Prisa diseña su ampliación de capital mientras ahuyenta rumores de fusión 

El Grupo Prisa se está dejando la piel para hacer constar que el número de suscriptores a El País va viento en popa, más de 250.000 según aseguran. Estos fuegos de artificio podrían tener como objetivo generar confianza entre los valientes inversores que contribuyan a acometer la que será la tercera ampliación de capital en cuatro años, en este caso con un montante que se moverá en una horquilla entre los 140 y 150 millones de euros.

El multimedia presidido por Joseph Oughourlian ha visto como su deuda repunta desde los 834 millones de euros a inicios de año hasta los 904 millones del 30 de junio de 2022 a cuenta de la compra del 20% de su filial radiofónica al Grupo Godó.

¿FUSIÓN CON MEDIASET O ATRESMEDIA?

Esta situación les lleva a buscar inversores después de que Vivendi haya descartado elevar su participación en el editor de la Cadena SER y El País desde el 9,9% actual hasta el 29,9% tras no obtener el beneplácito de La Moncloa.

Uno de los que suena en las quinielas con más fuerza es Mediaset, en cuyo accionariado ha irrumpido Joseph Oughourlian. El grupo audiovisual hispanoitaliano simplemente podría buscar la creación de sinergias publicitarias con el objetivo de complementar sus televisiones con las radios y cabeceras de prensa escrita de Prisa.

En las últimas horas también aparece con fuerza en algunos medios alternativos el nombre de Atresmedia, que según las hipótesis que circulan por los mentideros de la Villa y Corte andaría deseosa de armar un mastodonte informativo que podría ser tumbado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia.

Prisa quiere ahuyentar los rumores de fusión a pesar de que algunas voces pronostican que, visto el incierto horizonte político y económico, este momento sería el propicio para que Oughourlian intente recuperar los más de 300 millones de euros que ha invertido en el grupo mediático más influyente en España desde 1976. 

LA MONTAÑA RUSA DE PRISA

Alardeaba Prisa por haber domado su deuda, pero esta se volvió a elevar en 2021 y va camino de volver a hacerlo en el presente ejercicio. El grupo editor de la Cadena SER y El País todavía sufre los efectos de la dura resaca de 2006.

El multimedia decidió aquel año lanzar una OPA sobre Sogecable con la que disparó una deuda que parecía asumible (751 millones en 2005) hasta convertirla en peligrosa (2.710 en 2006). La crisis de las hipotecas subprime le estalló en la cara a Juan Luis Cebrián, que vio como el grupo mediático más influyente de España en los últimos cuarenta años se asomaba a la causa de disolución al tener unas deudas contraídas superiores a los 5.000 millones.

Por suerte, para ellos, Prisa no despachaba latas de tomate sino estabilidad al Estado. Es por ello que la banca les dio cuerda y les acabó cambiando créditos a cambio de unas acciones que solo tenían el valor de influir en el grupo que más influye. 

Prisa se fue derechizando, dejando huérfano mediáticamente a la mitad del país, mientras su deuda se encauzaba gracias a la presión de inversores como Joseph Oughourlian, que descabalgó a Juan Luis Cebrián y reconcilió a dos de los grandes poderes fácticos: Prisa y el PSOE de Pedro Sánchez, hoy tanto monta, monta tanto.

Ampliaciones de capital, una reducción de casi 600 millones en 2020 para salir e la causa de disolución porque su patrimonio neto era inferior a las dos terceras partes de la cifra del capital social, y la venta de activos como Cuatro, Digital+ o Santillana (por más de 2.000 millones), han mantenido con vida al conglomerado mediático. Eso sí, la depreciación del mismo es de aúpa: la acción de Prisa cayó un 99,6% entre 2000 y 2017.

Al menos, Oughourlian ha atado una mayoría estable gracias a su fondo Amber Capital, la luxemburguesa Oviedo Holdings, sus amigos franceses de Vivendi (acusados de ‘lepenistas’ por la órbita del tándem Miguel Barroso-José Miguel Contreras) y la ‘sanchista’ Global Alconaba que lidera Andrés Varela Entrecanales, dueño de una de las productoras encargadas de realizar la docuserie sobre La Moncloa.