Más allá de afectar la calidad de vida diaria y el descanso nocturno, la enfermedad se asocia a un mayor riesgo de incidencia de hipertensión arterial y diabetes tipo 2, así como a un aumento en el riesgo de accidentabilidad laboral y de tráfico.
Todos necesitamos dormir. El sueño es una necesidad fisiológica, equiparable a respirar o alimentarse. De manera ocasional todos podemos enfrentar algún problema, situación personal o ambiente externo que interrumpa nuestro patrón normal de sueño y que, temporalmente, experimentemos somnolencia y cansancio durante el día. Sin embargo, cuando no logramos un sueño reparador regularmente y esto comienza a interferir con nuestra vida diaria, pudiéramos estar padeciendo un trastorno del sueño.
Hay muchos tipos diferentes de trastornos del sueño. Algunas personas pueden tener dificultades para conciliar el sueño o permanecer dormidas, otras se quedan dormidas en momentos inapropiados, duermen demasiado o tienen conductas anormales durante el sueño. La apnea obstructiva del sueño (AOS) es el trastorno respiratorio más común relacionado con el sueño, las personas que lo padecen experimentan repetidas interrupciones del sueño debido a un colapso de las vías respiratorias superiores que ocurre mientras duermen.
«La apnea obstructiva del sueño es un importante problema de salud en todo el mundo, tiene muchísimas consecuencias multiorgánicas y genera una carga económica y social enorme. Es una enfermedad muy prevalente y, según los estudios que valoremos, afecta del 5 al 40 por ciento de la población«, doctora Eva Arias Arias, médico especialista en Neumología, jefa del Servicio de Neumología de nuestro hospital y quien forma parte de la Unidad Multidisciplinar de Sueño.
Microdespertar muchas veces
La mayoría de las personas con AOS no saben que su respiración se interrumpe durante el sueño y no son conscientes de que se han despertado muchas veces durante la noche. Algunos despiertan con dolor de garganta o boca seca, pueden presentar somnolencia durante el día, tener dificultad para concentrarse en sus actividades diarias o roncan lo suficientemente fuerte como para interrumpir el sueño propio y el de otros.
«La AOS es heterogénea y dinámica en el tiempo, pasaríamos de no tener colapso en la vía aérea a un colapso que va progresando desde un ronquido simple, a la aparición de colapsos intermitentes parciales que definimos como hipopnea, hasta los colapsos totales de la vía aérea que son las apneas«, apunta Arias.
La vía aérea superior de los pacientes con apnea obstructiva del sueño tiende a colapsarse durante las horas de sueño.
Las personas diagnosticadas con AOS tienen al menos cinco pausas respiratorias por hora y pueden tener muchas más. Cuando el cerebro advierte que no recibe suficiente oxígeno, envía una señal que induce un microdespertar suficiente como para respirar unas cuantas veces, pero que pudiera ser muy breve como para recordarlo a la mañana siguiente. Este ciclo de fragmentación del sueño se produce muchas veces cada noche, impide un sueño reparador y genera una sensación de cansancio por la mañana.
«La manifestación clínica de presentación nocturna más frecuente es el ronquido, que es la más sensible, pero, en general, la menos específica. En cuanto a los síntomas diurnos, la somnolencia excesiva diurna es la más frecuente de una larga lista descrita «.
En la apnea obstructiva del sueño el síntoma más común es el ronquido, pero no todas las personas que roncan tienen apneas en una cantidad significativa para considerar que tienen la enfermedad. El ronquido característico de la apnea obstructiva del sueño tiende a ser perturbador, con episodios de jadeo y despertares bruscos.
«Las manifestaciones clínicas varían mucho dependiendo de los fenotipos en los varones, el ronquido, las apneas observadas y la somnolencia, son lo más característico, pero ojo, en las mujeres, se manifiestan de otra forma, fundamentalmente con depresión con ansiedad, cefalea y cansancio, esto hace que muchas veces el diagnóstico se haga de forma tardía«, comenta la doctora Arias.
Causas de la Apnea obstructiva del sueño
Durante el sueño profundo se relajan todos los músculos del cuerpo, incluyendo aquellos que contribuyen a mantener la garganta abierta para que el aire pueda fluir hacia los pulmones. Algunas personas tienen una garganta más estrecha de lo normal y cuando los músculos en la parte superior de la garganta se relajan durante el sueño, los tejidos se cierran (colapsan) y bloquean la vía respiratoria.
«Todos los pacientes de AOS tienen una vía aérea superior estrecha, el decir, hay un factor anatómico que está siempre presente. La contracción de los músculos dilatadores de la vía aérea superior es fundamental para mantenerla abierta y permeable durante la inspiración. El músculo dilatador por excelencia es el músculo geniogloso, asistido por el músculo tensor y elevador del paladar, y luego los músculos genihioideo y estilofaríngeo que van a contribuir a la apertura en sentido lateral a nivel de la faringe«.
Dependiendo de la gravedad y de los fenómenos de adaptación individuales, la AOS puede dar lugar al desarrollo de otras enfermedades
La vía aérea superior de los pacientes con AOS tiende a colapsarse durante el sueño cuando los factores que tienden a cerrar la luz de la vía aérea no pueden contrarrestarse con la capacidad de los músculos dilatadores de la faringe y/o de los centros respiratorios que la mantienen abierta.
«No debemos olvidar que también existen alteraciones cráneo faciales que tienen una relación directa con las alteraciones respiratorias y del sueño, de ahí la importancia del abordaje multidisciplinar de nuestros servicios, que incluye cirujanos maxilofaciales, otorrinolaringólogos y odontólogos especializados«.
Consecuencias a corto y largo plazo
La apnea obstructiva del sueño se considera una afección médica grave que ha sido asociada a múltiples consecuencias sobre la salud, si bien algunas de ellas presentan mayor evidencia científica que otras.
«Un aspecto fundamental es que la enfermedad no solo tiene su repercusión inmediata en cuanto a la calidad de vida y el descanso nocturno, sino que hay unas consecuencias a largo plazo, que desde el punto de vista fisiopatológico guardan relación con la hipoxia intermitente, la fragmentación del sueño y los cambios de presión a nivel intratratorácico«, comenta la especialista.
Recibir tratamiento para la AOS es clave porque la AOS no solo afecta al sueño, sino que aumenta el riesgo de desarrollar problemas de salud graves e incluso la muerte. La AOS puede aumentar el riesgo de sufrir un ataque cardíaco, un derrame cerebral, diabetes tipo 2, glaucoma y algunos tipos de cáncer.
Algunos estudios han demostrado que la AOS aumenta 3-6 veces el riesgo de accidente de tráfico y duplica el riesgo de accidentes laborales.
Existe evidencia actual disponible que respalda una asociación entre la hipertensión arterial y la AOS, especialmente en la hipertensión arterial resistente.
«La hipoxia intermitente, la fragmentación del sueño y los cambios de presión a nivel intratorácico, pueden producir estrés oxidativo, activación del sistema nervioso simpático que, a su vez, generan la aparición de hipertensión, alteración metabólica y alteraciones en el remodelado endotelial que en definitiva se manifestará como hipertensión arterial de difícil control, diabetes y enfermedad coronaria«.
Un importante documento internacional de consenso sobre AOS publicado recientemente, resume parte de la evidencia científica que existe sobre la asociación entre la AOS y consecuencias como la hipertensión arterial, la diabetes mellitus, el cáncer, ciertas enfermedades neurodegenerativas y la frecuencia de accidentes de tráfico y laborales.