El Gobierno estima que el impacto positivo de los 84.000 millones de euros adicionales del Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia en el corto plazo podría alcanzar el 0,7% del PIB si se ejecutan íntegramente, mientras que a largo plazo el impacto podría alcanzar hasta el 0,8% del PIB.
Según explica el Ejecutivo en su proyecto para la adenda al Plan de Recuperación, al tratarse de préstamos que se integrarán en fondos para proyectos de inversión en el sector privado, el impacto macroeconómico de estos préstamos se simula como una concesión de crédito del sector financiero a las empresas en condiciones más favorables que las que obtendrían del mercado, lo que incentiva la demanda de crédito de las empresas.
Además, el Ejecutivo señala que, al tratarse de fondos públicos, la simulación supone implícitamente que se incorpora algún tipo de apoyo público (por ejemplo, en forma de avales) que incentiva la concesión de crédito por parte de las entidades financieras (es decir, no hay restricciones por el lado de la oferta a los proyectos de inversión).
Además, cabe reseñar que las condiciones de financiación más favorables se basan en el menor coste de financiación de los préstamos provenientes del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia frente al de la deuda pública española.
En conjunto, se estima que el total de inversiones, reformas, efecto sobre las expectativas, y préstamos del Plan podrían tener en promedio un impacto en el nivel del PIB de cerca de 3 puntos porcentuales hasta 2031.
En el corto plazo, las inversiones permiten dar un impulso al PIB por el lado de la demanda, mientras que las reformas se manifiestan más en el largo plazo. Adicionalmente, los prestamos supondrían un impulso adicional a partir de 2026. «De esta forma, el PIB seguiría una senda notablemente superior a la senda contrafactual sin reformas», subrayan desde el Ejecutivo.