Se lleva tiempo hablando de la situación de los repartidores de Glovo y Deliveroo. Pero desde el atropello mortal a un «rider» en Barcelona, las protestas de los trabajadores autónomos se han incrementado. ¿Deberían tener un contrato mercantil o laboral? Una normativa clara sobre los derechos y obligaciones de los trabajadores que prestan sus servicios como repartidores para Glovo y Deliveroo eliminaría las dudas al respecto.
Desde la consejería de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias de la Generalitat, se insta a que «se clarifique» la situación de las personas contratadas por Glovo y Deliveroo. Es urgente ofrecerles unas condiciones dignas y que no vuelvan a suceder accidentes como el ocurrido. El problema legal es complejo y hay muchos factores que influyen en él.
Accidente del trabajador de Glovo
El pasado mes de mayo un repartidor de 22 años moría un sábado por la noche atropellado en las calles de Barcelona. Llevaba comida a domicilio en su bicicleta y con su mochila de Glovo cargada a la espalda. Los repartidores califican este accidente de laboral al estar el joven trabajando y han organizado varias protestas al respecto para visibilizar el problema.
Sin embargo, desde la empresa dicen que se trata de un accidente de tráfico, ya que los partidores, al ser autónomos, no les corresponden las condiciones laborales habituales. Ellos son socios que trabajan por cuenta ajena. En estas condiciones, las empresas no tienen la obligación de formar a estos empleados en prevención de riesgos laborales ni de proporcionarles equipos de protección adecuados.
Precariedad laboral de los repartidores
Los trabajadores de Glovo afirman que están sujetos a condiciones de trabajo muy precarias. Estas plataformas como Glovo y Deliveroo les obligan a trabajar muchas horas para poder cumplir unos objetivos realmente exigentes. Los repartidores trabajan sin contrato laboral y no existe un seguro privado que cubra estos accidentes. Si no cumples los objetivos y las horas exigidas por la empresa, te asignan menos repartos.
Según informan los medios, el repartidor fallecido no tenía cuenta en Glovo, sino que estaba utilizando la de otro repartidor. Algunos inmigrantes sin papeles, como el caso del chico de 22 años, alquilan durante horas la cuenta de otro repartidor para conseguir unos ingresos. La empresa afirma que esta práctica es ilegal.
Falsos autónomos
Con las personas que prestan sus servicios a Glovo y Deliveroo no existe una relación laboral sino una mercantil, por lo que no se les reconoce la huelga y paros. Pero ser repartidor de Glovo exige una dedicación casi completa, y los «riders» trabajan en exclusiva para ellos a pesar de ser autónomos. Esto supone un elevado coste económico y social.
Al no tener contrato laboral, Glovo y Deliveroo se ahorran las cotizaciones a la Seguridad Social que exigiría tener un trabajador en nómina. Según los sindicatos, las empresas dejan de pagar una media de 4.000 a 6.000 euros al año por cada repartidor. Sin contrato laboral, no tienen derecho a bajas, vacaciones remuneradas, derecho a paro, una planificación de horarios y turnos, etc.
Juicios contra Deliveroo
Con esta situación son muchas las protestas de los repartidores y hay numerosos juicios abiertos contra la compañía tras las denuncias de varios ex-repartidores. Los antiguos repartidores toman la decisión de denunciar a Glovo y Deliveroo para ver reconocidos sus derechos. Así podrían cobrar una indemnización por despido cuando la empresa ha decidido rescindir de sus servicios.
Aunque en teoría los «riders» son freelance, y podrían trabajar cuando quieran, en realidad, tienen que cumplir los horarios y las exigencias de Glovo y Deliveroo. De momento, una sentencia en Madrid ha declarado que los repartidores de Glovo no son falsos autónomos y que no existe relación laboral que los una a la empresa.
Bajas de los trabajadores de Glovo y Deliveroo
Los trabajadores denuncian que después de una temporada sin trabajar tras una baja encuentran dificultades para que les vuelvan a asignar horas en las que repartir. Uno de los demandantes afirmaba que después de estar varias semanas de baja por accidente, su usuario para acceder a la aplicación ya no funcionaba. Se ven penalizados por la empresa de reparto.
Los ex-repartidores de Deliveroo también afirman que si no trabajas durante el fin de semana es muy difícil que puedas hacerlo la semana siguiente. De esta manera no tienen libertad para trabajar cuando quieran, sino que tiene que cumplir las exigencias marcadas por la empresa.
Geolocalización de los trabajadores
Otra de las quejas habituales de los repartidores es que Glovo y Deliveroo les tienen constantemente localizados gracias a la geolocalización de la aplicación móvil que utilizan pata poder ponerse en contacto con ellos. Las empresas saben en todo momento donde están.
Los mensajeros además afirman que las compañías utilizan mecanismos para penalizar a los trabajadores que no cumplen con un alto nivel de pedidos. Así les obligan a aceptar todos los repartos, para tener un alto flujo de pedidos, conseguir buenas valoraciones de los clientes y así poder recibir más encargos.
Regulación de la figura de rider
Tras varias inspecciones de trabajo, y ante el aluvión de denuncias, tanto Glovo como Deliveroo exigen la regulación de la figura del «rider«: un trabajador autónomo dependiente para plataformas digitales. Las nuevas tecnologías móviles abren un mundo de posibilidades, servicios y trabajos, pero las relaciones laborales se tienen que adaptar también a los nuevos tiempos.
Entre Inspección de Trabajo y algunos jueces hay disparidad de criterios. No se ponen de acuerdo si los «riders» son autónomos o trabajan por cuenta ajena. Por este motivo, las empresas de reparto exigen al Gobierno una nueva regulación que ayuden a clarificar la situación.