El campeonato del mundo a mitad de temporada altera la planificación y preparación física convencional, según el cirujano especialista en Traumatología y Ortopedia y experto en Medicina Deportiva, José Silberberg.
Habrá desequilibrio entre los jugadores que disputen más partidos y los eliminados en las primeras fases, y entre los que han ido al Mundial y los que se han quedado en casa, por lo que será necesario un análisis físico individualizado de cada uno.
José María Silberberg, cirujano especialista en Traumatología y Ortopedia y experto en Medicina Deportiva, advierte de la necesidad de un plan específico para cada jugador que ayude a la readaptación a las competiciones de clubs tras el Mundial de Qatar, que se está disputando a mitad de temporada y que está ya en la fase final.
Quedan pocos días ya –y pocas selecciones nacionales aún en competición- para la culminación de uno de los campeonatos mundiales más atípicos de la historia del fútbol. Su celebración en otoño, en Qatar, interrumpiendo las competiciones nacionales y continentales de clubs, altera la planificación y preparación física convencional de los equipos, especialmente de los que aportan mayor cantidad de jugadores a las diferentes selecciones nacionales. Esta circunstancia y, sobre todo, el post-Mundial, supone un gran desafío para preparadores físicos y equipos médicos, que deberán tener previstas medidas para compensar ese extra de esfuerzo y estrés competitivo.
José María Silberberg, cirujano especialista en Traumatología y Ortopedia y que ha prestado servicios recientemente a la Selección de Ecuador en partidos previos de preparación para el Mundial, considera necesaria una planificación física especial para que los jugadores afronten la reanudación de las competiciones de clubs con las máximas garantías.
Según su experiencia y la de los equipos multidisciplinares con los que trabaja, el modelo ideal para los deportistas consiste en planes específicos para cada individuo, según su especialidad o disciplina deportiva, con metodologías para fases de readaptación -que será el caso del post-Mundial-, o, en caso de lesiones, contar con el apoyo de tecnología de diagnóstico de última generación, tratamientos innovadores y mínimamente invasivos y terapias de recuperación.
Qué supone un Mundial a mitad de temporada
En esta época del año, todos los jugadores que han ido al Mundial estaban jugando en sus respectivas ligas en ambos hemisferios, unos en la temporada de otoño y otros en la temporada de primavera, por lo que llegan al campeonato en un estado de forma excepcional y sin una carga excesiva de trabajo por lo que se refiere a la acumulación de partidos. De hecho, en este Mundial de Qatar 2022 se han podido ver partidos con un altísimo ritmo de juego.
Por lo que respecta a las posibles consecuencias, el que se dispute en un país con una climatología no habitual en muchos de los jugadores podría ser un primer factor a tener en cuenta. Sin embargo, los equipos cuentan en sus staffs con personal especializado para que la suplementación -bebidas basadas en electrolitos-, la propia alimentación y el descanso sean los pilares a tener en cuenta para afrontar esa condición climatológica.
La gran pregunta es cómo afectará el Mundial cuando los jugadores vuelvan a sus clubs de origen, ya que además de elevar los minutos de exposición –aproximadamente, se considera que hay 9 o 10 lesiones cada 1.000 horas de exposición (Jones et al 2019)– estos minutos de Mundial tienen un peso especial en la gestión emocional de cada jugador, según explica José Silberberg.
Además, los meses de diciembre y abril han sido descritos en la literatura como los meses en los que más lesiones se registran en las competiciones de clubs, por lo que hay que estar atentos a ello, en opinión de este experto: “Para los jugadores que participan en Qatar 2022, será un plus que los cuerpos técnicos y médicos deberán manejar, aunque bajo la individualización de cada jugador, ya que no todos sumarán los mismos minutos ni partidos, ni estarán en las mismas condiciones de estrés emocional”. Habrá jugadores que habrán vivido la experiencia mundialista y sumen la totalidad de los minutos y otros que apenas participen en los partidos; los que llegan a semifinales y final, y sobre todo, por volumen, los que han caído en la fase de grupos o en octavos. Por ello, los trabajos de análisis individualizado a cada jugador por los médicos, fisioterapeutas y preparadores físicos se antoja crucial, siendo el objetivo principal la recuperación de los jugadores en el menor tiempo posible.
Por otra parte no hay que olvidar a todos aquellos jugadores que no están en el Mundial y que experimentan una interrupción en la competición. La gran mayoría de esos jugadores serán los que tengan que “tirar del carro” de sus clubs en las primeras semanas de la vuelta a la competición, y para ellos, deberán ser muchas de las atenciones que se tengan que poner, opina José Silbergerg: “La gran mayoría de los jugadores han vivido unas vacaciones atípicas durante estas semanas, y deberán volver a realizar una mini-pretemporada para volver a alcanzar los niveles óptimos de condición física. Para ellos, la fisioterapia preventiva y el entrenamiento invisible debe ser de nuevo importante para llegar a su mini stage de diciembre, la piedra angular de sus vacaciones”.