La leche, los lácteos en general, son la fuente más eficiente de calcio, el mineral que necesitan nuestros huesos para mantener su densidad. Su consumo, y derivados, forman parte de una dieta sana y equilibrada. La Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética recomienda tomar 2-3 raciones al día de leche y sus derivados, pero siempre priorizando los que no contengan azúcares añadidos y con menor contenido en grasa o sal, sobre todo en personas con sobrepeso u obesidad. A continuación, te contamos otras propiedades menos conocidas.
1Beneficia para tener huesos resistentes
Uno de los beneficios más conocidos de la leche es su gran aporte de calcio con el que logramos tener unos huesos sanos y fuertes. También ayuda a prevenir enfermedades comunes como la osteoporosis, una enfermedad metabólica que se caracteriza por la descalcificación de los huesos o por la pérdida de masa ósea. La lactosa puede actuar como un prebiótico contribuyendo al crecimiento de microorganismos beneficiosos.