La piel es el órgano más grande del cuerpo humano y es esencial para nuestra salud. Si desatendemos nuestra piel, es probable que nos enfermemos. Aquí te acercamos unos hábitos para tu piel con los que podrás añadirle años de vida y salud.
Es importante cuidar la piel porque es la capa más externa del cuerpo y cumple una serie de funciones importantes. En primer lugar, protege al cuerpo de los elementos externos, como el sol, el frío, el viento y las bacterias. También ayuda a regular la temperatura corporal y a mantener la hidratación. Además, la piel es un importante órgano sensorial, ya que está repleta de receptores que permiten al cuerpo percibir el mundo que nos rodea.
8No proteger la piel del frío y el viento

Los problemas en la piel relacionados con la exposición al frío y al viento son una realidad para muchas personas. Estos factores externos tienen un efecto significativo en la salud de la piel, siendo los principales componentes del envejecimiento prematuro y la aparición de ciertas dolencias.
Cuando la piel no está protegida del frío y el viento, esta pierde su hidratación y su elasticidad con más rapidez. Esto provoca que los tejidos se endurezcan, que se irriten y que se sequen, lo que puede desencadenar la aparición de enrojecimientos, descamaciones, descolgamiento y arrugas. Además, el frío y el viento también pueden favorecer la aparición de infecciones por hongos, como la tiña. Por ello, es fundamental proteger la piel del frío y el viento con una crema hidratante, especialmente en invierno. Esta crema debe ser de consistencia grasa para ayudar a evitar la deshidratación y la pérdida de elasticidad de la piel.