azuzadas por la ingeniería social– impulsará la economía del país, aunque los precios de las materias primas siguen revelando que los mercados no terminan de creerse la recuperación china, al menos hasta que llegue el verano y la presunta crisis pandémica toque a su fin. 

Es curioso comprobar cómo en los últimos meses las regiones más afectadas por los confinamientos en China fueron las más afectadas por la crisis inmobiliaria. Algunos analistas están convencidos de que en realidad esta política de contención ha ido destinada a limitar el contagio del desplome del ladrillo, o al menos a desinflar la burbuja.

el objetivo del GOBIERNO CHINO ES QUE LA CONSTRUCCIÓN VAYA PERDIENDO PESO A FAVOR DE LA INDUSTRIA DIGITAL Y LA ENERGÉTICA

El objetivo del PCCh es que el sector de la construcción vaya perdiendo peso a favor de la industria digital y la energética (con la excusa verde). El Gobierno espera un crecimiento económico del 5,5% para 2023, que bancos de inversión como Goldman Sachs rebajan al 5,2%.

ALEMANIA MANTIENE EL TIPO

En Europa las miradas siguen de cerca a la economía alemana, donde los pedidos de fábrica han experimentado un desplome histórico, registrando en noviembre –último dato publicado– una caída del 5,3%, frente al repunte contabilizado en octubre y lejos del aumento del 0,5% que esperaba el mercado. Por su parte, las ventas minoristas crecen un 1,1% en términos mensuales, aguantando el tipo a pesar de que en términos interanuales cedieron un 5,9%, casi el triple de la reducción prevista. 

La razón que explica el aguante de la economía germana se encuentra en los paquetes de gasto público y en un clima que ha favorecido la reducción de la demanda energética en el momento que más lo necesitaba. La recesión es inevitable, pero el Instituto de Investigación Económica de Múnich (Ifo) considera que será más leve de lo estimado tras la desconexión con el gas ruso. En esta caso –como en EEUU– la inflación podría haber tocado techo y el Gobierno espera que a partir de primavera la situación económica mejore. 

El problema vendrá el próximo invierno, sobre todo si la infraestructura regasificadora germana no es capaz de cumplir su hoja de ruta. La primera planta flotante acaba de iniciar su actividad en el puerto de Wilhelmshaven, en la costa del Mar del Norte, que ha recibido su primer suministro de GNL, cargado en España y procedente de los yacimientos nigerianos. Esta es la baza que quiere explorar el Gobierno español: servir de nudo exportador para llevar el gas al centro de Europa a través de buques metaneros.

ESPAÑA Y EL «ALMUERZO GRATIS» DEL BCE

Esta será sin duda uno de los elementos que marcarán la relación de España con las autoridades comunitarias en este año electoral en el que el Banco Central Europeo (BCE) quiere ir reduciendo poco a poco la asistencia financiera con la que mantiene a los gobiernos que no son capaces de cerrar sus cuentas con superávits presupuestarios.

Lo que los economistas califican de  «almuerzo gratis«, podría acabarse en los próximos meses, obligando a los países con mayores primas de riesgo a solicitar el rescate del TPI. Y en ese club no sólo están España, Portugal e Italia, sino también Francia, la gran tapada que tiene unos desequlibrios fiscales que no son en absoluto sostenibles. 

En cuanto a la agenda semanal, la vuelta al cole se verá acompañada de un aluvión de datos macroeconómicos que nos seguirán dando pistas sobre la realidad de la evolución del IPC a ambos lados del Atlántico, así como al resultado de la campaña navideña que acaba de terminar con mas dudas que certidumbres. Los inversores esperan los resultados de la gran banca norteamericana para calibrar hasta qué punto existe el riesgo de que se produzca una crisis financiera que agencias como Fitch ven en el horizonte. Toda recesión genera turbulencias en los amos del dinero y esta vez no será diferente.